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Michael Caine vuelve al cine: «Ya creía que estaba acabado»

A sus 90 años, Michael Caine ha rodado la que, según él, es su última película (aunque ya lo había dicho antes...). Nos recibe en su casa de Londres para repasar su extraordinaria carrera y su aún más extraordinaria vida.

Sentado en un sofá, Michael Caine está viendo la televisión cuando llego a su apartamento en el elegante barrio londinense de Chelsea. «Voy a bajar el volumen», me dice cogiendo el mando a distancia. Tiene 90 años, su cabello dorado se ha vuelto canoso. A su lado hay un andador.

«Llegar a Hollywood fue increíble. Frank Sinatra me llevó en su avión privado a Las Vegas y allí cené con todos los mafiosos. Me costaba creer lo que me estaba pasando»

Su esposa, Shakira, encantadora, guapa, de 76 años pero con aspecto de edad indefinida, me ofrece un té. Son propietarios de este apartamento desde hace tres décadas. Hasta hace poco también tenían una casa de campo en Surrey, pero Caine ya no puede pasear y la casa era tan grande que Shakira y él se tenían que llamar por teléfono para saber dónde estaban uno y otro, ¿qué sentido tenía eso? Así que compraron una casa más pequeña en Wimbledon, más cerca de sus tres nietos. Ahora pasan tres días a la semana en Chelsea y el resto, en Wimbledon. «Una vez que vives en Chelsea, no quieres vivir en ningún otro lugar de Londres», dice Caine.

 

alternative text«Un cabronazo delgado y feo» A la izquierda, el actor en su juventud. «Era un cabronazo delgado y feo», dice hoy de sí mismo. Y añade: «Todo el mundo va a morir —dice—. Al menos yo he vivido hasta los 90. Y he tenido la mejor vida que me hubiera podido imaginar».| GETTY IMAGES.

 

 

El salón está lleno de muebles modernos, con un mostrador que separa la zona de estar de la cocina, donde Shakira se sienta en un taburete alto, supervisándolo todo. Michael Caine es un londinense de pura cepa, un cockney, quizá el cockney más famoso del mundo por su acento de ‘los bajos fondos’. Y, si normalmente corrige esa forma de hablar en público, en su casa la deja aflorar sin filtros. Usa los tacos con soltura, pero no con rabia, sino como un signo de puntuación, y siempre rematados con una carcajada. Michael Caine se ríe mucho.

Cuando conocí a Frank Sinatra: «Un tipo duro»

«Te diré a quién le gustaba reír», me dice. «A Frank Sinatra». Se conocieron cuando Caine pisó Hollywood por primera vez. Era a mediados de los sesenta. «Era un tipo muy simpático, nos hicimos amigos y le encantaba reírse. Pero la verdad es que no hacía muchas cosas divertidas. Era un tipo duro… Me llevó a Las Vegas en su avión privado, y allí conocí a todos los mafiosos de Las Vegas. Cené con todos». Hace una pausa. «Entonces me costaba creer todo lo que me estaba pasando».

 

 

alternative text‘Guardaespaldas’Caine hizo de ‘guardaespaldas’ de Mia Farrow, entonces casada con Frank Sinatra, a petición del propio cantante. Caine acabaría saliendo con la hija de Sinatra. | GETTY IMAGES.

 

 

Por entonces, Sinatra estaba casado con Mia Farrow. Y Caine salía con Nancy, la hija de Sinatra. En marzo, cuando Caine cumplió 90 años, Farrow publicó un mensaje de felicitación en Instagram y lanzó una broma: si Caine se hubiera casado con Nancy, ella ahora sería su suegra. «¿En serio?». Caine se ríe como un descosido. No sabía nada del mensaje de Farrow; no tiene Instagram.

 

alternative textLa mujer de su vida. Michael Caine está casado desde 1973 con Shakira Baksh, nacida en la Guyana británica, de padres indios musulmanes. Era modelo cuando se conocieron. Fue amor a ‘primera pantalla’. Él la vio en un anuncio y decidió que era la mujer de su vida. Insistió hasta que ella dijo ‘sí’. Tienen una hija. Caine es también padre de otra, de una pareja previa.| GETTY IMAGES.

 

En aquellos años, Farrow y Caine se hicieron buenos amigos. «Cuando Frank se marchaba de viaje, me decía: ‘Cuídala, Michael, no dejes que se aburra’. Un amigo y yo solíamos llevarla a discotecas, a restaurantes y todo eso, para que estuviera entretenida».

