Max Colodro: «La ganadora nítida del debate es Evelyn Matthei»
En conversación con El Líbero, el analista abordó el primer foro presidencial. «Jara fue la mayor decepción de la noche», dijo, advirtiendo que José Antonio Kast tampoco tuvo un buen desempeño. Además de Matthei, Colodro resaltó las performances de Johannes Kaiser y Marco Enríquez-Ominami.
Este miércoles 10 de septiembre se desarrolló el primer debate presidencial transmitido por televisión, en el que se enfrentaron los candidatos José Antonio Kast, Jeannette Jara, Evelyn Matthei, Franco Parisi, Johannes Kaiser, Marco Enríquez-Ominami, Eduardo Artés y Harold Mayne-Nicholls.
En la instancia organizada por Chilevisión, los candidatos que van más atrás en las encuestas aprovecharon de interpelar a quienes llevan la delantera. Además, se vivieron algunos momentos tensos, con un cara a cara entre Jara y Kast y otro entre Parisi y Matthei.
En conversación con El Líbero, el analista político, sociólogo y doctor en filosofía, Max Colodro, se refirió al desempeño de los ocho competidores a La Moneda, destacando la performance que tuvo la abanderada de Chile Vamos, Amarillos y Demócratas: «La ganadora nítida es Evelyn Matthei«
«Fue un debate pobre en términos de ideas y propuestas»
-¿Qué análisis hace del debate?
-En términos generales, este fue un debate bastante pobre en términos de ideas, proyectos y de propuestas. Los candidatos no salieron de las ideas generales, de las consignas, fue un sobrevuelo sobre los temas importantes, y no hubo ninguna capacidad por parte de los candidatos de profundizar, de hacer un diagnóstico de qué es lo que le ocurre a la sociedad chilena, de transmitir al menos ciertas pinceladas generales sobre un diagnóstico o aterrizar el porqué de las medidas que se están proponiendo, cosa que tampoco ocurrió con mucha profundidad… Una de las cosas que me quedó como sensación después de haber visto el debate es que, si uno piensa que veníamos del Chile de Aylwin, de Lagos, de Piñera, la verdad es que el deterioro de los liderazgos políticos es algo muy impactante, y reafirma el momento complicado que está viviendo la sociedad chilena, el deterioro de la política y de la capacidad de los liderazgos para poder dar cuenta de sus problemas y de la solución a esos problemas. Eso es algo que se me hizo muy visible.
-¿Hace este diagnóstico de todos los candidatos?
-Sí, yo te diría que en general todos los candidatos estuvieron bastante básicos. Nadie salió de lo general, de lo elemental. Todos quieren más crecimiento, todos quieren que haya más seguridad, todos quieren que el país tenga menos migración irregular, pero las cosas no pasan mucho más de ahí. O sea, en general, las propuestas, que son pinceladas de políticas públicas medianamente aterrizadas y medianamente definidas, fue algo que más bien te diría que brilló por su ausencia.
«Jara fue, por lejos, la mayor decepción de la noche«
–¿Y hubo un ganador y un perdedor?
-Claramente aquí los candidatos que estaban de alguna manera defendiendo posiciones y desafiados eran los candidatos que están mejor aspectados en las encuestas, que eran José Antonio Kast y la candidata del oficialismo Jeannette Jara. Y, a mi juicio, la peor performance de anoche tiene que ver con ellos dos. Es decir, los candidatos que tenían que defender posiciones, que tenían que transmitir capacidad de liderazgo, autoridad, visión de Estado, fueron los que más quedaron al debe. Y Jara fue, por lejos, la mayor decepción de la noche, es una persona que no logró transmitir la simpatía con la que aparentemente hizo la diferencia antes.
-ME-O sostuvo que Jara estaba «amurrada», ¿coincide?
-Es una persona que se amurra y que no logra responder a los desafíos e interpelaciones, que no logra salir de las ideas muy generales. ME-O la desafió consistentemente y uno habría esperado que su equipo y la gente que trabaja con ella hubiese tenido absolutamente claro que lo que iba a ocurrir en el debate era una interpelación del candidato que le está disputando los votos por la izquierda, que es Marco Enríquez-Ominami, y no se preparó para este escenario. Y lo mismo te diría de José Antonio Kast.
