Max Von Sydow, el mejor Stradivarius
«Él controla sus demonios con una extraordinaria disciplina, nunca permite que vaguen libremente en su vida privada; solo los libera y despliega en el escenario».
¿Cuántas veces no se ha escrito, conversado, o discutido sobre las grandes actrices escandinavas de Ingmar Bergman? Pues los actores no se quedan atrás, y acaba de fallecer el más grande de todos: Max Von Sydow.
Gunnar Björnstrand, Erland Josephson, Birger Malmsten, Jarl Kulle, podrían completar junto con Von Sydow un quinteto extraordinario, que no tiene nada que envidiarle a un grupo actoral en ninguna otra época, región o cinematografía; todos protagonistas de obras maestras del cine, bajo la dirección de Bergman. Pero, entre ellos, Max Von Sydow sobresalió siempre. Ya en 1958, el director sueco le dijo a un periodista francés: «Max es maravilloso; usted verá que la posteridad lo considerará entre los mejores actores de nuestro tiempo».
En palabras del crítico Terrence Rafferty en una nota del 2015 en la revistaThe Atlantic: «durante una significativa porción de sus seis décadas en el cine Max Von Sydow ha sido el más grande de los actores».
Como muchos de los intérpretes más brillantes, Carl Adolf Von Sydow -el nombre Max vendría luego- (Lund, 1929) surgió del teatro, donde muy joven conoció a Bergman, y para fortuna de todos nosotros, nunca se separaron. Juntos, filmaron la monumental «El séptimo sello», donde el desilusionado caballero medieval Antonius Block afirma «Hoy me encontré con la muerte; estamos jugando una partida de ajedrez». Fue su primera película con el director.
El séptimo sello: El caballero se encuentra con la Muerte, y la reta a una partida de ajedrez.
El enlace al video:
Antonius Block se encuentra con la muerte
Uno de sus más grandes personajes trataba de vencer a la muerte en medio de una plaga medieval; al final, en la vida real, fue derrotado por un corazón cansado a sus noventa años en los días de otra epidemia.
Él podrá ser recordado, según los gustos y edades de quienes den su opinión, por filmes y papeles de todo tipo, ya que hizo desde sacerdote exorcista (El exorcista», 1973), Jesucristo («La más grande historia jamás contada», 1965), Emperador Ming («Flash Gordon», 1980), villano enfrentado a James Bond («Never say never again», en 1973, luego de haber rechazado ser el villano de «Dr. No», la primera película de 007), un mago («El rostro», 1958), Joubert, el asesino («Los tres días del Cóndor», 1975), artista atormentado y amante posesivo en «Hannah y sus hermanas» (1986), otra vez villano en «Minority Report», (2002), Eugene O’Neill (en «Och ge oss skuggorna», 1993), Lor San Tekka («Guerra de las Galaxias, Episodio VII), un siniestro doctor alemán en «Shutter Island» (Martin Scorsese, 2010), Sigmund Freud (1993, en un capítulo de la serie de TV «Las crónicas del joven Indiana Jones»), y la también muy celebrada actuación, como Papinou, en «La escafandra y la mariposa», de Julian Schnabel, 2007). En televisión, hizo asimismo de cardenal en «Los Tudor», y apareció brevemente en la muy popular serie «Juego de tronos».
Con Mathieu Amalric, en «La escafandra y la mariposa»:
Una de las escenas más conocidas del cine de terror, en «El Exorcista»:
Es el único actor en haber interpretado a Jesucristo («La más grande historia jamás contada», 1965) y al demonio -dos veces- («Needful Things», basada en una obra de Stephen King, 1993; «The Soldier’s Tale», 1984).
Un trailer de «Needful things»:
Y en materia de idiomas, además de su sueco natal, hizo películas en noruego, inglés, italiano, alemán, danés, francés y español.
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Es sin duda alguna por los roles bajo la dirección de Bergman que se cimentó e hizo leyenda la carrera de Von Sydow, papeles influenciados, como recuerda Peter Bradshaw en The Guardian, por la obra de Strindberg, Ibsen, Dreyer y Sjöström:
–El séptimo sello (1957, Premio Especial del jurado en Cannes);
–Fresas silvestres (1957, nominada al Oscar a Mejor Filme en Lengua Extranjera);
–En el umbral de la vida (1958, Bergman gana el premio a Mejor Dirección en Cannes, y Bibi Andersson, Ingrid Thulin, Eva Dahlbeck y Barbro Hiort af Ornäs, ganan conjuntamente el premio a Mejor Actriz);
–Rabies (1958);
–El rostro (o «El Mago», 1958, ganador del New Cinema Award, Festival de Venecia);
-El manantial de la doncella (1960, Oscar a Mejor Filme en Lengua Extranjera);
–Como en un espejo (1961, Oscar a Mejor Filme en Lengua Extranjera);
-Los comulgantes (1963);
–La hora del lobo (1968);
–Vergüenza (1968);
–La Pasión de Ana (1969);
–The touch (1971);
-Private confessions (1996; dirigida por Liv Ullman, con guion de Bergman).
