Nueva derrota electoral para el ‘premier’ británico, que pierde dos circunscripciones conservadoras
La crisis política se agrava con la dimisión del presidente del Partido Conservador, Oliver Dowden, quien afirma: «No podemos seguir como siempre»
La crisis política que sufre Boris Johnson va a peor, ahora con una nueva derrota electoral en dos circunscripciones conservadoras, un resultado por el que Oliver Dowden, presidente del partido, ha renunciado.
Las elecciones parciales en Tiverton-Honiton y Wakefield se celebraron tras la dimisión de los ‘tories’ que ocupaban sus escaños por sendos escándalos sexuales: en el primero, y en el que los liberal demócratas se hicieron con el poder según los resultados anunciados este viernes, Neil Parish, de 65 años, dimitió después de que fuera descubierto mirando pornografía en su teléfono mientras estaba en la Cámara de los Comunes, mientras que en Wakefield, donde los laboristas recuperaron el que históricamente había sido un bastión suyo, Imran Khan fue condenado a un año y medio de prisión por un delito de agresión sexual a un adolescente.
Tras el batacazo, Dowden señaló en un comunicado en el que hizo pública su renuncia que «no podemos seguir como siempre» y que «alguien debe asumir la responsabilidad y he llegado a la conclusión de que, en estas circunstancias, no sería correcto que siguiera en el cargo». El ahora expresidente añadió que los miembros de la formación están «angustiados y decepcionados por los acontecimientos recientes», en lo que se entiende como una referencia no solo a los malos resultados en las urnas, sino también a otros escándalos, como el de las fiestas en Downing Street durante el confinamiento por Covid-19.
Johnson echa balones fuera
El que no asume la responsabilidad es el primer ministro, que parece no inmutarse, y que en una carta abierta a Dowden como respuesta a su dimisión, además de darle las gracias por su trabajo, le dijo que «si bien entiendo completamente su decepción con los resultados de las elecciones parciales, este gobierno fue elegido con un mandato histórico hace poco más de dos años para unirse y subir de nivel» y «espero que sigamos trabajando juntos en eso».
En declaraciones desde Ruanda, donde se encuentra de viaje oficial, Johnson señaló que aunque no quiere «minimizar la importancia de lo que dicen los votantes», es «normal» que los gobiernos pierdan este tipo de elecciones. Sin entonar en ningún momento un mea culpa, lanzó balones fuera: «Lo que debemos hacer ahora es reflexionar sobre dónde están los votantes», dijo, que aunque saben que «superamos bien el Covid y tomamos muchas de las decisiones correctas» al respecto, ahora viven una situación difícil por «las presiones sobre el costo de la vida», que «para la mayoría de la gente es el problema número uno». «Estamos viendo picos en los precios del combustible, el coste de la energía, de los alimentos… eso está afectando a la gente. Tenemos que reconocer que hay mucho por hacer, y lo haremos, seguiremos abordando las preocupaciones de las personas hasta que superemos este bache», declaró.
Keir Starmer, líder de los laboristas, celebró por su parte la victoria en Wakefield, donde afirmó que es «un resultado histórico» que ha puesto a su partido «en camino a ganar las próximas elecciones generales». «Esto dice que el próximo gobierno va a ser un gobierno laborista, y cuanto antes, mejor, porque el país votó ayer, en las dos elecciones parciales, desconfianza en este gobierno desfasado, desprovisto de ideas», puntualizó.