Miramundo: Revolución en las montañas suizas
Sacudidas por profundas transformaciones sociológicas durante decenios y, más recientemente, por el cambio climático y la competencia de nuevos actores más agresivos, las regiones alpinas de Suiza apuestan ahora a la innovación digital para reactivar su economía y afrontar los nuevos desafíos, afirma un reportaje del diario ginebrino BILAN.
Las grandes inversiones entre 1930 y 1970 pertenecen a la historia y las estaciones se ven en apuros para generar los recursos suficientes que continúen atrayendo el volumen vital de turistas, conservando al mismo tiempo el capital humano tentado por destinos más atractivos.
Los retos – la estacionalidad, el cambio en las tendencias turísticas, las camas vacías, la geografía y ahora, de ñapa, la pandemia- son múltiples y la opción numérica podría aportar una bocanada de oxígeno a las paradisíacas montañas, inspirándose en el fenómeno de la hotelería paralela de las grandes ciudades europeas.
Por ejemplo, el alquiler de habitaciones privadas que significa ya una alternativa a la hotelería clásica, es estimulado aún más por las facilidades de búsqueda y reservación que ofrecen la Internet, la telefonía celular y las redes sociales y, muy pronto, la inteligencia artificial y las criptomonedas.
Plataformas como Booking.com o Airbnb entrañaron una primera revolución pero, según el reportaje, no fueron aprovechadas a plenitud por los empresarios locales, rezagados en una digitalización cuya adopción, sin perder el indispensable toque humano, plantea un reto de grandes dimensiones.
Ha habido demora y conservadurismo en asimilar el cómputo digital de los usuarios de los formidables teleféricos, la geolocalización, la información en directo de las condiciones meteorológicas y de frecuentación de las pistas, la optimización de los videos sin olvidar la promoción de destinos mediante las redes sociales.
Para diversificar el campo de acción de las comunidades montañesas, atadas en demasía a la actividad turística, surgen empresas de asesoría estratégica que permitirán a muchas personas realizar el sueño de escapar de las ciudades y trabajar a distancia, con espacios de coworking y coliving en lugares tan codiciados como Zermatt y La Tzoumaz, en el cantón de Valais.
Son servicios “a la carta” cuyos usuarios pueden agregar actividades deportivas y culturales, talleres y conferencias, alojamientos y transportes a la mera opción laboral; perfectas para seducir a ciudadanos habituados a una vida extra-profesional rica e intensa.
Nuevas tareas….y también antiguas que se revitalizan, con robots que auxilian, en condiciones extremas, a los pastores en sus faenas más arduas y sensores y computadores de vigilancia meteorológica que optimizan las siembras y las cosechas.
Una verdadera revolución, entonces, la que tienen en puertas estos suizos industriosos para dar un segundo aliento a sus montañas, con el ingrediente social y humano extraordinario – de imposible cuantificación- de facilitar los últimos años a veteranos que permanecen íntimamente ligados a sus hermosos parajes, fundamentales para el bienestar de la Confederación.