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Marcelino Miyares: Una Bitácora Cubana (LX)

  

1 ¿REELECCIÓN INDEFINIDA?

Si está pasando en el resto de América Latina, en los países democráticos ¿Por qué no podía ocurrir en la dictadura castrista? La tentación reeleccionista se ha apoderado de la mayoría de nuestras naciones cuando hace pocos años se contaban con los dedos de una mano los países de la región que tenían la reelección incluida en sus legislaciones. Pero es que el virus autocrático viene avanzando como fuego en pradera, a la par de claras debilidades en los liderazgos, que el coronavirus no ha hecho sino poner a la vista de todos.

Ha sido el régimen quien ha traído el tema a debate, por vía de una supuesta “propuesta del pueblo” a la Asamblea Nacional cubana; ¿buscarán perpetuar a Díaz-Canel al poder, a la manera de los hermanos Castro? Bueno, estos últimos actuaron siempre como monarcas, dentro de un régimen autoritario de poder hereditario.

En Diario de Cuba se nos dice que:

La respuesta es no… por ahora. El presidente de la República no puede reelegirse de forma indefinida porque el artículo 126 de la Constitución, elaborada bajo la tutela del Partido Comunista y por un grupo encabezado por Raúl Castro, dispone claramente que ese cargo se ejerce por «hasta dos períodos consecutivos, luego de lo cual (el funcionario) no puede desempeñarlo nuevamente».

De hecho, en los propios artículos 2 y 4 de la Ley en discusión se prohíbe la reelección indefinida del presidente. (…)

La Asamblea Nacional no puede aprobar ahora una ley que conceda al presidente la posibilidad de reelegirse de manera indefinida, porque ninguna ley puede violar lo que establece la Constitución, en virtud del principio de supremacía constitucional.

 

Para Reinaldo Escobar, en 14ymedio, esta posibilidad es “una amenaza”. Sin embargo, también afirma que

Es muy poco probable que en las actuales circunstancias los que mandan en Cuba se arriesguen a realizar un referendo popular con la intención de perpetuar en el poder a una persona que ni siquiera ha sido elegida directamente por los electores. Entonces, surge la pregunta: ¿a qué viene esta amenaza para echar atrás el único legado democrático que ha dejado Raúl Castro?

 

En realidad llegó el 28 de octubre y se aprobaron diversas leyes, entre ellas la del Presidente y Vicepresidente de la república. No incluyeron la famosa reelección y, como dice el art. 11, “El Presidente puede ejercer su cargo hasta dos períodos consecutivos, luego de lo cual no puede desempeñarlo nuevamente”.

Entonces, ¿por qué la insinuación, el asomo de posibilidad? Es un viejo truco publicitario, que haría feliz a Goebbels: se buscaba simplemente presentar la imagen de que la petición era muestra clara de la alegría que siente el pueblo por la gestión de Díaz-Canel, y evaluar cuál sería la reacción popular ante la propuesta.

Llama por cierto la atención que “el pueblo” pidió asimismo durante la pasada consulta popular para el referendo la posibilidad de que el presidente no fuera electo por el parlamento sino por votación popular directa. Obviamente, esto no fue mencionado por nadie en estas sesiones que acaban de ocurrir.

 

 

2 – CUBA ELECTA AL CONSEJO DE DERECHOS HUMANOS:

¿Cómo explicar semejante exabrupto, una grosera burla ante las diarias violaciones a los derechos esenciales de ciudadanos que solo lo son de nombre? Una elección que no significó ninguna sorpresa, aunque sin duda es muy cuestionable.

El dirigente democristiano cubano Yaxys Cires Dib publicó en “Diálogo Político” un trabajo en el que analiza con detalles y ejemplos el tema (“Cuba en el Consejo de Derechos Humanos: una elección difícil de explicar”). :

“Una elección que tiene pocas explicaciones fuera del intercambio de favores o votos entre gobiernos y de una diplomacia cubana que durante seis décadas ha cultivado una red de simpatías en todos los continentes. 

