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Más evidencias: MIPYMES conectadas al poder

Julio Martínez Ramírez, ex primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), opera su propio negocio en el municipio Centro Habana.

Empresarios cubanos reunidos con representantes del exilio en Miami.
Empresarios cubanos reunidos con representantes del exilio en Miami. 23YFLAGER

 

 

En los últimos días han trascendido algunos casos de MIPYMES (micro, pequeñas y medianas empresas) que pertenecen o están estrechamente vinculadas a testaferros, exfuncionarios o figuras representativas del Gobierno cubano. Julio Martínez Ramírez, quien fuera el primer secretario de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) entre 2004 y 2009, opera su propio negocio en el municipio Centro Habana.

DIARIO DE CUBA reportó hace poco cómo una nieta de Raúl Castro, Lisa Titolo Castro, vende los «alimentos favoritos» de los cubanos en la MIPYME Gaia. Un presunto testaferro del régimen, Frank Cuspinera Medina, tiene una gran tienda llamada Diplomarket a las afueras de La Habana que ni siquiera aparece entre la relación de MIPYMES aprobadas hasta ahora.

Según un reportaje del medio independiente 14ymedio, Diplomarket empezó vendiendo sus caros productos hasta en pesos cubanos, pero ahora cobra en dólares en efectivo. Este negocio pertenece a una empresa estadounidense llamada Las Américas TCC Corporation, fundada en 2011 y con sede en Florida. Como vicepresidente de Las Américas figura el cubano Frank Cuspinera Medina, quien, según páginas especializadas, ha tenido domicilio en EEUU. Ahora Cuspinera tiene su domicilio fijado en La Habana y en 2021 firmó una misiva que pedía a Joe Biden el fin de las sanciones de EEUU al Gobierno cubano.

En la tienda de Gaia, ubicada en la esquina de las calles Primera y F del habanero barrio El Vedado, municipio Plaza de la Revolución, medio kilogramo de picadillo de cerdo cuesta 1.100 pesos, más de la mitad del salario mínimo cubano, que es 2.100 pesos.

Por su parte, de acuerdo a un reportaje de Cubanet, Martínez Ramírez vende (tanto en su tienda física como online) desde helados hasta bebidas alcohólicas, confituras, cigarros, aceite y café, productos inaccesibles para los cubanos en los locales del Estado.

Estos tres nuevos ejemplos se unen a los que ya habían trascendido de MIPYMES vinculadas directamente a altas esferas del poder en al Isla. Lo que se ha intentado vender por parte del régimen como una apertura hacia la economía privada, ha terminado siendo una vía para legitimar hasta a represores.

A finales de septiembre, Food Monitor Program, una iniciativa independiente que estudia la inseguridad alimentaria en Cuba, denunció la venta de comida a sobreprecios en negocios online como Katapulk, del cubanoamericano Hugo Cancio, mientras los cubanos sufren una profunda crisis alimentaria.

Para el politólogo Dimas Castellanos, columnista de DIARIO DE CUBA, «si bien las MIPYMES constituyen un paso de avance respecto al estado anterior, resultan insuficientes para la formación de una clase media nacional, independiente y para el despegue de las fuerzas productivas, porque nacieron atadas a la Constitución de 2019, concebida como una camisa de fuerza para las futuras empresas privadas. El Partido-Estado-Gobierno, que elaboró la Constitución, decidió que la planificación y no el libre mercado seguirá siendo el rasgo distintivo de la economía. Las MIPYMES no pueden salvar lo insalvable; necesitan de la economía de mercado, de libertades y de un marco jurídico que estimule su creación».

En medio de ese panorama, se yerguen y enriquecen un grupo de MIPYMES que casualmente tienen un vínculo con el régimen o sus secuaces.

La economista de esta redacción, Rafaela Cruzha dicho sobre las reformas que dieron pie a la creación de las MIPYMES: «Tras 64 años de absolutismo y miseria no hay cambio alguno de fundamento en la mentalidad del Gobierno cubano. Todas las reformas que han hecho hasta hoy son tardías e incompletas porque en el fondo son contrarias a su ideología e intereses, por ello están diseñadas de modo que funcionen tan a favor del Gobierno como sea posible, sembrándoles siempre, con dialéctica, propaganda y leyes, el germen de su erradicación cuando las condiciones lo permitan. Ya el igualitarismo dejó de ser útil para un neocastrismo que entiende que su salvación está en evolucionar, sí, pero no a la democracia, sino a métodos dictatoriales más eficientes».

 

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