Cultura y Artes

Metro de Viena regala desodorante a usuarios para evitar malos olores

El principal medio de transporte de la capital de Austria tomó la decisión, debido a que en muchos de los trenes del sistema no hay aire acondicionado y el verano hace que los olores biológicos aumenten

Por eso, la empresa de transportes de Viena ya ha repartido cerca de 14 mil desodorantes a sus usuarios, y estudia aplicar medidas más radicales para combatir el mal olor, como prohibir algunos alimentos como la pizza, los kebabs o los fideos asiáticos, informa ABC, de España.

Daniel Amann, portavoz de Wiener Linien, la empresa de transportes de la ciudad, dijo que el olor es uno de los problemas que más molesta a las personas y cree que las reacciones de los pasajeros con las medidas tomadas “han sido muy positivas” y que “nadie se lo toma demasiado a mal”.

 
Metro de Viena, Austria
Metro de Viena, Austria / Getty Images

Sin embargo, The Washington Post dice que a pesar de que hay personas que recibieron el regalo del desodorante con mucho agrado, hay otras que sienten que hay un mensaje oculto detrás de la iniciativa. El eslogan de la campaña, dicen algunos, perfectamente podría ser “Dúchese más, o al menos use algo de desodorante”.

Por otra parte, la propuesta de prohibir la comida en el metro no desagrada a los vieneses: el 77 % de los encuestados por la emisora ORF está de acuerdo con que se tome la medida, que ya fue puesta en práctica en sistemas similares como el de Berlín, Hong Kong y Singapur.

Un usuario del metro de Viena dijo:

“Me parece muy buena iniciativa, no me gusta nada cuando alguien decide comerse una salchicha o un kebab en el metro, y es algo que sucede a menudo, sobre todo, por la noche”.

El incremento de las temperaturas en Europa hizo que el problema en el caso de Viena fuera un poco más delicado. Y es que aparte del cambio climático, la acelerada urbanización de la capital austriaca ha hecho que el calor en verano aceche más de lo normal.

Y como varios de los trenes ya tienen varias décadas, no disponen de sistemas de aire acondicionado, menos en una ciudad como Viena, que está más preparada para enfrentarse a los terribles inviernos que a los veranos, que en otra época seguramente fueron más plácidos (y con menos olores).

Ojalá que la solución les sirva, por el bien de todos.

Fuentes consultadas:

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