Marrero jura lealtad a Rusia en San Petersburgo y asegura que Cuba sigue «abierta al negocio»
La empresa de bebidas de Boris Titov, el asesor económico de Putin para La Habana, fabricará ron cubano
El rol de Cuba en la hoja de ruta de Moscú no es poco importante, y Marrero aseguró que está listo para unirse a la construcción del «mundo justo» y «multipolar» que planea el Kremlin. (Twitter/Manuel Marrero)
No pudo ser más clara la intervención del primer ministro cubano, Manuel Marrero, en el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (Rusia): «Estamos abiertos al mundo, abiertos al negocio», resumió, tras admitir que, para echar adelante el país, el Gobierno cifra todas sus esperanzas en un «elemento clave», la inversión extranjera.
Marrero ha transitado como pez en el agua por las distintas sesiones del evento, inaugurado el pasado jueves y que concluirá el sábado. El foro, según la prensa oficial, ha tenido un objetivo principal: discutir los problemas económicos que enfrenta Rusia y calibrar el papel que sus aliados pueden tener en su reestructuración como potencia –tras el golpe financiero que ha representado la invasión de Putin a Ucrania– y en su lucha «contra la hegemonía estadounidense».
El rol de Cuba en la hoja de ruta de Moscú no es poco importante, y Marrero aseguró que está listo para unirse a la construcción del «mundo justo» y «multipolar» que planea el Kremlin para los próximos años. A pesar de esta declaración de lealtad, el primer ministro centró sus palabras en la idea del desarrollo soberano, pero insistió en que sin dinero ruso no habría turismo, agricultura, industria ni desarrollo económico en la Isla.
El primer ministro centró sus palabras en la idea del desarrollo soberano, pero insistió en que sin dinero ruso no habría turismo, agricultura, industria ni desarrollo económico en la Isla
En este aspecto, prosiguió, es esencial la participación de Cuba como sede de la próxima cumbre del G-77 más China. El evento «será una oportunidad para abrirnos y dar facilidades de inversión», aseguró, tras garantizar a quienes lo escuchaban que la Isla «saca las mejores experiencias de los momentos de crisis».
Mientras Marrero habla en San Petersburgo, las negociaciones de Rusia y Cuba van a toda máquina. Boris Titov, presidente del Consejo Empresarial que orienta la actividad comercial entre ambos países, reveló a la agencia rusa Interfax que Moscú producirá ron cubano en «variedades especiales».
«Varias empresas, incluida la empresa con la que estoy relacionado, están negociando para aumentar la oferta del ron cubano», dijo. El asesor de Putin para La Habana aludía al grupo empresarial Abrau-Durso, un conglomerado dedicado a la producción de vino y otras bebidas del que Titov es el principal accionista. En 2020 –el último año con estadísticas disponibles– Abrau-Durso logró una ganancia de 8,72 billones de rublos (más de 104 millones de dólares) y vendió 41.050.000 de botellas.
Con el impulso económico de Abrau-Durso y el apoyo de ambos Gobiernos, el negocio está en la «etapa de firmar contratos», señaló Titov. La empresa planea, además, producir ron cubano añejo, «elaborado con tecnologías especiales de baja destilación».
Titov afirmó que ya está en preparación una Casa Comercial Rusa en La Habana, donde se venderán «bienes de consumo rusos»
Por otra parte, Titov afirmó que ya está en preparación una Casa Comercial Rusa en La Habana, donde se venderán «bienes de consumo rusos», entre ellos productos químicos para el hogar, implementos deportivos, carnes, leche y confituras. «Los cubanos están especialmente ansiosos por la repostería», comentó jocosamente.
Otras empresas, dedicadas a la fabricación de automóviles, como UAZ y AvtoVAZ, dijo, están «considerando la posibilidad» de ensamblar sus autos en la Isla o de apoyar la producción nacional de vehículos.
El vínculo entre Moscú y La Habana sigue solidificándose, y los analistas de la Isla lo celebran como única tabla de salvación a punto de entrar en los meses de más calor, desabastecimiento, apagones y –si se sigue el patrón de los dos últimos años– potenciales protestas.
El profesor de la Universidad de La Habana Fabio Fernández Batista, protagonista de un polémico debate sobre el concepto de patria en Televisión Cubana, aplaudió en Sputnik que Marrero hubiera logrado la firma de varios acuerdos para afianzar el compromiso del Kremlin con la economía de la Isla.
Aunque el académico reconoció que el contexto internacional no puede ser más distinto, expuso que Moscú es un apoyo fundamental para enfrentar la «hostilidad de EE UU y su preponderancia»
Fernández considera que, desde la era soviética, Cuba logró mantener una «conexión ideológica estructurada» con el Kremlin. Es perfectamente razonable, argumentó, que Rusia invierta en la Isla, pues existe el antecedente de su integración al Consejo de Ayuda Mutua Económica y al Campo Socialista, en la década de 1970.
Aunque el académico reconoció que el contexto internacional no puede ser más distinto, expuso que Moscú es un apoyo fundamental para enfrentar la «hostilidad de EE UU y su preponderancia». Sin ambages, consideró que el país euroasiático es «un aliado poderoso y un hermano», que ayudará a «despertar el entendimiento sobre caminos que pueden hacer la vida más fácil».
Coincidiendo Marrero, el profesor pidió «una inyección de capital foráneo», pero advirtió que «habrá que negociar desde una posición de defensa a la soberanía del país, sus esencias y valores».