Marcelino Miyares: Una Bitácora Cubana (LXXI)
1 – Modelo de Cuba ha sido un fracaso y la izquierda debe aceptarlo, afirma sacerdote
Queremos comenzar esta nueva Bitácora con las valientes declaraciones del P. Alberto Reyes Pías, sacerdote de la Arquidiócesis de Camagüey (Cuba), dirigiéndose a quienes tienen preferencias políticas de izquierda. Es un reportaje publicado por Diego López Marina en ACI Prensa, y en la página amiga Reporte Católico Laico.
Las palabras del sacerdote tienen como objetivo pedirles -con humildad- a todos aquellos que profesan ideas políticas de izquierda, que acepten y reconozcan el fracaso del modelo socialista que se impuso en la Isla hace 62 años.
Fue el pasado lunes 4 de octubre, en una columna compartida en redes sociales. Allí, afirmó:
“Yo entiendo que les hubiese gustado que Cuba fuera el modelo de un socialismo exitoso y funcional, pero mentiría si les digo que es así. Sé que es duro ver los sueños romperse, y sé cuán difícil puede ser superar el deseo obstinado de querer que lo que no es, sea”,
“El modelo cubano ha sido un fracaso, y humildemente quiero pedir a la Izquierda que termine de aceptarlo, porque mientras ustedes se niegan a asumirlo y se ufanan en seguir diciendo a un muerto: ‘vamos, que tú puedes’, mi pueblo sufre, mi pueblo padece”, continuó el presbítero.
Un hecho fundamental que señala el sacerdote es que, por desgracia, la Isla ha sido para la izquierda en el mundo (especialmente la europea y la latinoamericana) algo así como un sueño, como un ideal, pero con el grave defecto -que es hora de reconocer- que ello nunca ha existido.
Hablan de Cuba como “un socialismo exitoso, un país marxista-leninista alegre y próspero, donde el pueblo se siente a gusto y protegido, donde no hay injusticias ni miserias, donde el humilde se siente respaldado y seguro, orgulloso de sus dirigentes y confiado en el futuro feliz y luminoso de sus hijos”. “Eso es lo que desde una bien elaborada propaganda les pidieron ver, y eso es lo que ustedes se empeñan en ver”, subrayó el religioso.
Lo cierto es que, en sus palabras, claras y contundentes, se expresa una irrefutable verdad, y basado en ella, le hace un pedido a estos señores que postulan ideas de izquierda; por la sencillez y sinceridad de sus palabras, aquí las reproducimos:
Lo que vive el pueblo en realidad, es “una vida similar a la de las naciones en guerra, donde todo se vuelve una odisea desgastante: la comida, las medicinas, el transporte, el estudio, las condiciones de trabajo”.
“Padecemos el miedo a expresarnos libremente, y la vulnerabilidad ante un sistema judicial que condena y no admite defensa. Padecemos la incertidumbre de un modelo social donde no tenemos prácticamente ningún control sobre nuestro presente ni sobre nuestro futuro”.
“Padecemos la muerte de nuestros sueños, el síndrome de la huida y el mar infinito como nuestra única esperanza”, agregó.
“Sería una burla de mi parte invitarlos a vivir un espejismo, hermoso y esperanzador, como todos los espejismos, pero falso y vacío”.
“Y del mismo modo en que me niego a burlarme de ustedes, les pido lo mismo para mi pueblo. Por favor, dejen de burlarse de mi pueblo, dejen de defender maquinalmente una realidad maravillosa que no existe. Respétense y asuman que Cuba no es lo que ustedes hubiesen querido que fuera, y que 62 años es tiempo más que suficiente para demostrar que nunca lo será”, sentenció.
Dirigiéndose a los lectores, les dijo que si “creen que el marxismo-leninismo es la solución a los problemas de este mundo, tienen todo el derecho a buscar allí las soluciones, y yo los respetaré, pero no aplaudan el fracaso del socialismo en mi tierra con discursos de fingido orgullo”.
“Y si no quieren decir por lo claro que hemos fracasado, al menos guarden silencio, aprendan a callar, que también puede ser una opción digna”, añadió.
Finalmente, dijo que los ciudadanos cubanos “seguiremos intentando construir una Cuba donde se pueda vivir en la verdad y la libertad, recordando, de tanto en tanto, a Oscar Wilde cuando decía: ‘Todos estamos en el fango, pero algunos miramos las estrellas”.
