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Néstor Suárez – Redefinir el Futuro de la Industria de Petróleo y Gas Parte III: La Implementación

Nestor Suarez (@NestorSuarezRB) / X

                                                                Néstor Suárez – PhD en Economía

 

En la segunda entrega de esta serie, esbozamos a grandes rasgos la solución que proponemos para superar el grave escollo que representa la propiedad estatal de los hidrocarburos, principal obstáculo para el bienestar de los venezolanos. Nuestra propuesta, una privatización integral de los activos petroleros, se asemeja a un tridente. Al centro está la punta más importante de la lanza, beneficios directos para todos los ciudadanos; a un lado, ingresos extraordinarios para el gobierno; y, al otro lado, el fondo soberano. Vamos a ver ahora, en mayor detalle, cómo implementar esta propuesta.

Enmienda Constitucional y Ley de Privatizaciones

Mis amigos abogados me informan que la implementación de la propuesta planteada es imposible bajo el actual régimen legal. Apuntan a las enseñanzas del filósofo nativo de Praga, Hans Kelsen, en referencia a la primacía de la norma constitucional sobre las demás leyes, de acuerdo a su Teoría Pura del Derecho. Recordemos que en nuestro primer artículo (Parte I: El Diagnóstico) citábamos el artículo 12 constitucional que declara como “bienes del dominio público…inalienables e imprescriptibles” los yacimientos mineros y de hidrocarburos. Entonces, ¿qué hacer? La respuesta es evidente; y no hay opción; como primer paso para implementar una privatización completa de la industria de petróleo y gas, debemos enmendar la Constitución venezolana para permitir la coexistencia de la propiedad pública junto con la propiedad privada de la riqueza mineral.

Descendiendo un peldaño de la cúspide constitucional de la pirámide de Kelsen, nos encontramos con las leyes orgánicas. En esta instancia, es imprescindible que el órgano legislativo dicte una ley orgánica de privatizaciones cuyo objetivo sea otorgar certeza jurídica, una base sólida, a lo que será un proceso largo y complejo de desestatización. La experiencia en todo el mundo aconseja que las privatizaciones cuenten con una ley especial.

Copiar el Modelo Texano

También se requerirá una ley moderna que regule la materia petrolera y gasífera, permitiendo el desarrollo a largo plazo de la industria. A este respecto, nuestra propuesta es copiar el exitoso modelo de Texas. Dicho estado es el mayor productor de petróleo y gas de la Unión Americana; además, cuenta con la mayor capacidad de refinación en Estados Unidos; país que, a su vez, es el más importante productor mundial de hidrocarburos y cuenta con la mayor capacidad instalada de refinación en el mundo. Texas es la gran potencia dentro del país más importante de la industria petrolera.

En materia de propiedad de bienes inmuebles, las leyes texanas tienen una particularidad única en el mundo. Dicha legislación distingue dos bienes sobre los cuales se pueden ejercer derechos reales: el primero respecto a los derechos sobre la superficie del terreno; y el segundo, respecto a los derechos minerales del subsuelo. Y estos derechos se pueden enajenar conjunta o separadamente. Por esta razón, en Texas podemos encontrar dos propietarios distintos para el mismo bien inmobiliario.

Este esquema otorga flexibilidad y una enorme capacidad para que los particulares generen riqueza y actividad económica. Para dar un ejemplo, en la superficie de una propiedad determinada, un primer dueño puede sembrar pasto para alimentar el ganado y tener edificios industriales para beneficiar sus reses; mientras que, al mismo tiempo, un segundo dueño extrae el petróleo que le pertenece y que se localiza en el subsuelo de la misma propiedad. Adicionalmente, ambos propietarios pueden obtener créditos hipotecarios garantizados por sus respectivos derechos inmobiliarios.