Cuando llegué a Hollywood: «He vivido con dioses»

Hollywood… solo con oír la palabra, Caine ya se anima. De niño iba al cine a ver a todas las estrellas de la pantalla y, de repente, estaban allí, de carne y hueso. «Fue increíble. Era como vivir con dioses. Iba a un restaurante y allí estabJohn Wayne.Y me saludaba. Me trataban como a uno más. Vivía allí, trabajaba allí, de vez en cuando ganaba un Oscar. (Ha ganado dos y ha sido nominado a otros cuatro). Yo era como ellos». Ha tenido una vida extraordinaria, le digo. «Sí, vaya que sí».

 

 

alternative textLo que el cine ha unido…A Caine le emociona hablar de sus años de Hollywood, cuando fue aceptado por una élite de actores que para él eran entonces mitos. | GETTY IMAGES.

A lo largo de 73 años de carrera, Caine ha rodado 120 películas y ha sido amigo de todas las grandes estrellas. Pero ahora ha rodado la que quizá sea su última película. The great escaper (aún sin estrenar en España) se basa en la historia real de Bernard Jordan, un veterano de la Marina Real Británica que, a los 89 años, desapareció de la residencia donde vivía con su esposa para viajar por su cuenta a Francia y asistir al 70.º aniversario del Día D. Su desaparición desencadenó una búsqueda policial y lo convirtió en una sensación mediática. Bernard había servido durante ese día histórico y en la película el anciano revive la muerte de un joven soldado en el asalto a la playa. «La historia de Bernard me impactó», dice. «Yo podría haber sido él».

Cuando fui a la guerra de Corea: «Tenía miedo»

Caine, en realidad, tenía 12 años cuando terminó la Segunda Guerra Mundial. Pero a los 18 fue llamado a filas y a los 19 lo enviaron a Corea. «Yo no era un gran soldado profesional, y aquella no era una gran guerra. La guerra de Corea era como la Primera Guerra Mundial: vivíamos en trincheras y luchábamos unos contra otros en la oscuridad. Y yo tenía miedo, como todo el mundo. Veías a tus amigos que morían…». Hace una pausa. «He visto mucho, ¿sabes?».

 

 

alternative textLa última actuación. Caine y Glenda Jackson en The great escaper. No coincidían desde hacía 48 años, pero Oliver Parker –el director– cuenta que el cariño mutuo era palpable. Michael necesitaba descansar entre tomas, pero le dio la réplica a Glenda en todas las escenas, aunque él no saliese en el plano. Ella murió seis meses después.

 

 

Volvamos a la película. La actriz que da vida a la mujer de Bernie Jordan es Glenda Jackson, que murió a los 87 años, seis meses después de terminar el rodaje. Si esta fuera también la última cinta de Caine, sería una gran despedida para ambos. «Me encantó hacer esta película», dice Caine. «Con lo de la covid, llevaba tres años sin hacer una y pensé que estaba acabado. Pero la hice y me lo pasé de maravilla». Admite que era un papel físicamente demandante. Caine ya no puede caminar sin ayuda. «Pero me dieron un bastón muy bueno y pude rodar las escenas. Las hacía una vez y luego me caía». Sonríe. «Una sola toma y ya está».

Cuando conocí a Glenda Jackson: «Izquierdas y derechas»

Caine y Glenda Jackson ya habían trabajado juntos en 1975, en la película Una inglesa romántica. «Nos gustábamos mucho –recuerda Caine–. Pero no pasó nada porque ella era socialista y yo, un conservador normal y corriente. Después de esa película, no volvimos a vernos, hasta que nos encontramos en este rodaje. Ella llevaba una vida completamente diferente a la mía. Pero es una pena porque me gustaba mucho y creo que yo le gustaba a ella. En esta película trabajamos muy bien juntos y nos divertimos». Sacude la cabeza. La muerte de Jackson, dice Caine, fue «un gran shock».

Cuando presentí el 11-S: «¿No es increíble?»

Ahora, Caine ha escrito un libro. «Y estoy encantado porque es algo que puedo hacer sin caminar. Solo necesitas una silla, lápiz y papel». No es su primera obra. Ha publicado tres autobiografías y varios libros sobre curiosidades históricas. Pero este es su primer thriller y se publicará en noviembre. Para la trama se inspiró en una noticia que leyó en un periódico sobre dos basureros que encontraron trozos de plutonio en su carro de la basura. Ha tardado 18 meses en escribirla.

«Para la última película, me dieron un bastón muy bueno y pude rodar las escenas. Las hacía una vez y me caía. Así que ¡una sola toma y hecho!»

Ávido lector de novelas de suspense, ya había intentado escribir un thriller antes. Aquella vez, la historia iba sobre un avión que se estrellaba contra un rascacielos londinense. Y entonces ocurrió el 11-S. «¿No es increíble? Me disgusté tanto que rompí el manuscrito. Llevaba toda la vida trabajando en ello».

