Marcela Cubillos y la Convención: “Un sector quiere funcionar como una asamblea universitaria más que como órgano del Estado”
La constituyente Marcela Cubillos y el constitucionalista Germán Concha analizan cómo será la jornada de instalación de la Convención Constitucional y qué se juega este 4 de julio. Subrayan la importancia de respetar la institucionalidad y advierten que “hay quienes quisieran funcionar de facto y de manera permanente”.
Marcela Cubillos lo tiene claro. El domingo 4 de julio no solo es la sesión inaugural de la Convención Constitucional, donde los 155 convencionales se encontrarán por primera vez en la sede del Congreso Nacional en Santiago. Ese día definirá cómo será todo el proceso constitucional.
Y la ex ministra, hoy constituyente que salió electa por el Distrito 11 y logró la segunda mayoría nacional marca qué se juega en esa jornada.
“El 4 de julio es el minuto de la verdad, de decir con qué disposición llegan los convencionales, vamos a ver las consignas aterrizadas. Si de verdad hay voluntad de diálogo, de hacer un debate de ideas, de -espero- una amplia mayoría que respeta la legalidad del proceso y no sentir que un grupo puede actuar a su antojo”. Así lo define en el Podcast Constitucional de El Líbero, donde conversa junto al constitucionalista y académico de la Universidad Católica, Germán Concha.
No corresponde funcionar al margen de la legalidad, de la institucionalidad. No te están invitando a un asado, te están invitando a definir las reglas con las que quieres funcionar y no corresponde que sea por simple mayoría en un Zoom”, señala Marcela Cubillos sobre los encuentros convocados por la Vocería de los pueblos.
Según explica Cubillos -que forma parte de los 37 convencionales de Chile Vamos- “hay un eje fundamental” prácticamente divisorio de aguas, que se verá tanto en la forma (en el reglamento) como en el fondo (durante todo el proceso). Esto es: “Entre quienes creen que tienen la mayoría y que la puede ejercer a su antojo pasando a llevar libertades de todo el resto, y quienes creemos en una democracia representativa, liberal, en que entendemos que quien tiene la mayoría no ejerce el poder a su antojo sino que necesita límites en resguardo de las libertades ciudadanas”.
Y subraya que “mucho más que la autonomía del Banco Central, cómo se regula el derecho a propiedad, o cómo se regulan los derechos sociales, me parece que este es el eje que va a cruzar todo el debate de fondo de la Convención y lo va a empezar a cruzar ya en la discusión de reglamento”.
La ex diputada UDI, hoy independiente, cuestiona los encuentros que han convocado convencionales de la Vocería de los pueblos, como la que se realizó ayer que congregó a 80 constituyentes por Zoom. “No corresponde funcionar al margen de la legalidad, de la institucionalidad. No te están invitando a un asado, te están invitando a definir las reglas con las que quieres funcionar y no corresponde que por simple mayoría, en un Zoom, un grupo determine qué organización quiere darse”.
De ahí la importancia que tanto Cubillos como Germán Concha le dan a las formas de la Convención y en particular, al reglamento: “El reglamento es el momento donde se va a discutir, por ejemplo, cuáles son las garantías de todos, no de los cuarenta y tantos, ochenta y tantos… cómo se va a manejar la participación de quienes van a exponer, cómo se va a evitar funas respecto de los distintos grupos que están participando en la Convención”, precisa el académico.
Lo peor que puede pasar con todas estas señales que hemos tenido es que una Convención como ésta, empiece a funcionar de facto porque después no la paras más”.
Cuando se suponía que la polémica de jurar o prometer o aceptar quedaba superada con el decreto del Presidente Sebastián Piñera., convencionales del mundo de la izquierda cuestionaron el texto emitido por el Mandatario porque, según ellos, se tomó más atribuciones. Ante esto, Cubillos señala que comparte con La Moneda que se haya optado por la palabra “aceptar” el cargo dado el ambiente que se estaba generando. “Lo que hay hoy día es una aceptación, porque se entiende que todos estamos obligados a cumplir la Constitución y las leyes. Lo divertido, y medio trágico a estas alturas, es que algunos no quieren aceptar. Ahora dicen ‘se están arrogando atribuciones que no tenían, cómo nos piden aceptar el cargo’, o sea tampoco lo quieren hacer”
Apunta: “Creo que acá hay una cosa mucho más de fondo, en lo que están buscando: ellos quieren ser dueños…. es un sector importante que quiere darse sus propias reglas, de funcionar más como una asamblea universitaria que como un órgano del Estado con una función pública de tal nivel que es redactar una Constitución”.
¿A qué estar atentos el 4 de julio? Cubillos plantea dos temas: “Primero, si se va a respetar el mínimo de formalidad para este cargo y por quiénes y quiénes no. Aquí hay algunos que quisieran funcionar de facto y de manera permanente. Y segundo: qué nombre van a llevar las fuerzas de izquierda y de centroizquierda para presidente y si van a ir unidos o desunidos”. Señala que ese sector “tiene de sobra para poder llegar a los 78 votos que se exigen para designar presidente porque es por mayoría absoluta, la señal de a quién ungen es bien importante”.
Y advierte: “Nos podemos encontrar con un escenario con un buen rato de discusión igual al estilo universitario, no está claro cómo se elige el presidente, podemos estar discutiendo las reglas de votación durante mucho tiempo. Creo que lo más importante a esa altura es salir con el compromiso de tener un reglamento en el más breve plazo. Lo peor que puede pasar con todas estas señales que hemos tenido es que una Convención como ésta, empiece a funcionar de facto porque después no la paras más”.