2 – El castrismo no es Cuba
No solo ha fracasado el proyecto totalitario castro-comunista; como bien destaca Pedro Corzo en Cubanet, “El castrismo no es Cuba”. No se puede confundir la nación, la bandera, el himno y Cuba con la revolución y el castrismo.
Y esta estrategia no solo no es original del comunismo castrista, sino es consustancial con todo Gobierno influenciado por las ideas de Marx, Lenin y demás profetas del totalitarismo socialista.
En el caso cubano, destaca Corzo, es de señalar que casi toda la población ha conocido un solo tipo de Gobierno, un solo liderazgo, un único estilo de relacionar la sociedad y el Estado, de ofrecer servicios públicos, de conducir la economía, de entender la cultura y, finalmente, de entender el mundo. Con unas lentes absolutamente negadas a mostrar y a permitir que se vea y viva la autonomía personal, la libre decisión de las vocaciones personales y subjetivas.
Ser castrista no solo no es ser cubano, es ser inhumano.
Ser castrista es ser servidor del Estado, y no ser servido por él.
Ser castrista, defender el castrismo, es no querer entender/asumir el inmenso daño antropológico causado luego de sesenta años.
Ser castrista es vivir y practicar la falsedad, la mentira, defender injusticias, irrespetar la dignidad de la persona, de todas las personas.
El castrismo no educa, indoctrina. Como bien destaca Corzo, es “segregación política e ideológica”. Sigamos con el periodista:
Los que han detentado el poder en Cuba desde 1959 han implantado un método patriarcal que ha generado una exagerada dependencia de los siervos de la Autoridad, la que ha inducido, aun entre muchos de aquellos que no son devotos del sistema, a la creencia de que el Estado, los Líderes y la Revolución son una trinidad sintetizada en la Nación, en una palabra, todo es lo mismo, y quien ataque a uno intenta destruir el conjunto.
Por supuesto, esta certeza donde mayor presencia tiene es entre los jóvenes porque han sido las víctimas más abusadas, de ahí, que aun aquellos que tienen la capacidad de tomar decisiones propias como independizarse trabajando por su cuenta o abandonando el país, tienden a repudiar todo lo que Cuba representa al identificar erróneamente al régimen con la Nación; o en caso contrario, aprueban y promueven todo lo que sucede en la Isla sin entrar a considerar cuales son los progresos naturales de un país con independencia del gobierno que lo dirija. (…)
El gobierno fracasó rotundamente en la creación del hombre nuevo, aunque recurrió a diferentes métodos. Intentaron por todos los medios formar un ser humano incondicional al sistema apelando a una intensa propaganda a favor del trabajo voluntario que debió ser abandonado por improductivo y porque nunca fue voluntario”.
3 – El Premio Nobel de la Paz y los médicos – esclavos cubanos
Lo reseña Diario de Cuba: está molesto el régimen; muy molesto, como se ha notado en los medios de comunicación oficiales. Pensaban que tenían asegurado el Premio Nobel de la Paz para su negocio de explotación a los médicos/esclavos cubanos.
No contento con no aceptar el resultado, el régimen de La Habana cuestiona el galardón a los periodistas Dmitry Muratov (Rusia) y María Ressa (Filipinas) y dice que ‘reciben dinero desde el exterior’ (como si el castrismo no tuviera décadas sobreviviendo gracias a subsidios de amigos foráneos). Otra ironía: los dos ganadores son periodistas que defienden la libertad de expresión y que critican regímenes autoritarios donde se persigue el pensamiento libre.
Para Granma, el Comité del Nobel decidió bajo «manipulación» y siguiendo «intereses políticos y factores subjetivos». Qué papelón. Acusan a los jueces escandinavos de lo que el castrismo lleva en su ADN; la manipulación y los intereses siempre favorables al régimen.
Lo cierto es que si Muratov y Ressa fueran ciudadanos cubanos, hace tiempo habrían sido perseguidos, apresados u obligados a irse del país.
Según Diario de Cuba:
«El Nobel de la Paz a Muratov y Ressa supone un doble varapalo para el régimen cubano, por su represión a los periodistas independientes y censura a la prensa no controlada por el Partido Comunista de Cuba (PCC), y por sus intentos de que el galardón fuera concedido a los médicos que envía a misiones en el exterior en condiciones que violan sus derechos laborales, humanos y libertades fundamentales, y que han sido calificadas como una forma moderna de esclavitud. (…)
Las condiciones que sufre el personal de la salud en las llamadas «misiones» fueron denunciadas también en una carta al Comité Noruego del Nobel por un grupo de médicos, enfermeros y otros especialistas. «Si cesamos nuestras labores o protestamos, sufrimos represalias que incluyen, según lo decretado por Ley, hasta ocho años de prisión y el impedimento de entrar en nuestro país, Cuba, por al menos ocho años o de que nuestras familias puedan salir de Cuba para unirse con nosotros en el extranjero», apuntaron.