Un trailer de «El mago»:
¿Cómo era trabajar con Bergman? Robert Berkvist, en The New York Times, destaca que en «El manantial de la doncella» (de la cual se están cumpliendo sesenta años de su estreno), Von Sydow interpretaba a un granjero medieval cuya hija es violada y asesinada por dos pastores de cabras; al identificarlos, él metódicamente prepara y realiza su venganza. Veinte años después, reflexionando sobre cómo el director lo había ayudado a dar forma a su interpretación, la de un auténtico Dios vengador, nuestro actor afirma lo siguiente: «la ira aumenta lentamente, hasta que él explota y mata; es una acumulación larga, lenta, meticulosa. Bergman usa mucho tiempo y reflexión para construir una emoción. La exprime, la ordeña. Uno piensa que ya está por llegar, pero no, y la tensión te agota».
Ang Lee, quien la viera a los 18 años, cuando comenzaba sus estudios de cine, afirma que «fue la primera obra maestra que vi; todavía siento el impacto causado, y no dudo en afirmar que hay escenas de la película que me han influenciado y me siguen influenciando. Nunca he visto una película tan serena, y sin embargo tan violenta».
El manantial de la doncella: el granjero se prepara para ejecutar su venganza (aparece también Gunnel Lindblom).
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Durante su carrera no dudó en interpretar papeles de todo tipo; incluso intentó sin éxito trabajar en El señor de los anillos, y en la serie de películas de Harry Potter, pero según el diario The Independent los papeles que él aspiraba eran para actores británicos. Adoraba los libros de J.R.R. Tolkien, atribuyendo su amor a tales narraciones a su padre, un profesor de folcrore y gran contador de historias que enriquecieron la imaginación de su hijo.
En «Pelle el conquistador»:
Al día de hoy es el único actor sueco nominado al Oscar a Mejor Actor; dos veces, por «Pelle el conquistador» (1987, la película que lo preparó para sus siguientes roles, como hombre mayor), y por «Extremely Loud & Incredibly Close» (Tan fuerte y tan cerca, 2011). Esta segunda nominación, como actor de reparto, la logró por el papel de un acompañante mudo de un niño cuyo padre había muerto en el ataque terrorista de 9 de septiembre de 2001. En una carta de agradecimiento a la Academia por su nominación, el actor escribió, con clara ironía: «no sé qué decir».
Los que sí dijeron algo fueron sus compañeros de reparto, Sandra Bullock y Tom Hanks: «pude conocer a la leyenda» (Bullock); «Sus primeros planos son geniales; hace cosas increíbles, únicas y singulares para un primer plano» (Hanks).
Los podemos ver, más la opinión del director, Stephen Daldry, en este «detrás de las cámaras»:
Otro gran director con el que tuvo una relación casi simbiótica fue Jan Troell, con quien hizo siete filmes, como «Los emigrantes», 1971, (nominada a cuatro premios Oscar, incluyendo Mejor Película), «Hamsun» (1996), y «El vuelo del águila», de 1983, nominada a la Mejor Película en Lengua Extranjera.
Von Sydow dirigió una sola película «Katinka», en 1988; no quiso repetir, a pesar de la opinión elogiosa de Sven Nikvist, el director de fotografía de algunas de las obras maestras de Bergman.
En «La hora del lobo» (1968, con Liv Ullman):
Como actor de teatro, entre 1956 y 1958 hizo con Bergman: Brick en «Cat on a Hot Tin Roof», Peer en «Peer Gynt», Alceste en «El Misántropo», y Fausto en «Urfaust». En esa misma compañía estaban Gunnar Björnstrand, Ingrid Thulin, Bibi Andersson y Gunnel Lindblom, igualmente recordados por sus triunfos cinematográficos con el gran director y guionista sueco.
En Broadway tuvo varios papeles, acompañado de grandes actrices como Anne Bancroft, Bibi Andersson y Eileen Atkins.
En 1988 le preguntó al director inglés Jonathan Miller ¿por qué yo? cuando este le pidió que interpretara a Próspero en «La Tempestad» de Shakespeare, en el Old Vic: «¿va usted a cruzar las aguas para buscarme cuando tienen a tan extraordinarios actores en Inglaterra?» Pero Miller tenía razón, porque Von Sydow aportó un aura bergmaniana a ese rol.
Von Sydow recordaba su última conversación con Bergman, quien falleció en Suecia en el 2007, de 89 años; el director le dijo: «Max, tú has sido el primer y mejor Stradivarius que tuve en mis manos».
El homenaje de Turner Classic Movies (TCM):