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Meloni se consolida tras su triunfo en Italia

Hermanos de Italia obtendría entre un 26 y un 30% de los votos por el 21 o 25% del opositor Partido Democrático, según los sondeos a pie de urna

UE.- El partido de Meloni se consolida al ganar las elecciones europeas, según las encuestas a pie de urnaUE.- El partido de Meloni se consolida al ganar las elecciones europeas, según las encuestas a pie de urna Europa Press

 

El partido de la primera ministra Giorgia Meloni ganó las elecciones en Italia con entre el 26% y el 30% de los votos, según los sondeos a pie de urna divulgados al cierre de los colegios electorales. La líder de Hermanos de Italia había planteado estos comicios como un plebiscito sobre su gestión al frente del Gobierno, y los resultados confirman que después de casi dos años al frente de Palacio Chigi mantiene intacto el consenso.

Además de un referéndum en clave nacional, los comicios europeos permitieron medir en las urnas por primera vez a la primera ministra con la actual líder de la oposición. Elly Schlein, que se enfrentaba a su primer gran examen electoral, ya que fue elegida secretaria del Partido Democrático tras las elecciones generales que auparon a Meloni al poder mantener, logró mantener al PD como segundo partido en Italia con entre el 21% y el 25% de los votos y mejorar incluso los resultados obtenidos en las últimas legislativas (19%).

Por su parte, el Movimiento Cinco Estrellas del ex primer ministro Giuseppe Conte, que limitó prácticamente su campaña electoral a exigir el fin del envío de armas a Ucrania, se quedó con alrededor del 12% de las papeletas. Los «grillinos» se vieron penalizados por la alta abstención registrada, sobre todo en el sur del país, su principal feudo electoral.

La peor parte se la llevaron los socios en la coalición gubernamental, aunque los analistas descartan que los resultados puedan provocar turbulencias y poner en riesgo la estabilidad del Ejecutivo a corto plazo. La Liga de Matteo Salvini y Forza Italia, el partido del desaparecido Silvio Berlusconi, ahora en manos de Antonio Tajani, cayeron entre un 8% y un 10% .

Una derrota especialmente dolorosa para Salvini, que hace cinco años convirtió a la Liga en el primer partido italiano con más del 34% de los votos. El líder «leguista» impuso a un candidato ajeno a la estructura del partido como cabeza de lista, que resultó una desafortunada decisión. Roberto Vannaci, un exgeneral del Ejército italiano machista, homófobo y racista, no logró convencer ni siquiera al histórico fundador del partido, Umberto Bossi, que anunció que votaría por Forza Italia.

Italia fue el último país de la Unión Europea en clausurar los colegios electorales, que abrieron el sábado a las 15 horas dando el pistoletazo de salida a un intenso fin de semana electoral en el que también se celebraron comicios locales en unos 3.700 municipios.

Al cierre de esta edición, no se conocían los resultados definitivos, pero los primeros datos confirman que Hermanos de Italia ha dejado de ser un pequeño partido con raíces en la ultra derecha italiana nostálgica del fascismo –en 2019 obtuvo el 8,8% de los votos–, para convertirse en una formación nacional que se extiende de norte a sur como una mancha de aceite. El objetivo de Meloni tras estos comicios es que el éxito rotundo de su partido, que se une al «terremoto» registrado en París o Berlín con el triunfo de la ultraderecha, pueda marcar una nueva correlación de fuerzas en el seno de la UE.

En Europa, todos los ojos estaban puestos en ella porque Meloni ha pasado en tiempo récord de ser vista con inquietud por las cancillerías europeas, a ser considerada la única capaz de mantener una cierta estabilidad en Italia, donde los primeros ministros tienen una duración media de 13 meses. A pesar de haber puesto en marcha una agenda reformista ultraconservadora, limitando el derecho al aborto, censurando a periodistas críticos o reduciendo drásticamente las ayudas sociales, su posición atlantista y a favor de seguir enviado armas a Ucrania le ha valido el reconocimiento de otros líderes conservadores y hasta de la actual presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyenque aspira a ser reelegida, incluso, con los votos de los Conservadores y Reformistas (ECR), el grupo europeo que preside la primera ministra italiana y al que también pertenece Vox.

Más de 51,2 millones de ciudadanos estaban convocados a las urnas en unos comicios para elegir a los 77 representantes de Italia en el próximo Parlamento Europeo. Los italianos votaron en clave nacional tras una campaña monopolizada por la reivindicación de la gestión del Gobierno y el anuncio nada casual de algunas medidas que aún están lejos de materializarse.

Meloni fue la única jefa de Gobierno que se presentó como cabeza de lista por su partido. «Escribid Giorgia y cambiaremos Europa», lanzó a sus seguidores. La líder de Hermanos de Italia aspiraba a reforzar el mandato que le otorgaron los italianos en las generales y acelerar así un ambicioso programa de reformas, que incluye introducir la elección directa del primer ministro en la Constitución y limitar los poderes del jefe del Estado. Una apuesta arriesgada que, a la vista de los resultados, parece haber superado ampliamente.

 

 

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