En el año 2023, la industria texana de petróleo y gas natural pagó, por concepto de regalías e impuestos a la propiedad, la cantidad de $26,3 millardos (USD 26.300.000.000) con una producción de 5,6 millones de barriles día. A estos impuestos locales y estatales, debemos sumar los impuestos con los que el Gobierno federal de Estados Unidos pecha los hidrocarburos más el impuesto sobre la renta.

Pero frente a estas impresionantes cifras, no debemos perder de vista lo más importante, el factor humano. En el año de referencia, 2023, la industria de petróleo y gas en Texas dio empleo directo a más de 480.000 texanos pagando un promedio de $124.000 dólares al año. Nosotros deseamos lo mismo para los trabajadores venezolanos; que tengan empleos de calidad, dignos, seguros y bien remunerados para que lleven prosperidad y bienestar a sus familias.

En Texas, la industria de petróleo y gas es un caso de éxito excepcional que debemos estudiar para extraer valiosas lecciones y aplicarlas en Venezuela. De no ser así, ¿de quién vamos a aprender? ¿A quién vamos a emular? ¿A los fracasados?

Cuentas Individuales para la Custodia de Valores

Como decíamos, la punta de lanza de la privatización consiste en otorgar beneficios económicos directos a los ciudadanos. Recapitulando, nuestra propuesta es que todos los venezolanos mayores de edad tengan el derecho de abrir una cuenta de valores (securities account) en su banco de confianza donde recibirán en propiedad acciones de las empresas petroleras a ser privatizadas.

El Gobierno acordará con la banca privada las tarifas que cobrará por la custodia de valores de sus clientes y la ejecución de las órdenes de compra y venta de acciones en la Bolsa de Valores de Caracas. Igualmente, el Gobierno sumará a bancos extranjeros con vínculos a Venezuela para que los venezolanos que viven fuera del país puedan acceder a estos beneficios. Por ejemplo, el BBVA, matriz del Banco Provincial, cuenta con agencias en España, Portugal, México, Argentina, Colombia y Perú, países con una importante comunidad venezolana. Y, también, se incorporarán las representaciones consulares de la República para que los venezolanos acudan personalmente, se registren, seleccionen el banco con el cual desean trabajar y abran su cuenta de valores.

El Gobierno proporcionará una planilla digital única que todos los bancos y consulados utilizarán para registrar a los venezolanos que acudan a abrir su cuenta; dicha planilla digital estará hospedada en servidores encriptados, físicamente ubicados en centros de datos con los más altos estándares de seguridad. En la medida que se vaya cargando la información de cada venezolano, funcionarios del Gobierno la validarán, cotejándola con la data que reposa en el SAIME y los registros civiles. Una vez concluida la verificación, la nueva cuenta de valores de cada venezolano quedará operativa.

Como explicábamos en el artículo anterior, durante el proceso de organizar las empresas a ser privatizadas, se definirá un precio base para la licitación y se emitirán las acciones correspondientes, de las cuales el 30% se repartirán entre los venezolanos mayores de edad. Estas acciones se depositarán en las cuentas de valores y cada venezolano podrá disponer libremente de las mismas.

Creación de un Fondo Soberano

Como planteamos en el artículo anterior (Parte II: La Solución), el 20% de las acciones de las empresas a ser privatizadas se traspasarán al nuevo fondo soberano venezolano. Cuando la junta administradora del fondo así lo disponga, irá vendiendo en la Bolsa estas acciones e invertirá los recursos generados de acuerdo a los lineamientos legales que se proponen a continuación.

El fondo noruego, ejemplo que nos sirve de guía, está autorizado a invertir en acciones y bonos cotizados en las bolsas mundiales; en bienes raíces; y en proyectos de energía renovable. Nosotros proponemos, para simplificar la administración y limitar las posibilidades de corrupción, que nuestro fondo soberano solamente invierta en títulos valores cotizados en las bolsas mundiales, excluyendo empresas petroleras, con objeto de diversificar el riesgo que actualmente concentramos en hidrocarburos.