-¿Qué análisis hace de la performance de Kast?
-La pregunta obvia que iba a aparecer era el problema de los bots y de las redes sociales, y José Antonio Kast no llevaba una respuesta preparada. Finalmente no respondió a la pregunta. La ofensiva de Jeannette Jara en esa materia, en ese tema, lo dejó paralizado, lo dejó sin capacidad de respuesta. O sea, los dos grandes liderazgos que se han mostrado en estas elecciones y que eran los desafiados en este primer debate quedaron muy al debe.
-¿Por qué ocurrió esto? ¿Se debe a la poca preparación de los candidatos, o también hubo un problema de formato?
-Muchas veces en campañas anteriores, en presidenciales anteriores, hemos comentado los problemas de los formatos. Yo sinceramente creo que anoche el problema mayor no fue el formato, fueron los candidatos. Hubo una debilidad estructural en temas de propuestas. Lo que ayer hizo la diferencia son los estilos, las personalidades, la capacidad de responder a los escenarios complejos en los cuales te colocan los rivales. Y en eso, los dos candidatos principales fueron muy débiles. Eso permitió que los candidatos que tuvieron un mejor desplante, que pudieron de alguna manera aprovechar este escenario de debilidad, fueron Evelyn Matthei, Johannes Kaiser, Marco Enríquez-Ominami y, de alguna manera, Harold Mayne-Nicholls.
«La ganadora nítida es Evelyn Matthei»
-¿Y ve un ganador nítido?
-La ganadora nítida es Evelyn Matthei, la que tuvo el mejor resultado al final, por una razón muy simple, porque Matthei estuvo bien, estuvo tranquila, mejorando en el transcurso del debate, se fue soltando, se la vio más empoderada en su rol de candidata, con un discurso que tuvo algunos ejes relevantes: el tema de la unidad, el tema de tener que construir grandes acuerdos transversales para abordar la magnitud de los problemas que está enfrentando la sociedad chilena. Una cosa que logró meter es que la sociedad chilena es una sociedad que tiene posibilidades, que tiene activos y que hay que saber aprovecharlo… Matthei tuvo un buen desempeño, que se vio mejorado por el contraste con la debilidad de Kast y la debilidad de Jara.
-¿Y con eso, Matthei se vuelve a reposicionar?
–El debate hizo reaparecer a Matthei en la campaña. Evelyn Matthei es una persona qu perdió presencia y relevancia, y que está hoy día en el tercer lugar en las encuestas, pero tras el debate que vimos ayer la veo reinstalándose, reapareciendo como una opción, al menos en términos de imagen, en términos comunicacionales.
-¿La estrategia de Matthei de «guardarse» para los debates podría funcionar, o ya es demasiado tarde?
-Ella tiene un desafío importante. Viene ahora la semana del 18 y lo más probable es que el país retome la conexión con la campaña presidencial a fines de septiembre o comienzos de octubre. Es decir, a Matthei le queda un mes y medio de campaña, es poco tiempo, pero al menos anoche se vio un punto de inflexión. Reapareció en esta campaña como una figura central, como una protagonista, que era algo que de alguna manera había ido perdiendo en los últimos meses, con capacidad de no ser sobrepasada por las interpelaciones, de no dejarse arrastrar a los escenarios a los que no quería ser arrastrada. La respuesta que le dio a Parisi fue una de las mejores performances de la noche.
-¿Y cómo evalúa el desempeño de ME-O?
-Marco Enríquez-Ominami hizo muy bien la pega, salió a golpear, a interpelar a Jeannette Jara. Él sabe que la disputa de los votos a los que él tiene posibilidad de acceder son los votos de la izquierda, y en eso, desde el punto de vista escenográfico, desde el manejo comunicacional y actoral, por lejos ME-O fue el mejor candidato. Logró debilitar, logró sacar de sus casillas, de su eje, de su centro a Jeannette Jara
«Si esto movió la aguja, no fue a favor de Kast ni a favor de Jara»
-¿Y esto va a generar un efecto a favor de Matthei y ME-O?