Pero también es más que evidente que los 170 gobiernos que votaron a favor de la candidatura cubana, entre ellos varias democracias, no tomaron en consideración el desempeño y la trayectoria de La Habana en materia de derechos humanos. Veamos solamente algunos aspectos recientes de su historial.

Detenciones arbitrarias. Desde 2018, año de la última Revisión Periódica Universal sobre Cuba, y hasta el 30 de octubre de 2020, el Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) ha documentado más de 7000 detenciones arbitrarias contra opositores y activistas de la sociedad civil. Estas detenciones han sido al margen de cualquier legalidad, al carecer de autorización judicial e incluso documentación para evitar su trazabilidad y tuvieron como finalidad impedir el ejercicio de otros derechos como la libertad de reunión. Los colectivos más perjudicados por estas actuaciones han sido la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y las Damas de Blanco, aunque recientemente el ensañamiento ha sido mayor con jóvenes pertenecientes al mundo de las artes y la cultura.

Retenciones en los hogares. En lo que va de 2020 se han documentado al menos 709 retenciones de activistas en sus hogares. En la mayoría de los casos, el Gobierno establece vigilancia policial en las afueras de las residencias. (…)

Prisioneros políticos. Actualmente hay 130 prisioneros por motivos políticos y de conciencia. En este punto, aunque con carácter general, es importante tomar nota de que Cuba es uno de los diez países del mundo con mayor población carcelaria per cápita, con más de 200 cárceles. (…)

Impedimentos de salida del país. Mecanismo usado para impedir que activistas puedan participar en eventos en el exterior. Desde enero de 2019 hasta esta fecha se han documentado al menos 180 casos de este tipo. (…)

Derechos laborales. La Revolución cubana, que surgió por lo menos a nivel de propaganda en beneficio de los trabajadores, es campeona en la violación de derechos laborales como el derecho a la actividad sindical independiente, el derecho a la huelga y el derecho a un salario justo. Lo más clamoroso es la confiscación de la mayor parte de los salarios de trabajadores cubanos en el ámbito hotelero o de la inversión extranjera dentro de Cuba y de los miembros de las misiones médicas en el exterior. (…)

Derechos sociales. (…) Según el último informe sobre el estado de los derechos sociales en Cuba, un 21 % de las familias cubanas vive con menos de 20 dólares al mes, casi el doble de lo registrado en enero (11 %). El 24 % vive con entre 20 y 40 dólares mensuales, y el 19 % vive con entre 41 y 100 dólares. Considerando una media de tres personas por hogar, el 64 % de los cubanos viven con menos de USD 1,11 por día.

El 75 % de los cubanos que necesitaron medicamentos no pudieron conseguirlos en las farmacias estatales, que son las únicas legales. El 83 % de los cubanos no cuentan con agua potable permanente. El 46 % de las familias necesitan que su vivienda sea reparada. El 11 % habitan en viviendas en peligro de derrumbe. El 76 % califican entre regular y muy malo el abastecimiento de material médico e insumos hospitalarios.

Todo esto contrasta con el nivel de vida de los dirigentes socialistas y con los cuantiosos ingresos que el Estado obtiene de la venta de servicios en el exterior.

Libertad de expresión y asociación. En un informe enviado recientemente por la Alianza Regional por la Libre Expresión e Información y el OCDH a los Estados representados en Ginebra y a la oficina de Michelle Bachelet, señalamos la «persistencia y agravamiento de situaciones de represión, hostigamiento, allanamiento y detenciones arbitrarias en Cuba». Además, cuestionamos que después de los compromisos adquiridos por Cuba en 2018 en la Revisión Periódica Universal, se aprobaran los decretos 349, que regula y limita la libertad de expresión artística, y 370, que establece sanciones a la libre distribución de información a través de internet. Ambas legislaciones han dado lugar a fuertes multas y a la confiscación de instrumentos de trabajo.

Cuba en Venezuela. Un elemento que no se puede obviar cuando se habla del historial de derechos humanos del régimen cubano es su implicación directa en el mantenimiento del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela, recientemente acusado por un informe de la ONU de cometer graves violaciones a los derechos humanos, entre ellas, crímenes de lesa humanidad. (…)

Mayor exigencia

En este contexto de empobrecimiento y represión, no debemos esperar por una reforma del Consejo de Derechos Humanos que ni siquiera está realmente sobre la mesa. Por ahora, el Gobierno no muestra ni la menor voluntad de cambio. Como siempre, juega a ganar tiempo, engañar a incautos y recibir concesiones sin pagar un costo político, tal y como hicieron con la buena voluntad demostrada por Barack Obama.