Como parte de esta misma estrategia de diversificación de riesgos, el fondo invertirá exclusivamente fuera de Venezuela, en las bolsas de diferentes países, comprando acciones y bonos emitidos por compañías que operan en diferentes mercados; en una diversidad de industrias; y, con exposición en distintas monedas. El fondo también invertirá en bonos soberanos, pero con la prohibición expresa de comprar obligaciones del Estado venezolano.

Igualmente, por ley, se establecerá con claridad meridiana que las transferencias del fondo solo podrán hacerse al presupuesto nacional; las mismas tendrán un límite máximo; y, únicamente se podrán efectuar sobre los dividendos, sin tocar el capital, como es el caso del fondo noruego.

Recordemos las razones por las cuales proponemos constituir el fondo soberano: 1) proteger nuestra economía de las fluctuaciones del mercado petrolero ejecutando una estrategia de diversificación de riesgos; 2) cubrir los déficits de los presupuestos del Gobierno; y, 3) ahorrar en favor de las futuras generaciones de venezolanos.

Acuerdo de Cooperación con el Banco Mundial

Organizar un proceso de privatización es una tarea larga y compleja que requiere la participación de un equipo multidisciplinario. Por lo mismo, también es una tarea muy costosa. El caso que estudiamos de la privatización del campo petrolero de Elk Hills en California, Estados Unidos, tomó aproximadamente 3 años y costó más de $80 millones de dólares al Gobierno federal.

A este respecto, nuestra recomendación es que el Gobierno nacional formalice un acuerdo de cooperación con el Banco Mundial. Su amplia experiencia en materia de privatizaciones, la visión multilateral, el acceso a los mejores expertos y la credibilidad del banco, aportarán mucho al éxito de Venezuela en sus privatizaciones. Adicionalmente, el banco podrá cooperar con el financiamiento de los trabajos preparatorios, que serán muchos y en distintos ámbitos, desde lo legal hasta lo industrial y geológico.

De particular relevancia para nuestros intereses, el banco tiene amplia experiencia en distintas metodologías de licitaciones, probadas para maximizar los ingresos según el activo a la venta. Igualmente, importante, estas metodologías aportan transparencia y confiabilidad a las licitaciones, lo cual contribuye a minimizar las posibilidades de corrupción; y a garantizar un proceso equitativo para todas las partes involucradas.

Una vez finalizada la licitación con el nuevo propietario en posesión de los activos privatizados, y en caso de presentarse alguna disputa entre el Gobierno (vendedor) y el inversionista (comprador), el banco aporta un mecanismo para la resolución de conflictos. El CIADI (Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones) es una institución del Banco Mundial que facilita la resolución de disputas entre inversores y estados mediante conciliación y arbitraje.

Riesgo Político

Después de la amarga experiencia de expropiaciones y confiscaciones que ha sufrido Venezuela en las últimas dos décadas, para lograr motivar y atraer inversionistas privados, que deseen arriesgar su capital participando en las licitaciones de nuestros activos de petróleo y gas, hará falta transmitir confianza. Mucha confianza.

No tenemos la menor duda que ante el proceso de privatización que proponemos, los inversionistas van a analizar primero que nada el riesgo político de hacer negocios en Venezuela.

Por esa razón y, en primer término, estaremos obligados a resolver satisfactoriamente, en favor de los dueños, las violaciones a la propiedad privada y los graves abusos a la libre empresa que se cometieron y de los cuales ellos fueron víctimas. Adicionalmente, para el futuro, se deberá estructurar un mecanismo legal y financiero que cuente con el apoyo de todas las instituciones del país y que, en términos prácticos, cubra el riesgo de expropiaciones y confiscaciones; y, brinde una protección real a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros.

De otra manera, el peso de esta herencia confiscatoria y calamitosa nos impedirá privatizar exitosamente la industria petrolera; y, avanzar hacia la prosperidad y bienestar que merecemos todos los venezolanos.

“La locura es hacer lo mismo una y otra vez, pero esperando resultados diferentes”

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