Los latinos piensan como “americanos” en política exterior
The Chicago Council on Global Affairs presentó el miércoles en FIU los resultados de su primera encuesta de opinión sobre política exterior entre los latinos. Entre los panelistas se encontraban de izquierda a derecha: David Duckenfield, subsecretario asistente del Buró de Asuntos Públicos del Departamento de Estado; Michele Wucker, vicepresidente de The Chicago Council; Dina S. Smeltz, directora del estudio; José Miguel Cruz y Eduardo Gamarra, ambos profesores de FIU. HÉCTOR GABINO EL NUEVO HERALD
Los latinos se asemejan a otros grupos estadounidenses en sus opiniones sobre la política exterior de Estados Unidos, según los resultados de la encuesta anual nacional de opinión realizada por The Chicago Council y presentada el miércoles en la Universidad Internacional de la Florida (FIU).
Aunque las similitudes abundan (los latinos creen en un fuerte liderazgo de EEUU en el mundo y ven al terrorismo como una amenaza fundamental, por ejemplo), las diferencias más marcadas tienen que ver con la inmigración, la lucha contra el hambre, el cambio climático y la confianza en las Naciones Unidas, según explicó Dina S. Smeltz, una de las directoras del estudio e investigadora de The Chicago Council, un centro de investigación especializado en política exterior que ha realizado esta encuesta regularmente desde 1974.
“No es sorprendente que los latinos sean más favorables a la inmigración. En cuanto al cambio climático, el 57 por ciento de los latinos en contraste con solo un tercio de los no latinos ve el cambio climático como una amenaza importante para la seguridad de EEUU. Esto es más sorprendente porque generalmente se cree que este tema es una preocupación principalmente entre los [estadounidenses] blancos, liberales y con mayores recursos”, agregó.
El hecho de que los latinos apoyen el multilateralismo y el fortalecimiento de las Naciones Unidas, tiene que ver con el peso de la “cultura política” latinoamericana, y rasgos como el mayor papel del estado en la vida pública o una identidad que se ve a sí misma como parte del mundo, argumentó José Miguel Cruz, profesor del Departamento de Política y Relaciones Internacionales de FIU y autor de varias encuestas de opinión en Centroamérica.
“Esta visión compartida por los latinos de que los EEUU tienen un rol positivo e importante en el mundo es interesante especialmente porque, en ocasiones, aflora la idea de que con el arribo de los inmigrantes, llegan valores que pueden debilitar el papel de los EEUU en el mundo”, añadió.
Otra hipótesis, presentada por Smeltz, es que las diferencias en las opiniones sobre las instituciones internacionales podrían estar relacionadas con las fuentes de información de los latinos: “Muchos leen las noticias y reciben información de los medios de comunicación en español, que tienden a tener una perspectiva más global”.
El sondeo fue realizado en mayo del 2014 entre 2,108 adultos y un total de 498 hispanos, en su mayoría de origen mexicano, con un margen de error de 2.5 puntos porcentuales para la muestra completa, y 5.3 puntos para la muestra hispana. Pero al ser tan pequeña esta última, no permite conocer a profundidad las opiniones al interior de los distintos grupos nacionales, por lo que Eduardo Gamarra, consultor político y profesor también de FIU, llamó a realizar encuestas de opinión con muestras más amplias, complementadas con estudios cualitativos.
Cuba, la Cumbre de las Américas y la influencia de los hispanos
Aunque tampoco hubo una muestra amplia de cubanoamericanos, el estudio encontró algunos resultados interesantes sobre el tema cubano. “El 40 por ciento de los no latinos y el 47 por ciento de los latinos tienen una imagen positiva de Cuba, una de las cifras más altas de evaluación favorable de Cuba que hemos visto en los últimos dos años”, explicó Smeltz. Cuba se sitúa solo por encima de Rusia, Palestina, Pakistán , Irak, Irán y Corea del Norte entre los latinos.
