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Microestados del Pacífico defienden sus recursos

Hartos de las incursiones de las flotas pesqueras internacionales, ocho microestados del Océano Pacífico lograron concertarse en 1982 en lo que el GUARDIAN londinense califica de un sistema revolucionario – el Acuerdo de Nauru- para asegurarse un beneficio equitativo por el usufructo de sus aguas territoriales, de donde sale la mayor parte del atún que consumimos, y protegerlas de la sobre-explotación.

 

 

Pescadores de Tuvalu Foto Fiona Goodall-Getty Images para Lumix

Pescadores de Tuvalu Foto Fiona Goodall-Getty Images para Lumix

 

Hasta entonces, incluso la última pieza era  transportada a Bangkok o Japón, sin que los países explotados percibieran un solo centavo, así que la firma de aquel documento puede exhibirse como el mayor éxito de cooperación de la remota región en el último medio siglo.

Medio millardo de dólares anuales obtienen ahora Kiribati, las Islas Marshall, Tuvalu, Nauru, los Estados Federados de Micronesia, Palau, Papua-Nueva Guinea y las Islas Salomon gracias al hábil manejo de un instrumento que les ha permitido negociar sucesivamente con los Estados Unidos, Japón y Taiwan y la Unión Europea.

 

 

Ludwig Kumoru Director Ejecutivo del Acuerdo de Nauru Foto Chewy E Lin

      Ludwig Kumoru Director Ejecutivo del Acuerdo de Nauru Foto Chewy E Lin

 

 

El secreto del éxito ha sido un esquema en que cada país signatario impide la competencia de los socios para vender más derechos de pesca, reemplazándolo por otro –el Vessel Day- donde se calcula el monto total de la captura sustentable y se divide por el número de jornadas que solicitan las compañías, y así de una cifra de 2.500 dólares diarios se ha llegado a 14 mil en la actualidad, sin que los stocks sufriesen merma alguna.

Esto ha permitido que los estados que quedan temporalmente sin pescado, por fenómenos naturales, puedan vender sus días a otro y recibir sus beneficios y, en general, ha propiciado la elevación del nivel de vida de la región.

En Kiribati, por ejemplo, que posee la Zona Económica Exclusiva más extensa, el ingreso se incrementó a 1.400 dólares per cápita, permitiendo realizar ingentes obras de infraestructura en la capital, que sufre regularmente de inundaciones, e instituir un fondo de ayuda para estudiantes, personas discapacitadas, ancianos y desempleados, mientras Papúa-Nueva Guinea, el país de economía más próspera, ha desarrollado cooperativas pesqueras.

 

 

The Pacific falls victim to illegal fishing with an estimated one in every five wild-caught fish illegally caught. Illustration Ben SandersThe Guardian

The Pacific falls victim to illegal fishing with an estimated one in every five wild-caught fish illegally caught. Illustration Ben Sanders – The Guardian

 

 

Ahora, sin embargo, tendrán que hacer frente a un escollo más temible que todos los precedentes: la presencia de China, porque su flota se quintuplicó durante el último decenio y faena con unas redes devastadoras hasta de cien kilómetros, de eficacia casi diabólica que le proveen equipos electrónicos de rastreo y una vertiginosa movilidad.

Y, para incrementar su capacidad depredadora, después de haber agotado sus propias aguas territoriales, realiza capturas indiscriminadas donde caen especies como peces-espada, delfines, tiburones, tortugas y aves marinas, fuera de control, porque suelen actuar sin observadores de las organizaciones internacionales.

 

 

Pesca de arrastre depredadora.Foto www.ciperchile.cl

                                Pesca de arrastre depredadora. Foto www.ciperchile.cl

 

 

De acuerdo a registros oficiales, posee bandera china casi la mitad de los pesqueros que operan en las aguas oceánicas y la flota oscilaría entre 1.600 y 3.400 buques e incluso ocho veces más, según un estudio del Overseas Development Institute basado en Londres.

En resumen, a pesar de los éxitos obtenidos por el Acuerdo de Nauru, se ve cuesta arriba que esos microestados puedan ponerle el cascabel a la potencia emergente que China representa en el campo de la pesca, y que necesitarán el apoyo del resto de la comunidad internacional para yugular la rapacidad que amenaza uno de los recursos alimentarios fundamentales del planeta.

Varsovia, julio 2021.

 

 

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