Moisés Hassan: “Ortega no va a morir con las botas puestas”
Moisés Hassan Morales compartió mesa de trabajo durante un tiempo con Daniel Ortega. Ambos integraron la Junta de Gobierno que se instaló después del derrocamiento de Somoza. Estuvo poco más de un año en esa estructura de gobierno, de la que renunció por desacuerdos con la conducción sandinista. No fue amigo de Ortega, aclara, “pero algo llegué a conocerlo”. Dice que desde el comienzo tenía una mala opinión de los hermanos Ortega, Daniel y Humberto, “por tramposos” pero que nunca esperó que Daniel Ortega “llegara tan largo” en referencia a los crímenes de estos últimos cuatro meses.
Conociéndolo como dice conocerlo, Hassan asegura en esta entrevista que Daniel Ortega está próximo a irse, que prepara las condiciones para negociar con la mayor ventaja posible y que la experiencia histórica le dice que “no es hombre de morir con las botas puestas”.
¿Cuál es su diagnóstico sobre la Nicaragua de ahorita?
Estamos viviendo en un país sin ley. Estamos viviendo bajo la ley de la selva, donde el ciudadano está despojado de cualquier derecho. Por las calles pululan tranquilamente sujetos enmascarados portando fusiles, a vista y paciencia de quien quiera verlos. Y esos sujetos enmascarados pueden en cualquier momento capturarte, secuestrarte. Estamos en una situación caótica.
¿Este diría que es un caos intencional o fuera de control?
Ortega creó una situación en la que algunas cosas se le han salido de las manos. Y estoy seguro que estos encapuchados, algunos por lo menos, no están recibiendo una instrucción específica, sino que tienen orientaciones gruesas y esas orientaciones gruesas las aplican de acuerdo con su propio criterio.
Manos libres…
Sí. Y una vez que vos le dejás manos libres a unos sujetos que seguramente no son de la mejor catadura moral, suceden cosas como estas. Y va a ser uno de los grandes problemas cuando estas personas, no me gusta llamarles gobierno, se tengan que ir, por se van a tener que ir, es inevitable, van a heredar un problema monumental, una cantidad de gente sin escrúpulos y que se les ha dado licencia para matar.
¿Cuál es a su criterio la apuesta de Daniel Ortega?
Ortega siempre juega de la misma manera. Ortega sabe que se tiene que ir. Él, aunque no lo parezca a veces, está luchando por irse a través de un diálogo. Está tratando de empujar las cosas a que se dialogue bajo sus condiciones. Él se equivoca si creyendo que por haber controlado algunas actividades significa que está en control y lo que está haciendo es acumulando más cólera.
¿Qué condiciones busca?
Si tuviéramos la fuerza para hacerlo, lo que tendríamos que hacer es mandar a Ortega y su cuadrilla a los tribunales de justicia, restituir todo el dinero y todos los recursos que Ortega, su familia y sus crápulas han venido acumulando…
Ese es un escenario extremo. En una negociación no va a salir eso.
Sería lo correcto… Ortega sabe que se va a ir. ¿Cuál es su jugada? Presionar a través de la represión, creyendo por un lado que va a domesticar un poco a la población, y por el otro lado creyendo que con eso puede ir a un diálogo y tiene con que negociar. En vez de que se le aplique la justicia, como debería ser, que se le aplique con benevolencia. Él siempre que va a un diálogo o plática, a lo largo de su historia, lo que ha demostrado es que busca las debilidades del otro, someterlo, ya sea por el chantaje o por el ofrecimiento.
¿Usted ve en este punto que está Nicaragua alguna comparación con otro momento de su historia? Porque me habla de negociaciones. Incluso con Somoza el Frente Sandinista negoció.
Con el apadrinamiento de Washington hubo una negociación. Somoza se va, pero el ejército que queda es un ejército constituido por los guardias buenos y los combatientes del Frente. Eso se negoció y estaba listo. Ocurrió que Somoza se equivocó, se fue, cumpliendo una parte, pero dejó a (Francisco) Urcuyo Maliaños con la instrucción de que se hiciera gato bravo.
Aunque en sus memorias Somoza niega esa versión, y más bien sería una excusa para desconocer ese acuerdo.