Varios de los panelistas del evento destacaron el interés del estudio, a partir de los últimos acontecimientos relacionados con Cuba y la Cumbre de las Américas.
“Esto fue hecho antes del 17 de diciembre y preguntamos si los americanos apoyaban que el gobierno hablara con líderes de otros gobiernos en países hostiles o no muy amigables hacia los EEUU ,y eso incluye Cuba. El 71 por ciento de los latinos y 74 por ciento de los no latinos, incluso antes del anuncio, apoyaban las reuniones y el diálogo con funcionarios cubanos. Eso es consistente con los resultados que hemos obtenido desde el 2008”, dijo Smeltz.
Si bien la percepción de un cambio en las opiniones políticas de los cubanoamericanos y los latinos en general, fue un factor que “ayudó” en la implementación de un cambio de política hacia Cuba, Frank Mora, director del Instituto de Latinoamérica y el Caribe de FIU y moderador del evento, subrayó que no fue un factor determinante.
“Creo que el Presidente quiso hacer esto desde hace un tiempo, no solo porque reconoció que las actitudes hacia la política de EEUU habían cambiado, sino porque creyó que este es el modo más efectivo para alcanzar nuestros objetivos de política exterior en Cuba y en la región. Por supuesto, ayuda que las actitudes hayan cambiado, como han mostrados varias encuestas, y eso tiene que ver con lo que cualquier político ve como un momento oportuno, pero no es la razón principal que está detrás de esta decisión”, señaló.
La influencia real de los hispanos en la política doméstica y exterior estadounidense fue un punto de interesante debate.
Cruz argumentó que “si asumimos que los hispanos tomarán un rol más importante en la política doméstica en EEUU, podemos esperar que esos puntos de vista se reflejen en nuestra política exterior. Si vemos la importancia de algunos de estos temas como el multilateralismo, el cambio climático y la inmigración en la política exterior de [Barack] Obama y pensamos en lo que sucedió en la Cumbre [de las Américas], Obama parece estar hablando a su base. Ya estamos viendo, en cierta medida esa influencia de los hispanos.”
“Siempre me sorprende que en cada ciudad latinoamericana, hay una plaza o calle nombrada Kennedy o Roosevelt. Y sabemos por qué, está la política de ‘buen vecino’, la Alianza para el Progreso. No encontramos muchas plazas ‘Reagan’ o ‘Nixon’. Así que podríamos esperar ver algunas plazas nombradas Obama en el futuro cercano”, dijo Cruz.
Su colega Gamarra, fue menos optimista.
“Los datos no apoyan eso. Lo que hemos encontrado es que los latinos tienen bajos porcentajes de registro para votar y baja participación en las elecciones. Así que realmente no estamos determinando los resultados de las elecciones todavía, pero el cambio demográfico está ocurriendo y en los próximos 20, 30 años, no habrá mayoría en este país y los latinos serán la minoría principal”, dijo.
“Sí, estamos determinando algo: el hecho de que no votemos, nos ha dado el tipo de Congreso que tenemos ahora”, agregó.
Gamarra también criticó la escasa presencia de latinos en los puestos más altos de la política exterior y cuestionó la influencia del que hasta ahora se ha considerado como el grupo hispano más exitoso en cuanto a su organización política en EEUU: los cubanoamericanos.
“Cuando uno mira los récords históricos, los cubanoamericanos no han tenido tanta influencia como creíamos aunque siempre nos referimos a cómo ellos determinaron la política exterior de EEUU hacia Cuba. Sí, la Guerra Fría fue importante pero la política exterior de EEUU probablemente tuvo más que ver con Fidel [Castro] y la Unión Soviética que con los cubanoamericanos”, contendió.
“El hecho de que la ley Helms-Burton no haya sido implementada en su totalidad, habla de la debilidad de la influencia de los cubanoamericanos. El giro dramático sobre Cuba que hemos visto en los últimos meses, muestra cuan poca influencia los cubanoamericanos tienen en diseñar la política exterior estadounidense”, concluyó.
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