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Maduro pretende disolver el Parlamento convocando elecciones

Allanará la inmunidad de 25 diputados para justificar la falta de quórum

La disolución del Parlamento venezolano se ha hecho esperar subiendo la tensión al rojo vivo del mundo político. La Asamblea Nacional Constituyente (ANC), presidida por Diosdado Cabello, el número dos del régimen, tenía entre sus planes defenestrar el parlamento opositor, convocando elecciones legislativas anticipadas.

El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, también presidente encargado de Venezuela, hizo previamente la denuncia de los planes del régimen de Nicolás Maduro de disolver el único poder electo popularmente en 2015 en manos de la oposición.

«Pretenden clausurar y disolver al parlamento. Además de convocar elecciones ilegales y seguir persiguiendo a los diputados», afirmó Guaidó el domingo por la noche en un mensaje publicado en las redes sociales porque los medios tradicionales lo tienen censurado.

Cabello había convocado a los 550 miembros de la Constituyente para celebrar una sesión fuera de su calendario ordinario. En su agenda presuntamente los constituyentes chavistas pretendían «declarar el allanamiento de la inmunidad de 25 diputados que no tienen suplentes disponibles» y en consecuencia «declarar la inexistencia de la Asamblea Nacional por falta de quórum».

Persecución de diputados

En la maniobra chavista también «se ordena a la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia dictar una sentencia convalidando la decisión. La Sala Electoral, a su vez, ordena al Consejo Nacional Electoral (CNE) convocar elecciones de los diputados de la Asamblea Nacional».

En realidad la intención de disolver el parlamento, controlada por la mayoría opositora, empezó desde el mismo día cuando 14 millones de venezolanos en diciembre de 2015 decidieron dar su voto a la oposición, que obtuvo 112 de los 165 escaños del parlamento.

Durante las fiestas decembrinas de ese año, Cabello, que era el presidente de la Asamblea Nacional saliente, decidió escamotearle la mayoría absoluta de la oposición, restándole los tres curules de los diputados indígenas del Amazonas, que no han podido todavía incorporarse legalmente.

En estos últimos cinco años el régimen de Maduro ha intentado muchas veces de disolver el parlamento que se ha resistido a las embestidas y golpes. Hasta ahora hay más de 80 diputados afectados por la persecución, la cárcel y el exilio, y si Cabello va contra los 25 que no tienen suplentes entonces los deja sin quórum parlamentario.

Aun así, Juan Guaidó sacó sus garras advirtiendo:«si pretenden hacerlo entonces tendremos una fase de conflictividad superior. Si la dictadura decide tomar ese camino, no tengan dudas que habrá respuesta con nuestra gente en la calle, con la Fuerza Armada y con la comunidad internacional».

La Unión Interparlamentaria reaccionó de inmediato. A través de su cuenta en Twitter la presidente de la UI, Gabriela Cuevas Barron, rechazó la supuesta pretensión de la Asamblea Nacional Constituyente de eliminar el Parlamento venezolano.

«Cualquier ataque contra la Asamblea Nacional es un ataque a la democracia. Los parlamentos representan al pueblo, su pluralidad, ningún gobierno puede sustituirlo. Como Presidenta #IPU hago un llamado a @NicolasMaduro para que respete el mandato popular y a la Asamblea Nacional», escribió Cuevas en la red social.

 

 

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