Maggie Smith (1934-2024): La última gran dama del cine
La extraordinaria actriz británica se convirtió en estrella gracias a Harry Potter y Downton Abbey
La actriz Maggie Smith – Warner Bros
Pocos intérpretes de carrera reputada y consolidada en el cine y el teatro se han convertido en fenómenos mundiales pasados los 40 años de profesión y los 60 de edad. Maggie Smith fue uno de ellos.
Nacida en Ilford en 1934, su debut en el teatro se produce a principios de los años 50 donde llama la atención por su naturalidad y elegancia. En el año 52 ya había debutado en Broadway y en 1962 recibía del Evening Standard el primero de la larga ristra de premios que recibió durante toda su vida.
En esta primera etapa debuta en televisión participando en pequeños papeles hasta que en 1967, Joseph L. Mankiewicz le da uno de los personajes protagonistas de «The Honey Pot» (Mujeres en Venecia) lo que hace que Hollywood empiece a fijarse en ella. Dos años después, por su papel en «The Prime of Miss Jean Brodie» (Los mejores años de Miss Brodie), recibe el Oscar a la mejor actriz principal y en 1978 es galardonada con el de mejor actriz de reparto por California Suite.
Con una querencia natural hacia la comedia, hasta la década de los 80 destacan sus interpretaciones en Viajes con mi tía (que protagonizó con José Luis López Vázquez), Un cerebro millonario, Un cadáver a los postres, Muerte en el Nilo, Furia de titanes o Muerte bajo el sol, trabajos algo espaciados porque nunca abandona las tablas del teatro.
Entrada la década de los 80, la impecable carrera de Smith vira hacia papeles más maduros que ella convierte en inolvidables como el de «A Room with a View» (Una habitación con vistas), Sister Act o Hook, película de Steven Spielberg en que interpreta a la sexagenaria Wendy de la última aventura de Peter Pan.
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Pero la vida de Maggie Smith cambia radicalmente con la llegada del siglo XXI cuando interpreta a la profesora McGonagall en las siete películas de Harry Potter. En esta tercera fase de su carrera se convierte en estrella mundial gracias no solo al papel escrito por J.K. Rowling, sino al de Lady Violet Crawley, condesa viuda de Grantham, en la serie de la televisión británica Downton Abbey. El irónico sentido del humor del personaje, su estricto código de conducta y la inquisitiva manera de valorar las actitudes de los demás diciendo lo que le venía en gana conformaron un personaje inolvidable. Su interpretación de la aristócrata y perfeccionista cascarrabias le valió dos Emmy y fama internacional. Y es que Maggie Smith siempre será Lady Violet.
Casada en dos ocasiones y madre de los actores Chris Larkin y Toby Stephens, en 1990 fue nombrada «Dame», dama comandante del Imperio Británico —el equivalente a caballero—. En 2007 fue diagnosticada de cáncer de mama que superó sin dejar de trabajar. No en vano, una de las películas de Harry Potter la realizó durante su tratamiento de quimioterapia. Además, padecía la enfermedad de Graves, una enfermedad autoinmune de la glándula tiroides que provoca que los ojos se salgan un poco de las órbitas, algo que daba a su mirada un aire característico.
Entre sus reconocimientos y galardones, ganó los dos ya citados Oscars y estuvo nominada en cuatro ocasiones más. Además, ganó tres de los doce Globos de Oro a los que estuvo nominada, siete de los veinte BAFTA y cuatro de los nueve Emmy. Tiene una placa de honor en Leicester Square y el doctorado honoris causa en letras por la Universidad de Bath, la de St Andrews y la de Cambridge.
Su última gran aparición mundial fue en 2023, cuando a la edad de 88 protagonizó la campaña de invierno de la marca española Loewe.
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