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Los mayores temores post Constituyente

 

El primero de agosto Venezuela será otra.

La elección de la Asamblea Nacional Constituyente que se realizó este domingo 30 de julio amenaza con transformar el esqueleto central de la República ­la Carta Magna de 1999­, exhibiendo signos de convertirse en un Estado totalitario y alterando drásticamente la relación entre gobernantes y gobernados. El mayor temor, coinciden los analistas, es que los suprapoderes constituyentes echen para atrás todos los avances en materia de derechos humanos.

Aquí los mayores riesgos que enfrenta la ciudadanía de activarse esta propuesta.

1 EL SUEÑO COMUNAL BOLIVARIANO
Desde hace años el discurso político revolucionario de los voceros oficialistas se ha concentrado en construir el llamado «Estado comunal» a través del Socialismo del siglo XXI, que implica la constitución de comunas socialistas como espacios de autogobierno sustentadas en la propiedad colectiva. Aunque la idea fue rechazada por la ciudadanía en la Reforma Constitucional de 2007, diez años más tarde se busca imponer ­sin apoyo popular­este modelo para incluir las misiones en la reorganización del Estado.

Este nuevo orden jurídico no solo podría suprimir por completo la autonomía de poderes y la división política descentralizada, eliminando figuras como los gobernadores, alcaldes y concejales, o dando facultades a los consejos comunales para participar en el sistema de justicia a través de «tribunales populares«; sino que también podría modificar el modelo económico, profundizando las limitaciones a la propiedad privada, incrementando las expropiaciones, constitucionalizando la congelación de precios en el mercado, e incluso, dando a los consejos comunales poder de decisión sobre la producción de las fábricas. Durante la campaña, la instauración del Estado Comunal fue una de las promesas de los candidatos a constituyentes.

Ya en 2009 se creó el Ministerio para las Comunas, regidas por la Ley Orgánica de las Comunas y la Ley Orgánica del Sistema Económico Comunal que ahora buscarán tener rango constitucional, al igual que la lealtad a la revolución.

Como lo ha expresado el presidente Nicolás Maduro en el pasado: «El poder comunal es el futuro de la democracia».

2 MECANISMOS DE PARTICIPACIÓN CONTROLADOS
Para el politólogo Luis Salamanca, de instalarse la ANC «cambiaría el sistema político por completo» a través de mecanismos de participación controlados, la pérdida de la individualidad del sufragio e, incluso, elecciones con partido único.

«La razón de fondo de esta constituyente es la necesidad del chavismo de no volverse a contar de forma democrática porque se les agotó la vía electoral. Van a modificar el sufragio y lo más probable es que el sistema electoral que se aplique en el futuro sea el que están utilizando para esta ANC: un sistema controlado, manipulado, territorializado, corporativizado. Éstas serán las primeras elecciones al estilo cubano que tengamos en Venezuela. Van a abolir la democracia», aseguró en entrevista con El Pitazo.

Podría significar entonces la eliminación del sufragio universal, libre, directo y secreto, como lo garantizan los artículos 5 y 63 de la Constitución vigente.

3 DISOLUCIÓN DE LOS PODERES
Empezando por la disolución de los poderes públicos que no son favorables al Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), como la Asamblea Nacional de mayoría opositora y la Fiscalía General de la República, institución que integra el Poder Moral y cuya máxima autoridad, Luisa Ortega Díaz, se ha convertido recientemente en una de las detractoras de la propuesta constituyente. La movida daría al chavismo manejo discrecional de todos los poderes.

Diosdado Cabello ­ primer vicepresidente del Psuv y candidato a la ANC­ ya advirtió que esta instancia servirá para «poner patas arriba» el Ministerio Público, eliminar la Asamblea Nacional y hacer que la Revolución sea «indevolvible». Incluso ha planteado la inhabilitación política «de por vida» en contra de opositores.