Los cubanos esperamos que las democracias redoblen la exigencia al régimen cubano como lo han hecho la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en su reciente informe país y organizaciones internacionales como la Internacional Demócrata de Centro y la Organización Demócrata Cristiana de América, que han exigido al gobierno que comience un proceso de reformas políticas, económicas y sociales para que el país avance hacia una democracia y una economía próspera. Un propósito que será más efectivo en la medida en que Estados Unidos y la Unión Europea establezcan una política conjunta hacia la isla, que incluya también a las instituciones financieras internacionales, y que cualquier concesión esté vinculada a avances concretos y medibles en materia de democracia y derechos humanos”.

 

 

 

 

Alberto Reyes

 

3 Dos sacerdotes alzan su voz de protesta.

 

En América 2.1, tanto en las notas que publicamos como en el propio Periscopio Cuba (del cual se encarga de forma muy destacada la periodista cubano-venezolana Macky Arenas), mencionamos dos recientes declaraciones de sacerdotes cubanos, Jorge Luis Pérez Soto (en La Habana), y Alberto Reyes (en Camagüey), en las cuales se denuncia la muy grave situación de pobreza, de escasez, de cada vez menos atención en materia de salud, que atraviesa la población.  

El padre Reyes afirmó en Facebook: «Cuba es una cárcel grande donde si te portas mal te meten en otra chiquita»Los cubanos necesitan vivir, dejar de arrastrar la existencia». 

Valientes palabras que, en opinión que di a la periodista Jossie Galindo de Américatevé, son un llamado a los obispos cubanos así como al propio Vaticano.

Mientras, en días anteriores, el padre Pérez Soto, en una homilía señaló acertadamente que «Ningún gobernante está por encima de su pueblo», y que “el «católico no puede ser apolítico”.

 

«La autoridad política no está por encima del pueblo, se debe al pueblo que la puso ahí. Cuando un gobernante no está dispuesto a dimitir, a quitarse del medio por el bien común, por el bien de su pueblo, por el bien de su sociedad: ese César es un tirano, porque ningún gobernante está por encima de su pueblo. El pueblo es el que coloca ahí a su gobernante”, subrayó.

 

 

 

4 – Yoani Sánchez: La prensa oficial cubana no ha anunciado aún la caída del Muro de Berlín

Esta nota va mucho más allá del hecho que allí se señala; el castrismo nunca ha reconocido que el Muro de Berlín se derrumbó –y el bloque soviético con él-; jamás le ha gustado aceptar sus fracasos, y por ello cuando la realidad no le conviene –algo que ocurre con mucha frecuencia- practica una especie de “política del avestruz”; como afirma Yoani Sánchez “si no se menciona no existe”. Pero leamos a la periodista:

Tengo un amigo que solo se enteró de la caída del Muro de Berlín en una reunión del núcleo del Partido Comunista en el instituto estatal donde trabajaba entonces. La prensa oficial apenas había sacado en sus páginas interiores una breve nota en la que informaba de la «apertura de la frontera de la RDA», pero sin dar detalles de lo ocurrido ni de sus profundas implicaciones políticas. El derrumbe de la barrera solo se le hizo saber a algunos elegidos en las semanas posteriores a aquel 9 de noviembre de 1989, pero incluso para ellos la noticia vino envuelta con todo tipo de tergiversaciones y maquillajes.

Hoy, 31 años después (…), la testaruda prensa oficial cubana sigue escamoteando aquel hecho y evitando aludir a la efeméride. No sorprende que Granma haya dedicado por estos días espacio al aniversario de la Revolución de Octubre pero haya olvidado convenientemente el fin de la «hermana República Democrática Alemana».

