No hay que poner el foco en Maradona, sino en la realidad de la violencia machista en Cuba con la anuencia del poder
“Lo sucedido con Mavys es una mínima muestra de lo que ocurre en Cuba, no solo con figuras famosas como Maradona, sino con todo el turismo sexual permitido y naturalizado, no solo por las autoridades, sino por la sociedad”, opina la activista e historiadora del arte Yanelys Núñez sobre las revelaciones de la cubana Mavys Álvarez, quien tuvo una relación con el exfutbolista argentino Diego Armando Maradona cuando ella tenía 16 años.
“En su caso, la violencia fue doble porque son figuras de gran poder político, económico, que violentaron su niñez. Ahí están las fotos de Fidel Castro, el presidente de un país, naturalizando esa unión”, afirma Núñez, convencida de que la prensa oficial cubana no dirá nada al respecto, a menos que la opinión pública internacional cuestione al Gobierno.
“Dirán que todo es una manipulación para denigrar la imagen de la Revolución y tal. Y para lucrar, que es de lo que siempre acusan a las mujeres”, aventura.
En el caso de la querella interpuesta en Argentina, por presunta trata de personas contra el entorno de Maradona, el abogado Gastón Marano aclaró que solo tendría efecto penal y no existe posibilidad de obtener compensación económica. Pese a ello, Mavys Álvarez pidió ser querellante.
Núñez considera importante la denuncia de Mavys, aunque hayan transcurrido 20 años, porque “habla de la vulnerabilidad con que viven las mujeres y las niñas cubanas. La precariedad económica, la falta de información, la ausencia de proyecto de vida a que ese Gobierno tiene sometida a toda la juventud, conlleva a que esta niña haya estado cerca de las drogas desde muy joven y tuviera esta relación con esta persona mucho mayor, siendo ella menor, con la venia de un Estado”.
“Hay que seguir sembrando estos referentes para denunciar el machismo de la cúpula y la impunidad con que viven estos señores cercanos al Gobierno”, concluye.
La feminista Marta María Ramírez también recalca que las relaciones entre mujeres menores de edad y hombres mayores están “totalmente naturalizadas” en Cuba.
“Encima, llegan los años 90, con una profunda crisis económica (…), donde otra vez las mujeres jóvenes están más en riesgo. Además, en Cuba es posible contraer matrimonio con la anuencia de uno de los progenitores. Hablamos del matrimonio infantil en la India y de cómo las hijas son entregadas a cambio de una dote todavía en el siglo XXI, e ignoramos que en Cuba eso puede estarse escondiendo detrás de una legislación, que desampara a los menores de edad”.
“Cuando los padres y las madres no están de acuerdo, opera otro tipo de estructuras. Es un país con una corrupción importante, con un machismo visceral”.
La feminista entiende el miedo de la familia de Mavys, “que se enfrentaba no solo al poder cubano, sino al ‘Poder’”, subraya.
Recuerda que Maradona, aunque era un violento y “un pederasta si la justicia lo hubiera juzgado estando vivo”, estaba avalado por todos los presidentes. “Le preguntaban de todo, de política, cocina, a un tipo que, sin quitarle su mérito, pateaba bien un balón”, señala.
No le extraña “la anuencia del totalitarismo cubano” para la relación entre Maradona y una menor, y remarca que solo recientemente hay grupos de la sociedad civil cubana que enfrentan a ese Estado patriarcal.
“No hablo del socialismo o el comunismo, sino de organizaciones que se enfrentan a un sistema que va más allá, que es el patriarcado. Creo que todo el poder en manos de patriarcas, más allá del signo político, redundará siempre en este tipo de historias sórdidas”.
Ramírez confiesa que “hubiera querido abrazar a Mavys” cuando vio la entrevista y la describe como una mujer muy valiente.
“La historia de Mavys debería servir para sacar una ley de matrimonio infantil. Tiene que quedar terminantemente prohibido que un menor pueda casarse”.
Recuerda además que alguien del entorno de Maradona le propuso a Mavys conocer al exfutbolista. “Eso es proxenetismo”, sostiene.
La feminista española Clara González Calvo, licenciada en Derecho, máster en Periodismo y en Igualdad y Equidad en el Desarrollo, considera que “no hay que poner (el foco) en Maradona, sino en la realidad de las violencias machistas y su aceptación social”.
“Cuando hablamos de violencias machistas, deberíamos denunciarlas y rechazarlas independientemente de quien las ejerza. Existe la tendencia de excusar y justificar a los maltratadores que son gente cercana y nos caen bien, y a buscar una condena social total y preguntar ‘dónde están las feministas’ cuando el maltratador en cuestión es alguien que no nos gusta”, explica.
“Creo que, en este caso, a muchas personas les molesta más que Maradona fuese amigo de Fidel Castro que el hecho de que fuese un pederasta abusador y maltratador. Yo les aconsejaría que, por favor, mantengan ese criticismo y esa condena ante todas las violencias machistas que ven a su alrededor, independientemente de quien las cometa”, añade González Calvo.
“No dudo que Maradona era un maltratador y abusador de mujeres, y que el consentimiento de Mavys, con 16 años y ante un hombre famoso y poderoso, es cuestionable, independientemente de que fuese legal en Cuba. Por supuesto, creo el testimonio de Mavys y la apoyo completamente. #YoSíTeCreo siempre”, ratifica.
“El régimen de Fidel Castro ha sido machista y misógino desde sus comienzos y Fidel interpretaba perfectamente la figura del patriarca, que considera a las mujeres de la Isla su propiedad”, señala. “No me extraña que él mismo diese el permiso para que Mavys viajase a Argentina. Pero, aclaro, si el permiso lo hubiese dado el padre, en su papel de patriarca consentidor del abuso a su hija, me parecería igual de mal”.
“Ojalá el testimonio de Mavys y la repercusión de este caso sirvan para algo más que como munición contra el Gobierno cubano. Ojalá sirva para despertar más conciencias sobre las violencias machistas y para que más personas apoyen la necesidad de una Ley Integral contra la Violencia de Género en Cuba”.
Ileana Álvarez, directora de la revista feminista Alas Tensas, piensa que Mavys no está hablando solo por ella, sino “por muchas cubanas que han sido víctimas de la violencia de género” y, específicamente, “de la violencia de género hecha y fraguada desde el poder”.
Para ella, el viaje de Mavys a Argentina con autorización de Fidel Castro para someterse a una cirugía de aumento de mamas, sin consentimiento de sus padres, es “de una violencia extrema” y refleja “la perversidad que ha existido siempre en las altas esferas de la dictadura cubana. Refleja no solo la desprotección de las niñas y adolescentes, sino esos hilos oscuros que se mueven detrás del poder en Cuba”.
Álvarez compara el proceder de Maradona y el poder cubano con el de las organizaciones criminales y de narcotráfico en América Latina.
Considera que deben dejar de ser legales las relaciones sexuales con menores en Cuba, para que se les proteja “como está estipulado en los convenios internacionales”.
“Mavys fue víctima de la violencia de género en el sentido más terrible, porque Maradona la maltrató, la obligó a hacerse una cirugía de senos para él satisfacer su concepción de la sexualidad femenina, que es algo machista y perverso, y la convirtió en drogadicta. Ha sido una víctima en todos los sentidos. Lo que está haciendo ahora es para mí un acto de valentía extrema”.
Álvarez no confía en que la querella iniciada en Argentina llegue lejos, sobre todo porque el exfutbolista sigue siendo un ídolo para muchos. “Pero es importante que ese testimonio llegue a miles de personas”.