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Monday, Monday: 50 años de «Revolver»

The Beatles - Revolver - co

La carátula de ‘Revolver’ fue diseñada según un collage de ilustraciones y fotos montadas en un dibujo del artista alemán Klaus Voormann, amigo de los cuatro desde la época de Hamburgo. Apple Corps Ltd. / EMI Music Apple Corps Ltd. / EMI Music

Estimados amigos:

Buscando material para esta sección musical, encontré una interesante nota donde se recordaba el medio siglo transcurrido desde que apareciera uno de los álbumes más significativos y ejemplares de esos tiempos prodigiosos que fueron los años sesenta: «Revolver», de The Beatles. 

La perspectiva del autor, Jorge Posada, es original: la de un joven cubano, intentando conectarse con la música que movía al mundo, en tensión con un régimen que se lo prohibía. 

 «Revolver», y lo que significó en la música, ya venía anunciado por «Rubber Soul», el disco precedente; las baladas que habían protagonizado la música de los 4 de Liverpool en sus primeros años daban paso, poco a poco, a una visión nueva, más audaz y original,  oída por primera vez en la música pop.

George Harrison afirmó: «no veo mucha diferencia entre «Rubber Soul» y «Revolver»; podrían ser «Volumen 1 y Volumen 2». 

«Revolver» consolidó un momento de transición, de anuncio de nuevas y arriesgadas producciones, que culminarán en esa obra maestra, otro de los grandes álbumes de la historia: «Sergeant Pepper’s Lonely Hearts Club Band»  (La Banda del Club de los Corazones Solitarios del Sargento Pimienta). 

«Revolver» es el álbum no. 7 del grupo; incluía desde «hard rock» (Taxman), hasta las primeras canciones psicodélicas del grupo (Tomorrow Never Knows), o incluso una canción catalogada como pop barroco (Eleanor Rigby). Era notoria la presencia de arreglos más complejos, algunos incluso incluyeron acompañamiento orquestal (For No One, Eleanor Rigby).

En Google conseguí este párrafo que comparto: «Revolver es citado frecuentemente como uno de los mejores álbumes de la historia de la música pop. En 1997 fue seleccionado en el tercer puesto de los mejores álbumes de todos los tiempos en una votación de Music of the Millennium dirigida en el Reino Unido  por prestigiosos medios, como son HMV, Channel 4, The Guardian y Classic FM. En febrero de 1998 los lectores de Q magazine colocaron al álbum en el segundo lugar, mientras que en el año 2001 la cadena de televisión VH1 lo situó en el primer puesto entre los mejores 100 álbumes de todos los tiempos. Revolver fue también votado como mejor álbum en el Virgin All Time Top 1,000 Albums. Una crítica de Pop Matters describió el álbum como «[la obra] de la banda más grande de la historia de la música popular, cuyos miembros alcanzaron su punto más alto a nivel musical en el tiempo exacto», mientras que la revista Ink Blot afirmaba que el álbum «se mantiene en la cumbre de la música popular occidental». En 2003 Rolling Stone lo colocó en el puesto 3 de su lista de los 500 mejores álbumes de todos los tiempos. En ese listado, por cierto, The Beatles tienen 4 de los 10 mejores: «The White Album» (El Álbum Blanco, puesto 10); «Rubber Soul» (no. 5), «Revolver» (el ya señalado puesto 3), y «Sargento Pimienta» (el No. 1, el Mejor Álbum de música popular de la historia). 

Los dejo con la nota mencionada, a la cual se le añaden algunos videos de las canciones más importantes de «Revolver».

Marcos Villasmil / América 2.1


‘Revolver’ de los Beatles: 50 años de provocación y creatividad

Jorge Posadas  – El Nuevo Herald
En el verano de 1966, en la cima de su fama y creatividad como la banda más importante del mundo, el 5 de agosto los Beatles lanzaron en Gran Bretaña Revolver, su séptimo álbum. Tres días después, salió en Estados Unidos con tres temas menos que el inglés y en ambos países alcanzó rápidamente los primeros lugares. Iba a ser la última vez que las versiones británicas y norteamericanas de un LP del cuarteto serían diferentes.

A partir de Revolver nada volvió a ser igual; ni los Beatles ni la música ni nosotros.

“El misterio era enorme”, cuenta 50 años más tarde el escritor Fernando Villaverde, que entonces vivía en París. “Había anuncios, pósters y vallas por todas partes que solo decían el nombre y uno no sabía de qué se trataba, hasta que por fin llegó a las tiendas”.

Cansados de las giras, los conciertos y viajes, y de la presión que tenían las presentaciones en vivo, el grupo se encerró varios meses en los estudios de grabación de Abbey Road, en Londres, y experimentó con todo lo que se les ocurrió.

Paul McCartney lo dijo entonces en una entrevista con la revista británica Rave: “Todos nos interesamos en cosas que antes ni se nos hubieran ocurrido. Yo mismo tenía un millón de ideas”. Con el innovador Revolver entraron en la madurez absoluta que se anunciaba desde Rubber Soul, que había salido apenas el año anterior.

