Cultura y Artes

Los rostros del sueño cubano

On-feet-Gloria-Emilio-Estefan_CYMIMA20151020_0015_16El musical ‘On your feet!’, basado en la vida de Gloria y Emilio Estefan. (Matthew Murphy)

«¿Cuál es el sueño cubano?», preguntó, como quien indaga sobre la hora, la calidad del café o el pronóstico del tiempo para la tarde. Alrededor de la mesa, todos hicimos silencio ante la interrogante lanzada por aquel visitante. Más que responderle sobre el país deseado, tal provocación me hizo reflexionar sobre la necesidad de que nuestros sueños tengan rostros que los encarnen, personas que los habiten.

Volví a recordar esa conversación el sábado pasado, mientras disfrutaba del musical On your feet! en un repleto teatro de Broadway, en Nueva York. Basada en la vida de Gloria y Emilio Estefan, la obra trasciende la narración de una pareja de cubanos que se abre paso en el competitivo mundo del espectáculo en Estados Unidos, hasta convertirse en una historia de nostalgia, tenacidad y éxito.

Ante los ojos de los espectadores se desarrolla una trama que arranca con el dolor del exilio y los recuerdos de la vida que quedó atrás, en la Isla. Una referencia que se mantiene a lo largo de todo este drama que se presenta por estos días en el Marquis Theatre de la Gran Manzana. Dirigido por Jerry Mitchell, el musical detalla con éxito la transformación de la tristeza en energía y de la melancolía del emigrado en emprendimiento.

On your feet! resulta sobre todo un canto a la cubanidad que logra levantar al público de sus butacas y lo hace bailar, aún con las lágrimas marcadas en el rostro. A través de las excelentes interpretaciones musicales en la voz de Ana Villafañe (en el papel de Gloria Estefan) y del resto del elenco, la obra cautiva sin empalagar y conecta a los espectadores con la cultura de nuestro país más allá de los estereotipos.

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Ana Villafañe y Josh Segarra en los papeles de Gloria y Emilio Estefan (Matthew Murphy)

El musical merece un prolongado aplauso no solo por sus virtudes artísticas y por la magnífica puesta en escena, sino, sobre todo, porque exalta valores que urge rescatar en nuestra sociedad. Se acerca a la vida de personas que inspiran de una manera muy diferente a los modelos impuestos por la propaganda oficial. Gloria y Emilio no provocan el agradecimiento sin críticas, el miedo, ni una dócil gratitud, sino ganas de imitarlos… de superarlos.

Algún día, cuando los niños cubanos abran los libros escolares con los que aprenderán a leer, no verán individuos vestidos de uniforme militar y fusil al hombro. En lugar de ese desmesurado culto a los hombres de armas, encontraremos a quienes son referentes de éxitos, logros sociales, científicos y culturales. En esas páginas estarán los verdaderos modelos a repetir, los rostros del sueño cubano.

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