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María Isabel Rueda: Una gran entrevista

Si alguien tiene autoridad para hablar del conflicto armado en todas sus dimensiones, es Pizarro.

Entrevista a Eduardo Pizarro sobre su nuevo libro, 'De la guerra a la paz'

Eduardo Pizarro

 

Una de esas entrevistas –escasas, por cierto– que producen envidia por la claridad del entrevistado y la pertinencia del entrevistador es la que publicó la revista ‘Cambio’ Colombia, que le hizo la periodista Patricia Lara a Eduardo Pizarro Leongómez.

Porque si alguien tiene autoridad en este país para hablar del conflicto armado en todas sus dimensiones, es Pizarro. Sociólogo, politólogo, especialista en relaciones internacionales, profesor y diplomático, nació además, por esas circunstancias de la vida, en el seno de dos familias militares de mucha trayectoria en Colombia, los Pizarro (su padre fue el almirante Juan Antonio Pizarro), y los Matamoros.

De cinco hermanos, tres fueron guerrilleros, dos de ellos asesinados en medio del conflicto: Carlos, jefe del M-19, y Hernando, comandante del frente Ricardo Franco, disidencia de las Farc, protagonista de uno de los hechos más sangrientos de la lucha armada: la masacre de Tacueyó, en 1985, en la que asesinó, con José Fedor Rey, a 164 combatientes campesinos, acusados de ser infiltrados. Eduardo, además, es tío de las congresistas María José y María del Mar Pizarro, principales alfiles de Petro.

A Eduardo se le reconoce como un caballero y una persona decente hasta extremos increíbles. Una vez las Farc intentaron matarlo, de la misma forma que mataron al economista y profesor Chucho Bejarano: en los parqueaderos de la Universidad Nacional. Pues de ida a urgencias se devolvió a darle una propina al taxista, para compensarlo por haberle ensuciado el carro…

Los siguientes son los puntos más interesantes de esta extensa entrevista:

 

PAZ TOTAL: Asegura que este proyecto es improvisado y “está pésimamente diseñado”. Teme que, si no se corrige pronto, no solo no conduzca a la paz, sino que agrave el conflicto interno.

LAS FARC: Dice que durante la negociación, tenían tres frentes. Uno dedicado a la acción militar, otro a la acción política y social, y otro a la economía de guerra. Los dos primeros se reincorporaron, y el tercero se quedó en las disidencias. Y previene que lo mismo podría pasar con el Eln, dedicado a la minería ilegal y narcotráfico.

ORIGEN DE LA VIOLENCIA: Por fin escucho a alguien quien coincide conmigo con la idea de que la violencia no está necesariamente montada sobre la pobreza, porque eso significaría que todos los pobres están condenados a ser violentos. Pizarro no la descarta como factor, pero asegura que la generan otros dos ingredientes: la ideología y sobre todo la codicia, “el principal motor de la violencia en Colombia”. Según Pizarro, con la cúpula del ‘clan del Golfo’ es fácil negociar, porque están ricos, viejos y cansados. No así con los mandos medios, que creen que ahora es su turno, y seguramente se reciclarán si no acabamos con sus incentivos criminales, el principal de ellos, las drogas. (Farc, capítulo dos)

EL NARCOTRÁFICO: Dice Pizarro que de 193 Estados de Naciones Unidas, no llegan a 5 los que apoyarían a Petro en una regularización del mercado de la cocaína.

EL GLIFOSATO: Y que como será por ello tan difícil acabar con este incentivo criminal, hay que revivir la fumigación con glifosato sobre los cultivos industriales, buena parte de las 240.000 hectáreas actualmente cultivadas. Asegura que lo que desplazó el cultivo de la coca al Perú fue la amenaza del glifosato, pero cuando el gobierno Santos la prohibió, pasamos de 40.000 hectáreas en 2016 a 240.000.

EJÉRCITO Y POLICÍA: Es quizás el punto más crítico de las reflexiones de Pizarro. Dice que están profundamente desconcertados porque no saben cómo actuar, ya que la política de seguridad no es clara. Que el patrullaje y la confrontación han caído dramáticamente, porque existe el temor de que si salen a patrullar, y se enfrentan con un grupo de los que firmaron el cese al fuego, el Gobierno se indignará, y se afectarán sus carreras militares. Por eso, para muchos mandos, “es mucho menos peligroso permanecer enclaustrados que salir a patrullar”.

Insiste en que es urgente localizar a los grupos armados territorialmente, para no tener que andar con un megáfono preguntando: “¿Ustedes son los buenos o los malos?”. Asegura que la barrida de este gobierno de 50 generales generó un profundo desánimo interno, y que Colombia puede verse abocada a una crisis de mando militar y policial muy grave en los próximos años, porque los coroneles no han completado su preparación para generales. Y concluye: “Necesitamos repensar el modelo de seguridad y defensa nacional”.

MINDEFENSA: “Es valioso”, pero “no estaba preparado para el cargo”. (…) “Ojalá pronto logre llenar su vacío de formación”.

COMISIONADO DE PAZ: “Se montó en el sueño de la paz total, pero ha sido terriblemente improvisado su modelo”.

Reflexiones en gran entrevista de uno de los hombres con más autoridad en el tema del conflicto armado en Colombia, que vale la pena escuchar.

 

 

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