Nicola Sturgeon impulsará un segundo referéndum en Escocia antes de mayo de 2021
"Una elección entre el Brexit y el futuro de Escocia como una nación europea independiente, debería ser ofrecida durante la legislatura de este Parlamento"
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha lanzado un nuevo órdago a Londres con el impulso de un segundo referéndum de independencia antes de mayo del 2021. «La elección será entre el Brexit y el futuro de Escocia como una nación independiente europea», ha recalcado la líder del Partido Nacional Escocés (SNP) durante una intervención en el Parlamento.
Sturgeon se aferró al argumento de «la independencia como la única forma de mantenerse en Europa» y de evitar el daño que el Brexit puede causar a Escocia, que votó mayoritariamente a favor de la permanencia en la UE (62% a 38%). La ministra principal confía en poder aprovechar la mayoría «europeísta» en el Parlamento escocés para tener lista una ley para el nuevo referéndum antes de finales de año y poder celebrar la nueva consulta antes del final de la actual legislatura.
La líder independentista se enfrenta sin embargo a notables obstáculos: tan solo una minoría de los escoceses quiere un referéndum antes de dos años, reciente aún el impacto de la consulta soberanista del 2014 que se saldó con una ventaja de 11 puntos a favor de la permanencia en el Reino Unido (55% a 44%).
Aunque el Parlamento escocés aprobara este año una ley para estipular las reglas y principios de un nuevo referéndum, la propia Sturgeon ha reconocido que haría falta un acuerdo con el Gobierno británico -similar al sellado en su día por David Cameron y Alex Salmond- para poder celebrar la consulta. La líder independentista vaticinó sin embargo que este Gobierno durará poco y que la situación sería «insostenible» si Londres decidiera negarse de plano.
Un portavoz de Downing Street aseguró que el Gobierno británico se negaría esta vez a emitir una orden -en aplicación del Artículo 50 del acta de la devolución de poderes de Escocia- para permitir la convocatoria de un nuevo referéndum. «Como ya hemos dicho claramente, Escocia tuvo ya un referéndum de independencia en el 2014 y votó decisivamente a favor de la permanencia en el Reino Unido. Esta decisión debe ser respetada. Nuestra posición no ha cambiado».
El «golpe de efecto» de Sturgeon se produce días antes de la conferencia de primavera del SNP y con la intención clara que contentar a las bases del partido, que calientan motores para una manifestación pro-independencia en Glasgow el 4 de mayo. Los analistas políticos han acogido con alfileres la huida hacia delante de la líder independentista y han recordado cómo en ocasiones anteriores amenazó con un referéndum entre el 2018 y el 2019, antes de la consumación del Brexit.
Sturgeon aseguró el miércoles que el Brexit ha adolecido de «un gran déficit democrático» y que el Gobierno escocés «no ha sido escuchado». La ministra principal se apoya en la votación simbólica y no vinculante contra el Brexit, el pasado 5 de marzo, que demuestra la existencia de una mayoría pro-Europea en el Parlamento escocés.
«CIMIENTOS MÁS SÓLIDOS»
«Aunque tengamos distintos puntos de vista sobre la independencia, el Brexit debería servir para persuadirnos de que necesitamos unos cimientos más sólidos para construir el futuro del país», argumentó Sturgeon ante el Parlamento escocés. «Con todos nuestros activos y nuestro talento, Escocia debería ser una fuerza próspera en Europa. En su lugar, podríamos vernos marginados en un Reino Unido cada vez más marginado en la escena internacional. La independencia serviría para proteger nuestro lugar en Europa».
Aunque la ventaja de la permanencia en el Reino Unido frente a la independencia sigue rondando los 10 puntos y se ha llegado incluso a ensancha desde el referéndum del 2014, Sturgeon se remite a un sondeo reciente de Progress Scotland (dirigido por el ex portavoz parlamentario del SNP Angus Robertson) que revela que dos tercios de los votantes «indecisos» admiten que el Brexit puede hacerles más proclive a votar por la independencia en una segunda consulta.
La reciente propuesta de una soberanía con moneda propia -frente al mantenimiento de la libra esterlina en la primera consulta- ha provocado sin embargo resultados ambivalentes entre la población escocesa. La mayoría de los votantes reconoce por otra parte la cuestión de la permanencia en la UE como la máxima preocupación, frente a la salud pública y la marcha de la economía.
El presidente de la Generalitat, Quim Torra, dio «todo el apoyo» a Sturgeon por la decisión de impulsar un segundo referéndum en Escocia. «Una solución democrática a un problema político», escribió Torra en un mensaje en Twitter. «Eso es lo que estamos pidiendo para Cataluña».
Pese al tono inclusivo su discurso, en contraste con las proclamas radicales que precedieron al primer referéndum de independencia, Sturgeon fue duramente criticada por los líderes de los grandes partidos en Escocia. «Estamos ante una propuesta claramente divisiva», declaró el portavoz del Partido Conservador Jackson Carlaw. «Sorprendentemente, Nicola Sturgeon piensa que puede unir Escocia sumergiéndola en otra consulta que puede volver a polarizar a la población en 18 meses».
«Se trata de un plan francamente absurdo, que solo servirá para dividir a las familias y para dividir a nuestras comunidades una y otra vez en un futuro inmediato«, agregó Carlaw. «Esto no es lo que quieren la mayoría de los escoceses. La gente ha tenido ya demasiadas divisiones políticas».
El líder de los laboristas escoceses, Richard Leonard, declaró que el discurso de Sturgeon «pone los intereses del SNP por delante de los intereses del país» y está concebido para «aplacar la inquietud de las bases nacionalistas».
«Su discurso no tiene nada que ver con el Brexit, sino que se trata más bien de un intento de pacificar a sus miembros y a sus diputados», agregó Leonard. «El caos del Brexit ha servido para agudizar aún los retos a los que nos enfrentaríamos. Dejar el Reino Unido en esta situación significaría enfrentarnos a una austeridad sin precedentes en los servicios públicos».