Luis Almagro: «El Uruguay del futuro tiene que ser un modelo batllista»

El secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, se volvió a mostrar cercano al Partido Colorado este lunes, a través de una columna de opinión en El Día.

El histórico medio de comunicación volvió de forma digital en diciembre de 2020 como un quincenario impulsado por jóvenes.

En el libro Luis Almagro no pide perdón (Planeta), escrito por los periodistas Gonzalo Ferreira y Martín Natalevich, Almagro dejó entrever un futuro en el Partido Colorado, pese a que se inició en el Partido Nacional y tomó relevancia política en el Movimiento de Participación Popular (MPP).

Ahora, en una columna titulada «Batllismo, la quintaesencia del proyecto social en Latinoamérica», Almagro hace una defensa a la corriente originada con José Batlle y Ordóñez.

En su columna, el secretario general de la OEA comienza diciendo que la «genética política de Uruguay es indudablemente compleja».

«Cada bandera tiene motivos de orgullo y tiene una historia de contribución al país y al pueblo. (…) Lo peor que nos puede pasar como país no es tanto errarle en nuestro camino al Desarrollo sino lumpenizarnos, perder principios y valores que son tan importantes en nuestra construcción», señala en El Día.

En ese marco, dice que «sin lugar a duda el Batllismo cambió la dimensión trascendente del Uruguay, la forma en que la gente se percibe y se relaciona dentro del país y la imagen de civilidad que hace fuerte/diferente afuera al Uruguay».

«Un proyecto político en nuestro hemisferio obviamente tiene que ser libertario y democrático, pero debe resolver los temas pendientes de la región, aquello que nos distingue de la manera más infame que es la desigualdad», prosigue.

Según Almagro, la creación de un proyecto que «sostuviera al país durante tanto tiempo y que resolviera la mayor parte de los problemas funcionales (…) es una tarea prácticamente imposible». Sin embargo, eso «se logró», con un «proceso de acumulación política único, sin piezas sueltas, con rigor científico y con una enorme voluntad política, colocando el interés nacional donde debía estar y ajustando las variables sociales para que las mismas contribuyeran a amalgamar una sociedad integrada, inclusiva pero esencialmente con proyección de desarrollo».

El secretario general de la OEA asegura en El Día que el Batllismo «ha marcado al Uruguay» y «le ha permitido sostenerse en los momentos difíciles».

«El Uruguay del futuro definitivamente tiene que ser el mejor Uruguay de todos, un país con una visión además de un sistema que permita soluciones, no para salir del paso o superar determinada coyuntura, tiene que ser un modelo batllista que nos permita alcanzar los máximos resultados posibles, para proyectar a los uruguayos como individuos y como sociedad», expresa.

«El Batllismo es la quintaesencia del proyecto social exitoso en Latinoamérica. Es la fuerza de todos dentro de nosotros mismos. Nos recuerda que no hay futuro en el Uruguay sin creación de riqueza y que no habrá desarrollo sin justicia social», finaliza.