Obama pide a Cuba y Venezuela que no teman a sus ciudadanos
Barack Obama, durante su discurso ante el Foro de la Sociedad Civil
El presidente estadounidense critica a «los gobiernos que encarcelan con cargos inventados»
Barack Obama definió la sociedad civil como «catalizadora del cambio» y pidió a los países de Latinoamérica que «no tengan miedo a los ciudadanos activos, sino que los empoderen». En su intervención ante el Foro de la Sociedad Civil de la VII Cumbre de las Américas que se celebra en Panamá, Obama mencionó expresamente a Cuba como país que debe abrir espacios de libertad «al ingenio y talento» de sus habitantes y criticó veladamente a Venezuela por «meter en la cárcel con cargos inventados».
Las palabras de Obama contra la «violencia y la intimidación» se producían horas después de que la delegación oficialista cubana protagonizara un nuevo altercado a las puertas del Foro la Sociedad Civil por la presencia de disidentes de la isla, a los que increpó. La delegación finalmente se retiró, sin querer asumir ningún documento que fuera a aprobarse sobre participación ciudadana y gobernabilidad democrática. Cuando abandonaron el recinto, los castristas aseguraron que se iban por respeto a los presidentes que iban a llegar al acto de clausura del foro, «incluido el presidente Obama», como expusieron en un comunicado.
«Es un placer que Cuba esté entre nosotros», dijo luego Obama en su intervención, cuando los únicos cubanos presentes eran los disidentes, pues para EE.UU. igualmente son representantes de la sociedad cubana. El presidente estadounidense comentó que EE.UU. afronta la normalización de sus relaciones con la isla como «nuevo capítulo que cree un entorno que mejore la vida de los cubanos».
Obama no mencionó a Venezuela, pero su insistencia en denunciar la situación de presos políticos apuntaba, por su actualidad, al caso de los dirigentes venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma. «Cuando hay gobiernos que meten en la cárcel con cargos inventados tenemos la obligación moral de hablar», afirmó, y se comprometió ante los representantes de la sociedad civil latinoamericana que asistían al acto a «estar a su lado cuando los repriman».
El presidente de EE.UU. negó que eso sea injerencia en asuntos de otros países. «Los días en los que Estados Unidos podía hacer lo que quería en este hemisferio son algo del pasado», afirmó, cosechando un gran aplauso, «pero tenemos que ser muy claros: cuando hablamos en nombre de alguien que ha estado en prisión por decir la verdad ante el poder, no lo hacemos porque sirva a nuestros intereses, sino porque denunciarlo es importante y quisiera que ustedes también lo vieran así». Añadió que EE.UU. tiene una deuda con quienes internamente lucharon por los derechos civiles para superar la histórica discriminación racial, «y esa deuda yo la quiero pagar en el hemisferio».
Obama defendió que la iniciativa del Foro de la Sociedad Civil, que esta vez se estrena como encuentro paralelo durante la Cumbre de las Américas, sea algo que se repita en la siguientes ediciones.