Marine Le Pen recorta distancia con Macron
La candidata de extrema derecha ganaría seguro la primera vuelta, seguida de Macron, que contaría entre un 25 y un 28% de intenciones de voto
Continúan aumentando las intenciones de voto para Marine Le Pen, presidenta de Agrupación Nacional (AN, extrema derecha), que se cotiza como ganadora segura de la primera vuelta de la elección presidencial, recortando distancias con Emmanuel Macron, en la segunda y decisiva vuelta. Según un estudio sociológico y sondeo del matutino conservador ‘Le Figaro’, Marine Le Pen tiene hoy entre un 27 y un 30% de intenciones de voto en la primera vuelta de las elecciones presidenciales que deben celebrarse dentro de once meses.
Según ese sondeo, Le Pen ganaría seguro la primera vuelta, seguida de Macron, que contaría entre un 25 y un 28% de intenciones de voto. Al día de hoy todos los candidatos de izquierdas, socialistas, comunistas, populista y ecologistas tendrían juntos entre 5 y 8 puntos menos que Marine Le Pen. Hundimiento histórico excepcional de las izquierdas.
Las derechas tradicionales tampoco mejoran. Los candidatos conservadores conocidos apenas acumulan de 10 a 15 % de intenciones de voto. Hundimiento histórico, igualmente.
Hasta la semana pasada, todos los sondeos confirmaban que Marine Le Pen podría ganar la primera vuelta, pero sería derrotada por Macron en la segunda. Por vez primera, la candidata de extrema derecha pudiera estar a solo 2 o 3 puntos del presidente candidato previsible a la reelección.
Según el último sondeo publicado por el semanario ‘Challenges’, (economía, independiente) Marine Le Pen tendría entre el 47 y 48% de intenciones de voto en la segunda vuelta, que podría ganar Macron con un 52 o 53 % de intenciones de voto.
En Francia, los sondeos de opinión son históricamente muy fiables. Con un margen de error del 2 % aproximadamente. Esa es, aproximadamente, la distancia que todavía separa a Macron y Le Pen. Una distancia históricamente mínima y sin precedentes.
A once meses de la primera vuelta presidencial, las intenciones de voto pueden cambiar. Incluso pueden aparecer nuevos candidatos que modifiquen el paisaje político nacional. Pero la tendencia de fondo viene de muy lejos, confirmándose desde hace meses. Con un agravante: obreros y clases sociales modestas tienen mala o muy mala opinión de Macron y se han convertido en el primer vivero electoral de la extrema derecha francesa.