4 – Elías Amor: La economía cubana sin rumbo y sin control
El tema económico siempre a la orden del día, ante la gravedad de la situación. Es útil seguir los expertos análisis del respetado economista Elías Amor; tiene muchos años dedicado a la materia. En su último artículo destaca lo siguiente: Alejandro Gil -ministro de Economía- ha afirmado recientemente que la situación se está recuperando -lo cual, al parecer, el ministro es el único en notar-. Para Amor no hay indicadores de ningún tipo que apoyen esa afirmación; esos señalamientos sin sentido solo sirven para inquietar a todo el mundo, en especial los acreedores. Se pregunta Amor: ¿Estará cerca el default?.
Lo cierto es que ya van casi dos años de recesión, no hay fuerzas para superar la crisis, se depende cada vez más de las divisas del exterior, que no llegan. Y la Tarea Ordenamiento parece rumbo al cementerio de las propuestas fracasadas. En palabras del economista:
Han sido dos largos años perdidos para el régimen, en los que la gran apuesta, la Tarea Ordenamiento, ha sido un fracaso, provocando más inflación y recesión, y un descontrol fiscal y monetario sin precedentes. Por cierto, el ministro ni ha citado la Tarea Ordenamiento en la conferencia de prensa y nadie le ha preguntado por ella. Parece que ha sido enterrada definitivamente, nueve meses después de su entrada en vigor. (…)
En la misma conferencia de prensa, Gil dijo que en su opinión, este mejor comportamiento de la economía responde a tres factores: el control del Covid-19, el esfuerzo de los científicos y médicos, y los resultados del proceso de vacunación. Cierto es que dominar la pandemia es condición necesaria, pero no suficiente, para que las economías reboten y recuperen los niveles anteriores. Existen suficientes evidencias de que confiar a los datos médicos la recuperación económica no sirve. (…)
En el capítulo de los incumplimientos del plan, Alejandro Gil reconoció que el crecimiento del PIB en 2021 no superará el 2,2%, lejos, muy lejos del 6% previsto, lo que obligará a una rectificación y/o ajuste de las cuentas públicas acorde al nuevo escenario. La cuestión es en qué se basa el ministro para asegurar que este débil crecimiento de la economía en 2021 puede ser el comienzo de una etapa gradual de recuperación de la economía, con pronósticos favorables para el próximo año. Viendo los datos desde esta perspectiva, hay que empezar a pensar que el pronóstico del 2,2% para 2021 parece exagerado, y que la economía cubana, sin motores internos, puede quedar muy por debajo de esa cifra nuevamente. (…)
La apuesta del ministro es la reapertura del turismo, y afirmó que en este año no se alcanzará el objetivo de 2,2 millones de visitantes internacionales (otro incumplimiento más). (…)
Alejandro Gil anunció que en 2022 se espera una cifra superior de turistas a los dos millones y «se confía que esta actividad tenga un aporte importante en la recuperación de la economía». Todo basado en la confianza y la expectativa. La economía cubana se encuentra fuera de control, con un modelo agotado e inservible y una absoluta falta de ideas de los dirigentes para resolver la crisis. Los acreedores internacionales habrán tomado buena nota de todo ello”.
5 – ¿Criminalizar un derecho?
Escribe Reinaldo Escobar, en 14ymedio, sobre la respuesta negativa dada por el régimen a la marcha pacífica que se iba a realizar el pasado día 15. La razón dada no se sostiene ni jurídica no políticamente. No es posible afirmar que “una marcha para reclamar que se respeten los derechos humanos y se libere a los presos políticos” es equiparable con querer cambiar el sistema político. El autor afirma correctamente: “a menos que se reconozca que el sistema socialista no sobreviviría si ambas demandas se cumplieran”. (…) Concluye Escobar:
Hay una sola manera de convertir en permitido lo que se considera prohibido y es luchar por ello. Promover los cambios civilizadamente.
Si ni siquiera se permite hacer la gestión, si nos ponen una multa por exceso de velocidad, cuando solo estamos solicitando que se modifiquen los límites establecidos en una carretera, entonces la responsabilidad de lo que ocurra caerá sobre los que imponen las prohibiciones”.
Marcelino Miyares, Miami, 23 de octubre 2021