No me entra en la cabeza pensar que don Chico Urcuyo de por sí y ante sí, si era un hombre totalmente apagado y arrodillado, fuera de repente a contrariar un arreglo que Somoza había hecho con los gringos. Otro mal cálculo de Somoza fue que no previó que la Guardia se iba a desmoralizar totalmente cuando lo vio montarse en un avión. La torpeza de Somoza hace que en Nicaragua quede una situación que se les ha salido de las manos a los gringos y lo castigan.
¿Y cuál sería el punto de comparación entre ese momento y este?
Lo que digo es que son tipos que hacen arreglos tramposos. Por un lado los Ortega, que fueron los que tuvieron mayor peso en la dirección del Frente, y Somoza. Dos tramposos, hacen arreglos y ninguno de ellos tiene intención de cumplir nada. Siempre que estos tipos hacen arreglos no tienen intención de cumplirlos, sino que están buscando qué cositas encuentran a última hora para incumplirlos.
¿No se está viendo Daniel Ortega en ese espejo de Somoza, que sale del país y se convierte en un paria? No lo aceptan en ningún otro país más que en Paraguay, termina perseguido y finalmente asesinado.
Es que Ortega no solo es Ortega. Aquí hay una cantidad de cosas que están en juego. Los hijos de Ortega y la familia de Ortega se han acostumbrado a tener una vida principesca. Si vos les siguieras los pasos a los hijos de Ortega, verías los despilfarros y las francachelas en que viven metidos. Vos los encontrás en Europa, en Las Vegas, yo soy testigo, no directo pero a través de personas que totalmente confío. Alquilar un piso entero en algún hotel en Las Vegas y ahí pasando en una sola zarabanda. Todo eso juega también. La misma señora, con ese lenguaje con todas las cursilerías dulzonas y envenenadas que lanza. Yo estoy seguro que ella está loca por ser presidente de la República y siente que se le está yendo. Especulando, muy probablemente ella le está diciendo: No, no, no, ahí vamos a encontrar una salida. Hay muchos intereses en juego. Estoy convencido que buscará una salida: cómo me siento, cómo hago arreglos con vos, te ofrezco algo, te chantajeo y busco salida. Él no va a morir con las botas puestas. Si puede, él no es hombre que muera con las botas puestas.
Usted trabajó con Ortega en la Junta de Gobierno. ¿Se vislumbraba entonces el Daniel Ortega de ahora?
Yo no hubiera pensado que llegaría tan largo. Llegar hasta la cantidad de crímenes que ha cometido. Y fijate que Ortega no era tan aficionado como ahora al dinero, al poder sí. Ahora es apabullante la codicia de esa familia.
Ha dicho que Ortega sabe que se va, pero ¿en qué condiciones reales ve usted?
Va a aceptar inevitablemente elecciones anticipadas. La siguiente discusión va a ser en qué condiciones se dan esas elecciones anticipadas. Nadie va a discutir que hay que cambiar al Consejo Supremo Electoral. ¿Qué pasa con la Asamblea (Nacional)? Si ahorita acordamos que se va a elecciones anticipadas de aquí a seis meses, ¿qué ocurre en esos seis meses? ¿Qué ocurre con el poder judicial? No sé qué maniobras podría hacer Ortega en ese tiempo. Otra pregunta es: ¿Podría ser candidato Ortega? ¿Puede ser candidata doña Rosario? ¿Puede ser candidato alguno de sus hijos?
¿Cómo cree que queda el Frente Sandinista en todo esto?
Si el Frente se logra desprender, o la gente decente que pueda haber y que hay, se logra desprender, en estas elecciones esa gente va a intentar reorganizar un Frente Sandinista. Yo mismo lo dije cuando salí del Frente Sandinista: Si aquí el Frente, una cosa por fregar, expulsa a Daniel Ortega, Humberto Ortega, Tomás Borge y toda esa crápula, yo solicitaría mi reingreso al Frente. Veo sobreviviendo al Frente en esta crisis con un cambio drástico.
¿Qué es lo que viene entonces?
Yo estoy absolutamente seguro que Daniel Ortega se va, no me preocupa eso. Lo que me preocupa es lo que viene. Yo miro siempre los ejemplos del 90 y 96, cuando Ortega estaba con el agua al cuello, totalmente listo y servido y logró sobrevivir. ¿No se nos irán a montar otro montón de delincuentes como ha ocurrido? Para mí eso es lo clave, que no se nos repita la historia. Y uno ve por ahí que no se ha ido Ortega y compañía limitada, y hay gente que anda con presidentitis en la cabeza. ¡Ayayay mamita! Este piche puesto ahí no creo que convenga al país.