Cuando pienso en la muerte: «La mejor vida posible»

Le pregunto si le asusta la perspectiva de la muerte. «No», responde. «Eso, al final, le va a pasar a todo el mundo. Nadie te puede decir: ‘Siento mucho que vayas a morir, ojalá fueras como yo y no te murieras’. Todo el mundo va a morir. Al menos yo he vivido hasta los 90; no me morí a los 19 ni a los 29. Tengo 90 y he tenido la mejor vida que me hubiera podido imaginar. La mejor esposa posible y la mejor familia posible». Caine tiene dos hijas, Dominique, de 67 años, de su primer matrimonio con la actriz Patricia Haines, y Natasha, de 50, con Shakira, y tres nietos adolescentes.

«La primera vez que llamé a Shakira no quiso salir conmigo. ¡La telefoneé diez veces! A la undécima dijo ‘sí’: Y así logré esta vida con ella, que ha sido el paraíso»

Pero ¿qué es lo bueno de tener 90 años? «Que nadie espera mucho de ti; y la gente, en cambio, hace cosas por ti. Lo peor es que desaparecen muchas cosas de tu vida: no puedes correr ni jugar al fútbol, y poco a poco te das cuenta de que te acercas a la muerte. De hecho, puede estar a la vuelta de la esquina. Pero soy muy feliz».

Caine dice que nunca tuvo la ambición de ser una estrella de cine –actor, sí, pero no una estrella–. Creía que para eso había que ser muy guapo y él no lo era. «Era un cabrón feo y delgado. Pero llevo 50 años casado con una de las mujeres más guapas que he visto nunca».

Cuando conocí a mi mujer: «La vi en un anuncio»

Me cuenta la historia. Corría el año 1972. Una noche estaba en casa, viendo la televisión, y apareció un anuncio de café brasileño en el que aparecía «la chica más guapa que había visto nunca», y allí mismo decidió que al día siguiente iría a Brasil a buscarla. Esa noche, en un club nocturno, le dijo a un tipo que trabajaba en publicidad que se iba a Brasil para encontrar a la chica con la que se iba a casar. Y él le dijo: «Espera un momento, Michael, nosotros hacemos ese anuncio y ella no es brasileña, es india y vive en Fulham Road».

Oigo suspirar a Shakira al otro lado de la barra de la cocina. «Es una bonita historia», le digo. «Lo es», dice ella. «Pero la ha contado cientos de veces». «Pero no se la había contado a este señor», dice Caine. «Y es lo más grande que me ha pasado en la vida». Y sigue: «Cuando la llamé, no quiso salir conmigo. ¡Y la llamé diez veces!». «Cuatro o cinco veces», le corrige Shakira. «No le hagas caso. Diez veces. Y a la undécima vez pensé: ‘Si no sale conmigo ahora, no volveré a llamarla’. Pero aceptó. Y así conseguí esta vida con ella, que ha sido el paraíso».

 

 

alternative textUn actor de derechas. Caine se define como un conservador moderado, pero su apoyo al brexit lo distanció de sus colegas de profesión, mayoritariamente progresistas. Caine votó por Boris Johnson, aunque luego confesó que lo había decepcionado. Con David Cameron, en cambio, mantiene una buena relación. | GETTY IMAGES.

 

 

Le pregunto a Shakira, ¿qué vio en Caine? «Era divertido. Me hacía reír. Y es el hombre más atractivo que he visto nunca, y cariñoso… Son muchas cosas». Caine sonríe desde el sofá. Antes de venir a hablar con Caine, vi en la BBC una entrevista con el actor Brian Cox, ahora famoso por la serie Succession y viejo conocido de Caine. A Cox le preguntaron por Caine y puso los ojos en blanco: «Lo que hace lo hace mejor que nadie, pero Michael es demasiado conservador para mí».

«¡Yo no soy conservador!», replica Caine. «Lo eres, cariño», dice Shakira. «Eres un conservador». «Eh, Shakira, no interrumpas mi entrevista. Lo que yo digo es que toda mi vida he trabajado para ganar dinero y pagar impuestos. Así que cuanto más dinero he ganado, más dinero va a la clase trabajadora. Eso es todo». Y añade. «Y voté a los laboristas por Tony Blair».

Llevamos hablando una hora y Caine se está cansando. Así que pregunto ¿cómo le gustaría ser recordado? «Déjame pensar». Se lo piensa un momento. «Por ser actor toda mi vida, porque nunca me dediqué a otra cosa y nunca quise dejarlo».


© The Telegraph Magazine

 

POR JACK DAVISON | FOTOGRAFÍA: MIKE MARSLAND

 

 

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