-No lo sé. Matthei efectivamente tenía la posibilidad de salir en mejores condiciones de este debate, tenía que lograr mostrar una diferencia con los dos candidatos que van punteando las encuestas, eso se consigue… Ahora, si esto le va a rendir a ME-O en desmedro de Jara y si la buena performance de Matthei le va a rendir en desmedro de Kast, no lo sé, porque no tenemos claro cuánta gente efectivamente vio el debate y cuánta gente lo ve con la apertura de realmente mirar lo que está desarrollándose en la pantalla, con una disposición a modificar los votos, a dejarse seducir por algún candidato, y con una predisposición a cambiar de opinión. En la última elección, a estas alturas todavía quedaba un 25% de indecisos. En esta elección queda menos de un 10% de indecisos. Es decir, aquí la única posibilidad que tienen los candidatos que están en la posición desafiante de llegar a los electores, es quitándole votos a otro candidato.
-¿Pero, movió la aguja?
-No lo sé. Pero lo que sí te puedo decir es que si esto movió la aguja, no fue a favor de Kast ni a favor de Jara. Si esto movió la aguja, fue o a favor de Matthei o a favor de Kaiser, que también encontré que estuvo bien.
-¿Cómo vio la performance de Johannes Kaiser?
–Kaiser logró mostrar liderazgo, autoridad, posiciones muy bien definidas respecto de algunos temas. Estuvo firme, claro, que es algo que hoy día de alguna manera la sociedad chilena está echando de menos, la necesidad de restablecer el principio de autoridad. Creo que en eso Kaiser se jugó una apuesta interesante, en eso lo hizo bien. Y también me atrevería a decir que Harold Mayne-Nicholls fue una de las sorpresas de la noche, en un tono muy mesurado, un tono muy fuera de la lógica de la polarización, transmitiendo no ideas generales, pero sí un buen tono, buena predisposición, una imagen positiva. Yo creo que en eso Mayne-Nicholls también se anotó un par de puntos anoche.
«La performance de Jara fue plana y poco asertiva. La vi desdibujada, sobrepasada»
-Se había hablado mucho de la Jara socialdemócrata presionada por el PC. ¿Eso se vio ayer? Habló, por ejemplo, de volver a incorporar el salario vital de 750 mil pesos…
-La performance de Jara fue tan plana, tan poco asertiva, que la verdad cuesta establecer si más bien se inclinó por una posición, o la otra. La vi desdibujada, sobrepasada por la capacidad de los rivales, y particularmente de ME-O para desencajarla, para sacarla de su centro y llevarla al escenario en el cual a él le acomodaba (…). En términos de contenidos y de idea no hubo un perfilamiento claro ni hacia la socialdemocracia, ni hacia la candidata de izquierda. Ese empoderamiento, esa disposición a mostrar que ella de alguna manera representa a un sector muy significativo de la sociedad chilena, estuvo completamente ausente.
-Por último, ¿cómo mira el «fenómeno» Parisi?
-Parisi mostró que sigue siendo exactamente el mismo. Si uno esperaba que hiciera algo distinto, mostrar algo nuevo que le permitiera reinstalarse desde otra perspectiva en la elección presidencial, eso no ocurrió. Parisi hizo más o menos las mismas cosas que ya le hemos visto, y que ya le conocemos. Parisi tiene efectivamente un nicho, un electorado apolítico, muy crítico con la política, con los liderazgos tradicionales, con los partidos políticos tradicionales. Creo que para ese nicho lo hizo bien y logró mantener ciertas ideas sobre la mesa. Ahora, si eso le va a permitir llegar a nuevos electores y de algún modo poder entrar en la disputa por pasar a la primera vuelta, la verdad con lo que vi anoche, creo que es difícil todavía. Parisi no ha logrado mostrar nada distinto y nada sobresaliente respecto de lo que ya le habíamos conocido en las elecciones presidenciales anteriores.
