Luis Videgaray: Solidaridad con Venezuela
La grave situación política, económica y social por la que atraviesa el país constituye uno de los mayores retos para el continente americano
La grave situación política, económica y social por la que atraviesa Venezuela constituye uno de los mayores retos para el continente americano. El deterioro paulatino se ha venido reflejando en crecientes niveles de hambre, desnutrición, desabasto y desatención médica, pobreza, violencia, desempleo y una cada vez mayor descomposición política, económica y social.
La presencia hoy de numerosos cancilleres del continente en la 39ª reunión de consulta de ministros de Relaciones Exteriores de la OEA refleja la importancia que la región le da al tema, además de permitirnos dialogar de manera objetiva, responsable y solidaria sobre un tema urgente, de interés para toda la región y que requiere atención inmediata. Los miembros de la OEA compartimos valores, principios y obligaciones cuyos elementos esenciales son el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres, justas y basadas en el sufragio universal y secreto; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación de poderes.
Por lo anterior, México ha actuado por la vía diplomática en conjunto con otros países para alentar a los venezolanos a que encuentren una solución pacífica, democrática e institucional. En el seno de nuestra organización, México ha buscado impulsar la negociación, siempre en un marco de respeto, solidaridad y, sobre todo, de amistad fraternal con el pueblo venezolano. México está convencido de que la construcción de una solución negociada debe provenir de los propios venezolanos. Pero también considera que, hoy, nuestra región tiene la obligación de atender la difícil situación en ese país hermano y emprender nuevas gestiones diplomáticas para lograr la normalización de la institucionalidad democrática, de conformidad con la Carta de la Organización de los Estados Americanos y la Carta Democrática Interamericana.
México, defensor invariable del principio de no intervención, sostiene que este no puede, ni debe, ser invocado para justificar alteraciones al orden democrático en el hemisferio, y menos aún para eludir responsabilidades en materia de derechos humanos o de respeto al Estado de derecho.
La aguda polarización que hemos observado en los últimos dos meses, aunada al recrudecimiento de la violencia, que ha dejado un creciente número de muertos y cientos de heridos, nos obliga a actuar con urgencia.
Nos preocupa, además, la falta de garantías para ejercer el derecho a manifestarse y el alto número de detenciones arbitrarias, incluyendo el creciente número de venezolanos juzgados en tribunales militares. Esta situación, contraria a los principios constitucionales en Venezuela, así como a los instrumentos internacionales pertinentes, ha sido denunciada por la CIDH e incluso por la fiscal general venezolana.
También nos preocupa la falta de alimentos y medicinas que afectan drásticamente al pueblo venezolano, en especial, a los grupos más vulnerables. Nos preocupa el retraso injustificado de elecciones, que se desoigan las decisiones de la Asamblea Nacional o las restricciones arbitrarias contra actores políticos, a quienes se les encarcela, inhabilita o restringe el derecho a salir del país. Convocar a una Asamblea Nacional Constituyente para redactar una nueva Constitución, en los términos planteados por el Gobierno, profundiza el clima de desconfianza y la crisis política.
Todas las naciones enfrentan problemas y retos. México no es la excepción. Pero ante los problemas de pobreza, desigualdad y violencia, nuestro país se abre al mundo para enfrentarlos y superarlos, entendiendo siempre al escrutinio internacional como un poderoso instrumento de cambio.
Por ello, creemos que ni la negación de los problemas, ni el aislamiento o la autoexclusión de la OEA ayudarán a Venezuela a encontrar soluciones a la situación actual. Los propios venezolanos han identificado los elementos fundamentales que deben ser considerados para alcanzar una solución negociada. Debemos actuar sobre estas líneas, apostando por la apertura y no por el aislamiento de un país hermano.
La reunión de la OEA tiene como objetivo considerar la situación en Venezuela y así identificar los mecanismos por medio de los cuales podamos apoyar el acercamiento entre el gobierno y la oposición venezolana. México está listo para tender puentes y ofrece su colaboración respetuosa y solidaria a Venezuela y a los venezolanos.
Luis Videgaray Caso es secretario de Relaciones Exteriores de México.