Muere a los 25 años la soprano Patricia Janečková
La joven soprano eslovaca sufría un cáncer de mama desde febrero de 2022
Patricia Janečková en una entrevista con DV TV.
La soprano eslovaca Patricia Janečková falleció el pasado domingo 1 de octubre después de más de 20 meses de lucha contra un cáncer de mama que le fue diagnosticado en febrero de 2022 y con el que finalmente su cuerpo no ha podido, tal y como ha informado su propia familia a través de un comunicado emitido en su propio perfil de Facebook.
Janečková, según han indicado sus seres queridos, murió estando rodada de sus familiares, amigos y de su marido Vlastimil Burda, con quien contrajo matrimonio el pasado mes de julio después de varios años de relación y la persona que, desde que le hicieron el diagnóstico de cáncer, jamás se ha separado de su lado ni un solo momento.
«La cantante de ópera y teatro musical perdió su valiente lucha contra esta enfermedad tan agresiva… Dejó un legado duradero a través de sus grabaciones de audio y visuales, asegurando quedarse con nosotros para siempre», han asegurado sus familiares, que definen a esta cantante y actriz como una colega y amiga «valiente» y «maravillosa».
Janečková, que llevaba prácticamente toda la vida afincada Ostrava, al oeste de la República Checa, se bajó del escenario en febrero de 2022 cuando, con solo 23 años, su carrera estaba cogiendo más fuerza que nunca. «Con el corazón apesadumbrado, tengo que dejar los escenarios por un tiempo y cancelar todos los conciertos para poder luchar y curarme del todo», sostuvo entonces en un perfil de Instagram, donde durante meses ha ido compartiendo con sus casi 30.000 seguidores su lucha contra el cáncer de mama.
Una carrera meteórica
Patricia amó la música desde siempre. Dio su primer concierto cuando tenía solo 11 años y con 16 años se convirtió en la ganadora del concurso mundial de canto Concorso Internazionale Musica Sacra de Roma que le permitió recibir una beca para estudiar uno de los cursos que la Academia Europea de la Música ofrecía en Arezzo. Tras esto, trabajó con el barítono de La Scala Renato Bruson y en 2016 ganó tres premios en el Concurso Internacional de Canto A. Dvorak en Karlovy Vary.
En 2015, debutó en dos escenarios de ópera eslovacos (Teatro Estatal de Košice – Las bodas de Fígaro/Barbarina, Teatro Nacional Eslovaco – Flauta Mágica/Pamina) y desde entonces actuó como solista de la mano de diversas orquestas sinfónicas y de cámara checas y eslovacas como la Filarmónica de Janáček de Ostrava, la Filarmónica de Bohuslav Martinů de Zlín, la Orquesta de Cámara de Janáček y el Conjunto de Cámara Camerata Janáček.
También colaboró con el Teatro Nacional de Moravia-Silesia: allí actuó como solista en la ópera infantil Kominíček de Britten, en la producción musical dramática Bouquet y más recientemente en el musical Romeo y Julieta y en el papel de Esmeralda, en La novia canjeada.
En 2017 dio el salto al conjunto Collegium Marianum (la ópera barroca Acis y Galatea de GF Händel) y a la Orquesta Sinfónica de Praga FOK. Después se encargó de realizar los conciertos de la gala de año nuevo en Pozan en 2018 y 2019 y este último actuó también en el festival Feuerblumen & Klassik Open Air de Berlín y en el Czech Touches of Music de Praga.