Merkel cree que habrá gobierno en Alemania dentro de tres meses
Merkel, este viernes en la inauguración del tren de alta velocidad entre Munich y Berlín – Afp
Los socialdemócratas cerraron su congreso dando vía libre a las negociaciones
El nivel de ansiedad en Europa crece cada día que Alemania pasa sin formar gobierno y Angela Merkel trató este sábado de enviar un mensaje de tranquilidad a través de su vídeo semanal, en el que calculó que el nuevo gobierno estará funcionando en tres meses. «Hablaremos con gran rapidez de los mandatos y no creo que sea necesario prorrogarlo», aseguró confiada la canciller alemana en las conversaciones para la reedición de la gran coalición.
Sus potenciales socios, los socialdemócratas del SPD, clausuraban este sábado el congreso de tres días en el que han dado luz verde a las negociaciones también en un ambiente de negociación rápida. Tanto es así que una de las últimas decisiones del congreso ha sido dejar como están los escenarios e instalaciones utilizados en este congreso, en el City Cube de Berlín, porque sería más caro desmontar y volver a montar a mediados de enero, cuando esperan volver a convocar para votar con más precisión los términos del acuerdo. En su último discurso, el presidente del SPD, Martin Schulz, se esforzó por esbozar sus principales exigencias, aunque en los pasillos el asunto más comentado era quién irá a ocupar qué ministerio.
Schulz afirmó que no dejará que nadie les dé «lecciones» y recordó que han sido «los otros partidos» quienes han llevado a un «callejón sin salida» al país, sin gobierno dos meses y medio después de las elecciones. Recordó con mofa que como palabra del año, este 2017 haya sido designada «Jamaika-aus», que podría traducirse como «adiós a Jamaica», en referencia a la abrupta ruptura de negociaciones con conservadores y verdes por parte de los liberales.
Y además insistió en el órdago a la grande con el que ha logrado superar su precaria situación en la presidencia del partido, la defensa en Bruselas de unos Estados Unidos de Europa en 2025, que Merkel por su parte ya ha tratado de frenar y que el electorado alemán no es capaz de asimilar a esa velocidad. Una encuesta realizada por Emnid para «Bild Am Sonntag» inmediatamente de que Schulz soltase esa bomba señala que solo uno de cada tres alemanes está de acuerdo. El 48% en contra y el 22% no sabe qué pensar.
Schulz prometió este sábado, por lo demás, acudir a las reuniones con el bloque conservador con el programa socialdemócrata en la mano. Habrá graves discusiones sobre el impuesto a la propiedad, el impuesto de sucesiones, la privatización progresiva de las pensiones y, por supuesto, los refugiados, tanto la cuota máxima de admisión como su derecho a la reagrupación familiar. Si hay posibilidad de reducir las tasas de pobreza entre los mayores, de mejorar la atención a la dependencia o de avanzar hacia una mejor Europa, el SPD debe «aprovechar la oportunidad», dijo, tras presentar a su partido como el «europeísta radical».
Puntos de consenso
Pero a pesar de haber obtenido el visto bueno del partido para iniciar la negociación, importantes líderes socialdemócratas siguieron ayer mostrando su disconformidad hasta el último minuto. La primera ministra del estado de Renania Palatinado, Malu Drayer, apostó por facilitar un gobierno de Merkel en minoría y suscribir un acuerdo en el que queden reflejados los puntos de consenso en asuntos como política exterior o la Unión Europea, sin descartar que eso sea lo que termine pasando.
Los discursos discrepantes en el congreso muestran que el SPD es un partido «combativo, moderno y vivo», respondió Schulz.