Macri elevaría la confrontación en el segundo debate y apuntaría a la corrupción kirchnerista
En el viaje de vuelta hacia Buenos Aires, y aún con huellas de la tensión acumulada, el presidente Mauricio Macri repasó junto a su equipo las repercusiones mediáticas del primer debate de candidatos a presidente. Junto con la satisfacción por el «deber cumplido» y la incomodidad por las «canchereadas» de Alberto Fernández, el equipo que rodea al Presidente ya comenzó a pensar en la larga semana de actos que culminará el sábado en el Obelisco. Y, sobre todo, imaginar lo que será el segundo debate, en el que -como ya lo dejó entrever el propio Macri- apuntaría a la expresidenta Cristina Kirchner.
«Me alegra, me sorprende que el Frente de Todos ahora hable de corrupción. Creo que el próximo debate tenemos mucho para hablar», dijo Macri en un tramo del debate de anoche, en respuesta a Fernández y su acusación a los «amigos» del Presidente, que habrían fugado «30.000 millones de dólares».
La expresidenta fue mencionada por Macri al referirse a su cercanía con el régimen de Nicolás Maduro, a quien condecoró durante su mandato. También, al recordarle a Fernández sus críticas al «desastre» de la gestión económica del segundo mandato de la expresidenta. De todos modos, Cristina pasó casi desapercibida en el debate de anoche, un dato que no volvería a repetirse, según la estrategia que diseñan en el campamento oficialista.
Macri, quien hoy comenzará en Paraná una nueva semana de la marcha del «Sí, se Puede» (estará también en Pergamino, Córdoba, Santa Fé, y Corrientes antes de regresar a la ciudad de Buenos Aires) podría utilizar la estrategia de «traer» de manera sostenida a la expresidenta en sus intervenciones, y «pegarla» con Fernández en el debate que se llevará a cabo en la Facultad de Derecho, el domingo próximo.
«El dedito te hacía acordar a Cristina en la Casa Rosada», dijo anoche Hernán Lombardi, responsable del sistema de Medios Públicos y uno de los más contentos con la performance presidencial en Santa Fe.
«El problema es que Cristina Kirchner sigue hablando con Maduro y con Raúl Castro», afirmó también anoche el candidato a vicepresidente Miguel Angel Pichetto, quien aseguró que «Cristina es la que manda».
«(Fernández) se olvida que estuvo a cargo de la jefatura de Gabinete en el gobierno más corrupto de la historia reciente argentina», agregó el senador Esteban Bullrich, en declaraciones radiales.
Desde el equipo de comunicación afirmaban que la estrategia de polarizar con Cristina aún no está definida. «Vamos a ver, tenemos una larga semana por delante, y sobre todo la marcha del sábado en el Obelisco», dijeron sin dar mucho detalle. De todos modos, afirmaban que «Fernández tiene un poder delegado, y eso se notaba anoche. Si lleva la ventaja que dicen, ¿para qué confrontar? En realidad, prefirió pelearse suponiendo que Macri lo iba a atacar, y eso no ocurrió», razonó en diálogo con LA NACION uno de los responsables de la estrategia comunicacional del Presidente.
Los ejes del segundo debate
«Desde el círculo rojo se subestima la capacidad del Presidente y en realidad él pudo cumplir con el objetivo que es sumar votos», se mostró satisfecho un asesor de Macri. Justificaron así la decisión de no haber entrado en la confrontación que le proponía Fernández. «Es la primera vez que un Presidente en ejercicio participa de un debate, eso lo limita porque tiene que cuidar las formas», explicaron cerca de Macri.
En la noche del domingo 20, en la Facultad de Derecho, los seis candidatos a Presidente debatirán sobre empleo, producción e infraestructura; federalismo, calidad Institucional y rol del Estado; desarrollo social, ambiente y vivienda, y seguridad. La corrupción kirchnerista, y la propia Cristina Kirchner podrían ser el centro de ese segundo debate.