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Merkel confirma la autoría rusa del ataque informático al parlamento alemán

La Oficina del Fiscal Federal ha emitido una orden de arresto internacional contra un joven hacker ruso, después de años de investigación, acusado de actividades del servicio secreto y de espiar datos en Alemania

Una de las poquísimas preguntas que no han versado sobre la crisis sanitaria, en la sesión de control parlamentario a la que se sometía hoy la canciller Angela Merkel, se ha interesado por los resultados de la investigación que la fiscalía General de Estado alemán ha llevado a cabo acerca del ataque informático que sufrió el Bundestag en 2015. Y la canciller alemana ha hablado de «pruebas contundentes» acerca de la autoría rusa y de unos hechos a su juicio «indignantes».

«Me tomo estas cosas muy en serio porque creo que la investigación se ha realizado de manera muy adecuada», se ha sincerado Merkel, «y puedo decirlo honestamente: me duele». «Cada día trabajo en ello e intento tener mejores relaciones con Rusia, pero por otro lado hay pruebas muy tangibles de que las fuerzas rusas hacen eso», ha asentido ante el pleno parlamentario alemán. «La guerra híbrida es parte de la estrategia de Rusia», ha explicado la canciller alemana, reconociendo que este hecho no facilita la relación con Rusia. «Por supuesto, siempre nos reservamos el derecho de tomar medidas, incluso contra Rusia», ha dicho sobre posibles sanciones.

Según se ha filtrado a varios medios de comunicación alemanes, los investigadores de Karlsruhe culpan al servicio secreto militar ruso GRU del ciberataque a gran escala contra el Bundestag que tuvo lugar en 2015. La Oficina del Fiscal Federal ha emitido una orden de arresto internacional contra un joven hacker ruso llamado Dimitri Badin, natural de Kursk, después de años de investigación, acusado de actividades del servicio secreto y de espiar datos en Alemania. El sospechoso se encuentra actualmente en Rusia. El FBI estadounidense busca a este mismo hombre desde hace mucho tiempo por haber estado involucrado en ataques piratas informáticos contra el Partído Demócrata durante la campaña electoral presidencial de 2016, así como contra la agencia mundial antidopaje Wada y en otros ataques cibernéticos.

El ciberataque al que se refería la pregunta parlamentaria fue conocido el 8 de mayo de 2015.

Mientras el pleno del Bundestag escuchaba un discurso sobre «la liberación de la tiranía nazi», los responsables de informática detectaron que un virus había penetrado en algunos ordenadores de la Cámara baja del Parlamento alemán. Había entrado en el sistema el 30 de abril de ese mismo año, a través de un correo electrónico que recibieron de manera simultánea varios parlamentarios y que tenía como asunto «El conflicto de Ucrania con Rusia deja la economía en ruinas». La dirección del remitente terminaba en «@un.org», aparentemente vinculada a la ONU. El texto contenía un enlace a un supuesto informe que, al abrirse, descargaba en el dispositivo malware, un virus informático maligno que permite atacar un sistema informático sin conocimiento de su usuario. El atacante tuvo acceso al sistema informático del Parlamento, compuesto por 5.600 ordenadores y más de 12.000 cuentas asociadas. El 20 de mayo, tras tres semanas de ataque informático continuado, se dio por controlada la situación, tras la fuga de al menos 16 gigabytes de información, incluidos decenas de miles de correos electrónicos confidenciales.

La inteligencia alemana confirmaría después que se trataba de «una agresión altamente sofisticada propia de un servicio secreto». El entonces jefe del espionaje en el interior del país, Hans Georg Massen, apuntaba en la misma dirección. Fue necesario renovar más de 20.000 ordenadores que tiene el sistema y los costes ascendieron a centenares de millones de euros.

La inteligencia alemana asegura tener pruebas de que Badin utilizó el malware a través del archivo VSC.exe, con información precisa sobre en qué día y a qué hora exacta accedió a través de él al equipo informático del Bundestag. Badin, que entonces tenía 24 años, está vinculado con la Unidad 26165 del GRU, especializada en el ciberespacio. La Oficina Federal para la Protección de la Constitución (BFV) ya señaló en 2016 a Rusia como autor del ciberataque, aunque el Kremlim ha negado en todo momento relación alguna con estos hechos.

La actividad de los servicios secretos rusos en Alemania no se limita al espionaje de datos. Todavía está muy reciente en la memoria colectiva de la capital alemana es asesinato a sangre fría, a plena luz del día y en un parque, junto a un concurrido centro comercial, de un georgiano de origen checheno, homicidio también atribuido a los servicios rusos.

 

 

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