El castrismo siempre ha creído que a través de la palabra puede cambiar la realidad, ceñirla a sus consignas o a sus silencios. «Si no se menciona es que no existe», parece ser una de las máximas editoriales más arraigadas en los medios controlados por el Partido Comunista. Como si al silenciar un hecho o barrer un acontecimiento bajo la alfombra estuvieran logrando borrar también a sus protagonistas, sus anécdotas y sus repercusiones. Bajo esa misma premisa los periódicos nacionales no han hablado hasta el día de hoy sobre los crímenes de Stalin, no han publicado reportes de las masacres de Pol Pot ni han aludido a los sucesos de la Plaza de Tiananmen.

Así, año tras año, muchos cubanos revisamos los periódicos nacionales en busca de alguna alusión a la caída del Muro de Berlín como una forma de probar cuán intacto sigue el veto informativo sobre aquel acontecimiento y cuán poco ha logrado avanzar en estas tres décadas el periodismo oficial. Y cada noviembre, desde aquel lejano 1989, volvemos a comprobar que la cortina de acero de la censura sigue en pie en esta Isla”.

 

 

Joe Biden y Donald Trump

 

5 ELECCIONES EEUU:

 Se llevaron a cabo las elecciones en los Estados Unidos; estoy seguro que los lectores han seguido con interés lo ocurrido, y lo que está ocurriendo; pero aquí nos interesa resaltar las perspectivas y análisis que se vienen dando en la Isla.  

Reinaldo Escobar, en 14ymedio (“Segundos deshielos no tienen que ser peores”), propone que haya dos agendas, de acuerdo a los posibles escenarios futuros, uno de crispación y enfrentamiento en las relaciones entre nuestros dos países, y otro de distensión.

 

En el entorno castrista están cerrando un capítulo. Ahora aparecerá una grieta invisible entre quienes pretendan rectificar los errores de no haber sabido aprovechar las ventajas que puso Barack Obama sobre la mesa y los que siguen repitiendo como un mantra el lema guevarista de que «no se puede confiar en el imperialismo ni tantico así». Los nombres en las esferas del Gobierno de quienes apuestan por aprovechar al máximo un presumible deshielo permanecen en las sombras, los otros ya son cenizas o están en el irreversible camino de llegar a serlo. (…)

Pero en medio de estas discusiones está Cuba, la nación. Están nuestros hijos y nietos y nuestras derruidas ciudades, los improductivos campos, las obsoletas industrias, los caminos, las fuentes de agua, las costas. La Matria como prefería decir Lichi Diego en lugar de Patria”.

 

Mientras tanto, Cubanet dialogó con varios dirigentes de la oposición en Cuba (“Con Biden o no, la política en Cuba va a seguir dependiendo del pueblo”), sobre el significado de la victoria de Joe Biden:

Para Martha Beatriz Roque (…): creo que a nosotros los cubanos es a quien nos interesa lo que pasa dentro de Cuba, y creo que somos nosotros los que tenemos que resolver este problema. No nos tenemos que recostar a ningún gobierno del mundo, el cubano es el que tiene que despertar y resolver la situación tan difícil que tenemos, y pienso que en algún momento esto sucederá, no importa que sea Biden, o Trump, quien esté en la Casa Blanca”.

 

Entretanto, para Manuel Cuesta Morúa es claro que (…) “la llegada de Biden al poder es el retorno a la política de mayor distensión entre ambos países, que a mi modo de ver ayuda tanto a la familia cubana como a los demócratas en Cuba, y en ese sentido va a ser importante. Y está claro que ese regreso debería ser reajustado, y cuando digo esto me refiero a que debe haber un mayor apoyo, más claro y definitivo, a los demócratas en Cuba, a los luchadores por los derechos humanos, hay que darles más visibilidad y más legitimidad a los actores por la democracia en Cuba”.

Al respecto, Cuesta Morúa dijo que el gobierno cubano no ha dado muestras de querer negociar, y EEUU no debe dar demasiadas concesiones a un gobierno que no está dispuesto a negociar. (…)

“Pero creo que el mensaje del gobierno de Estados Unidos debe ser precisamente ese: queremos dialogar, estamos dispuestos a negociar, pero estamos decididos a apoyar la democracia en Cuba y los derechos humanos de los cubanos”.

