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Milos Alcalay: El fracasado ataque de los Ayatolas contra Israel

 

En la madrugada del 13 de Abril Irán salió de su escondite para atacar a Israel. Hasta ese momento, el intervencionismo destructivo de Teherán se hacía cobardemente, usando a los terroristas del Hizbola desde el Líbano, o del Hamas desde Gaza, o de los Huties desde Yemen, por no mencionar sino a algunos de sus militantes cooptados y financiados para exterminar al Estado Judío.

Ciertamente, el respaldo activo a esos grupos terroristas se concretaba a través del respaldo de la Guardia Revolucionaria Iraní con dinero, armas y formación. Hasta el 13 de abril, usaban a sus aliados como títeres sin mostrar a terceros países la misión perversa de su odio contra Israel y el Occidente.

Los ataques del 13 de abril, muestran la presencia militar directa de los Ayatolas sin precedentes. Ese día se quitaron la máscara y se sumaron a la destrucción que realizan sus aliados extremistas formados y armados por Irán.

En pleno Siglo XXI, un Estado religioso islámico promueve una Guerra Santa al estilo medieval. El odio contra el pueblo hebreo se parece mucho al de Hitler contra los judíos. Para Irán, es fundamental acabar con el pequeño Satán, (que es como llaman a  Israel), aun cuando su principal enemigo sigue siendo el Gran Satán liderado por Estados Unidos y sus aliados “ateos” del Occidente.

Esta  intervención militar directa ha producido una profunda preocupación  en los ciudadanos Israelíes, ya que además de los ataques tradicionales que reciben directamente de los cohetes iraníes del Hizbola y del Hamas, esa madrugada vieron una catarata de más de 300 drones y misiles con un total de 60 toneladas de explosivos caer sobre sus cabezas. La  trayectoria de los cohetes  iluminó la madrugada de las principales ciudades del Estado Judío y sus habitantes corrieron a los refugios al clamor de sirenas para proteger sus vidas. Ese drama lo pudimos constatar en directo por las emisiones en vivo de CNN, BBC y otros medios que reseñaron paso a paso el ataque militar iraní, sin embargo, felizmente fracasado. El 99% del armamento fue interceptado por el IDF con el respaldo militar de Estados Unidos, Reino Unido y otros aliados.

Si bien el ataque de los Ayatolas fue un fracaso militar no es bueno minimizar su peligro. Esos mismos drones y misiles iraníes lograron efectos destructivos en manos de los rusos en su guerra contra Ucrania.

Muchos sectores de Israel consideran que los ataques no terminan, y que es importante responder para eliminar el peligro. El solo hecho de que Teherán siga apostando a tener en sus manos una bomba nuclear es visto como una pesadilla permanente que hay que destruir.

El  Presidente Biden convocó una reunión de urgencia del G7  para asegurar una respuesta diplomática común y de esa manera asegurar la existencia del Estado de Israel, pero al mismo tiempo para tratar de contener la posible escalada en el Medio Oriente

Algunos se preguntan si el fracaso de los Ayatolas cuyos alcances fueron vistos por el pueblo Iraní pudieran estimular a que  los disidentes, en su lucha por llibertad, puedan pasar la página del fundamentalismo islámico para retornar a los alcances de la gran cultura de la civilización Persa. El tiempo nos lo dirá.-

 

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