Esto podría incluir la toma a la fuerza del Palacio Federal Legislativo y la supresión de la inmunidad parlamentaria, la cual ya ha sido violada con la detención del diputado suplente Gilber Caro, acusado en junio por «traición a la patria y sustracción de efectos militares» ante un tribunal militar y recluido en la cárcel de Tocuyito. «La supresión de la inmunidad parlamentaria sería un golpe mortal contra la representación popular», opinó el periodista Vladimir Villegas en una entrevista con la cadena internacional CNN.

4 RESTRICCIÓN DE DERECHOS CIUDADANOS
Con la Constituyente «peligra todo», opina Ligia Bolívar, socióloga y fundadora del Programa Venezolano de Educación-Acción en Derechos Humanos (Provea). «Por tratarse de un cheque en blanco no hay ningún tipo de límite (…) Podría haber vulneraciones a cualquier derecho», dijo a El Pitazo.

Esto podría contemplar la pérdida de muchas libertades, incluyendo la censura a la libertad de expresión, a los medios de comunicación, la regulación de las redes sociales o bloqueos de internet, establecido como un derecho fundamental en varios países. O podría significar la ideologización constitucionalizada de la educación, el incremento del acoso a las universidades y a las organizaciones sociales y políticas, la extensión indefinida de los estados de emergencia ­con suspensión de garantías­ como cualquier otra modificación de elementos que le sean incómodos al cuerpo deliberativo de 545 integrantes. En fin, el desmantelamiento generalizado de las instituciones democráticas.

«La Constituyente no es garantía de nada. Al contrario, es como una hidra, en la medida en que avanza su posibilidad, le van saliendo nuevas cabezas», escribió la periodista Luz Mely Reyes el 24 de julio.

5 LIQUIDACIÓN DE LA OPOSICIÓN
De convertirse en una dictadura constitucionalizada y totalitaria, advierte Salamanca, podría profundizarse la represión y persecución de la disidencia política, intentando su liquidación absoluta. El ex rector del Consejo Nacional Electoral considera que esto llevaría la lucha a un terreno clandestino.

Antes de la ANC el Gobierno profundizó la criminalización de la protesta, aumentaron las denuncias de torturas por funcionarios de los cuerpos de seguridad del Estado, la presentación de civiles ante tribunales militares y los allanamientos sin orden judicial en todo el territorio nacional. Después del 30 de julio este panorama podría empeorar, agravando aún más la confrontación política.

6 AISLAMIENTO INTERNACIONAL
A todo lo demás se suma la presión de la comunidad internacional que ha exhortado al gobierno venezolano suspender la elección constituyente y la advertencia del mandatario estadounidense Donald Trump que ha encendido las alarmas: «Estados Unidos no se quedará de brazos cruzados mientras Venezuela se desmorona. Si el régimen de Nicolás Maduro impone su ANC el próximo 30 de julio, los Estados Unidos tomará fuertes y abruptas acciones de carácter económico».

El anuncio podría incluir restricciones sobre la compra-venta del crudo, contra el sistema financiero, el sector energético o las Fuerzas Armadas; de acuerdo al artículo «Sanciones: Una amenaza creíble con efectos devastadores» de Alejandro Grisanti y Gorka Lalaguna, publicado en Prodavinci, donde analizan una caída a cero en los barriles exportados a EE.UU.

«Implicaría un considerable impacto negativo de corto plazo tanto para el Gobierno como para la ciudadanía. El efecto sobre la industria, aunque difícil de cuantificar, sería catastrófico (…) Implicaría una contracción cercana a los 780 kb/d[6], lo cual, al precio vigente de la Cesta Petrolera Venezolana (CPV), representaría US$ 11.7 millardos menos de los ingresos brutos petroleros al año», reza el texto.

Pese a que inicialmente la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente se consideraba una jugada que buscaba ganar tiempo y dilatar al máximo la celebración de las elecciones regionales, parece que derivó en un plan va mucho más allá.

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