El disco tenía un nuevo estilo que iría evolucionando aun más en los siguientes trabajos, la sonoridad se desarrolló más y el ritmo era arriesgado. Marcó, además, no sólo el inicio de la carrera psicodélica del grupo –un camino del que no se alejarían– sino también el fin de una era.

“Hemos sido Beatles de la mejor forma que pudimos. Ustedes saben: esos cuatro alegres muchachos de Liverpool. Pero ya no somos así”, declaró poco después John Lennon.

UN GIRO MUSICAL

En Revolver se dieron muchos cambios. El propio título, que se refiere al movimiento —al revolving— de un long playing en un tocadiscos, no al arma de fuego, era el nombre más raro y provocador que hasta ese momento habían usado. La música se hizo más sofisticada y no sonaba a la voracidad juvenil de los primeros años; las letras dejaban un poco a un lado el asunto del amor y hablaban de los impuestos, del dinero y de aventuras en el mar; de la muerte, las drogas y la soledad, mientras la carátula no se limitaba a una foto del grupo sino fue diseñada según un collage de ilustraciones y fotos montadas en un dibujo del artista alemán Klaus Voormann, amigo de los cuatro desde la época de Hamburgo.

Los 14 temas, entre los que se destacan TaxmanHere, There and Everywhereuna de las más extraordinarias canciones de amor de los Beatles–, I’m Only Sleeping, For No OneEleanor Rigby, eran joyas asombrosas que jamás pasarían de moda.

 «Here, There and Everywhere»:

 

Taxman (compuesta por George Harrison; veamos una excelente versión, con Harrison y su gran amigo, el legendario guitarrista Eric Clapton):

 

For No One, también compuesta por Paul McCartney:

 

La dupla de John y Paul vivía uno de sus mejores momentos como los músicos de inapelable maestría y el místico George Harrison —siempre conocido como el Beatle Tranquilo— aportó tres canciones con el que impregnó a la banda de una increíble espiritualidad hindú (uso el instrumento sitar por primera vez), y demostró ser un compositor que debía tenerse en cuenta. Por si fuera poco, Ringo Starr interpretaba con alegría de Peter Pan Yellow Submarine, una de las canciones infantiles más imaginativas de todos los tiempos.

 

Para muchos admiradores, conocedores y especialistas de los Fab Four, Revolver es uno de los discos fundamentales del grupo y de la historia del rock.

 

EL IMPACTO EN CUBA

Aunque los Beatles eran los dueños del planeta, y nunca antes ni después el mundo entero vio, escuchó y vivió un prodigio semejante, en Cuba el sueño revolucionario de los primeros años había degenerado irremediablemente en una pesadilla totalitaria y el llamado Primer Territorio Libre de América era un lugar fantasmagórico, triste, y aburrido; donde el miedo, la paranoia y la delación crecían a diario.

El poder de Fidel Castro era tajante (Castro se jactaba de decir que odiaba el rock and roll y todo lo que representaba), el régimen se había convertido en una implacable dictadura, el país vivía momentos de gran represión, de persecuciones feroces y las purgas en las escuelas y las terribles recogidas estaban a la orden del día. Policías vestidos de policía y de policías vestidos de civil pelaban a los melenudos, les rompían los pantalones estrechos, las camisas de colorines y les quitaban y desbarataban cualquier disco sospechoso.

Por decreto gubernamental de la casta todavía dominante, no se permitía oír esa música libremente. Había que disfrutar a los grupos a escondidas, en el más solapado secreto. Para mi generación escuchar rock —y hasta jazz— significaba arriesgar los estudios, ser llamado al Servicio Militar Obligatorio, o a las brutales UMAP, y perder de por vida toda oportunidad de tener una carrera. A muchos les pasó.

Pero los jóvenes se las ingeniaban y llevaban a las fiestas y reuniones discos de los Beatles, los Rolling Stones o Janis Joplin metidos dentro una tapa de la Orquesta Aragón, Pello el Afrokán o Gina León —artistas orgullosamente nacionales— mientras en un balcón, por una ventana o detrás de la puerta alguien vigilaba la temida llegada de los chivatos del CDR o de la policía. Una noche, en casa de un amigo cuyo padre viajaba al extranjero y le traía todo lo que los demás no teníamos, escuché extasiado el Revolver entero.

El músico Adrián López Ballester, director del grupo Similar Prisoners, que pese a su juventud —nació diecisiete años después que se separaran— es una de las personas que más sabe de los Beatles de todas las que conozco, dice: “Es de una importancia tremenda. Fue una exploración única con las armonías y los arreglos. Se puede aprender oyéndolo”.

Ahora, a propósito de los 50 años de Revolver, los Beatles vuelven a aparecer y la efemérides resulta una invitación irresistible. Es bueno revivir esa mágica experiencia y una vez más maravillarse escuchándolos.

Los Beatles siempre regresan.

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SE INCLUYE, PARA FINALIZAR ESTA ENTREGA…
«Eleanor Rigby», compuesta por McCartney, incluye un arreglo de cuerdas grabado por George Martin bajo la dirección del propio McCartney. Según Martin, su arreglo instrumental se lo había inspirado la partitura que Bernard Herrmann había hecho para la película Fahrenheit 451, de François Truffaut.
Esta versión, con Paul McCartney, fue grabada en concierto en Londres, en 2007.

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