 

Otro que emitió opinión en su página Cubaeconomía fue Elías Amor Bravo (Relaciones constructivas y respetuosas: ¿de quién y cómo?”), las cuales a continuación resumimos:

(…) “Biden, un viejo conocido para la cúpula castrista de los tiempos de deshielo de Obama, acabará siendo el nuevo inquilino de la Casa Blanca a partir del 20 de enero.

El régimen comunista cubano no aguanta más la asfixia del último año y medio. De algún modo, el mensaje de Díaz Canel es más un ruego o una súplica al nuevo mandatario de EEUU para que afloje un poco las cuerdas.

No cabe duda que en La Habana hay una expectativa de cambiar las cosas y además, muy grande y en muy poco tiempo. Sin hacer nada. Lo mismo que antes. (…)

Por eso, la creencia de Díaz Canel sobre la posibilidad de una relación bilateral “constructiva y respetuosa” de las diferencias entre los dos países, no llega en el momento más oportuno, y es tan solo fachada. (…) Creo que o la situación es realmente crítica (lo que viene avalado por los escasos indicadores económicos disponibles) o el régimen se percibe como débil y quiere atisbar, cuanto antes, posibles ayudas del vecino del norte que le permitan lo mismo de siempre, ganar tiempo.

Este sería el sentido del término “relaciones constructivas”. Se trata de construir algo distinto a lo que se ha edificado desde 2016 que, valga la redundancia, es mucho y muy sólido. Las relaciones constructivas que busca Díaz Canel son bien conocidas: líneas de crédito para financiar importaciones, turistas masivos, más remesas y todos los dólares que puedan llegar, sin hacer ninguna concesión a cambio. Los problemas económicos de La Habana son internos y tienen su origen en el modelo social comunista que rige la economía, pero si el vecino del norte suelta el dinero, qué mas da.

En cuanto al término “relaciones respetuosas”, habrá que recurrir a los archivos de prensa para constatar quién y de qué modo se muestra más irrespetuoso en las relaciones y comunicaciones que se producen entre los dos vecinos. Todavía se espera escuchar algún insulto procedente de EEUU como los que se escuchan a diario desde La Habana.

Desmantelar todo lo que se ha desarrollado desde 2016 tiene poco sentido. Volver a un “deshielo” sin que en La Habana entiendan que deben asumir su parte de responsabilidad y enderezar el rumbo de la nave, sería un gran error. Los defensores de la democracia y la libertad que se juegan el tipo dentro de la isla, donde la represión feroz contra los disidentes no se ha detenido en los últimos años, no verán con buenos ojos un entreguismo de las nuevas autoridades de EEUU hacia los intereses del régimen, sin nada a cambio.

(…) Biden cometería un gran error si hace seguidismo de la política de Obama con respecto a Cuba. El reto que tiene por delante, en mi opinión, es aprovechar lo conseguido en los últimos años e implementar una negociación abierta, con luz y taquígrafos, para que se pueda observar, a nivel mundial, quien no quiere cambios y por qué.

Es el momento ideal para desenmascarar al régimen de La Habana ante el mundo y mostrar que las “diferencias” sobre las que pretende establecer una negociación “constructiva y respetuosa”, no son otra cosa que los rasgos esenciales de una dictadura comunista revestida de democracia de “partido único”, como dijo Mogherini en una de sus visitas a La Habana, que no se puede aceptar como opción política en un ejercicio de libertades democráticas.

Biden también tendrá que afrontar la situación de Venezuela. Este es otro asunto muy complicado. Y con ello, volverá Cuba a la palestra, porque cada vez se encuentran más interrelacionados estos dos países. Las prisas no son buenas consejeras”.

 

Muy sensatos análisis, sin lugar a dudas. Hay que seguir con lupa y mucha atención el desarrollo post-electoral norteamericano.

Mientras, el COVID-19 se rearma y ha regresado con mayor furia y agresividad. A cuidarse y a seguir las indicaciones de la ciencia, normalmente más sensatas que las de la política.

Marcelino Miyares, Miami, 23 de noviembre de 2020.

 

 

 

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