Fondo buitre contra gobierno buitre
Si los fondos buitres merodean Cuba, es porque esta es un cadáver en descomposición, cuyo olor a fracaso atrae a los especialistas en digerir carroña.

¡Es que son buitres! ¡Son un fondo buitre!, clama el castrismo jugando a ser víctima de unos capitalistas muy malos que quieren aprovecharse de la bella Cuba socialista.
Y sí, CRF I clasifica como empresa buitre, que son aquellos fondos de inversión especializados en comprar deudas o activos financieros en quiebra o cercanos a la quiebra, a precio reducido, para luego litigar esa obligación intentando obtener beneficios. Un negocio perfectamente legítimo que existe desde que en Mesopotamia nació el dinero como medio de intercambio diferido.
En el caso de Cuba, CRF I ha comprado derechos de cobro —deuda— valorados en 1.200 millones de dólares.
Simplifiquemos la operación para entenderla: El Gobierno cubano debe al acreedor X 1.200 millones. X está agotado de pedirle al Gobierno cubano que le pague, pero nada, el Gobierno cubano sigue dando largas, ya saben, el bloqueo, los ciclones, el cambio climático, las fases de la luna… La deuda se vuelve incobrable para X, pasando de ser un activo a un pasivo, una carga. ¿Solución? CRF I le propone a X darle 700 millones —es un ejemplo— por ese derecho de cobro valorado en 1.200. X acepta encantado, minimizando sus pérdidas, y le pasa el riesgo a CRF I, que a partir de ahora tiene que lidiar con la nunca fiel isla de Cuba. Esta operación no solo es legal, como han ido certificando los jueces británicos, sino habitual en cualquier mercado.
¿Es un negocio feo? Sin los fondos buitres como especialistas en deuda de difícil cobro y alto riesgo, los intereses del mercado serían muchísimo más altos. Al existir estos fondos como agentes de última instancia, los prestamistas calculan riesgos menores, sabiendo que, si algo sale mal, siempre le pueden vender la deuda a uno de estos fondos; por lo tanto, cobran intereses menores que si estas empresas buitres no existieran. Sin fondos buitres, Cuba en vez de financiarse en el mercado internacional —cuando podía hacerlo— al 5 o 6%, lo habría tenido que hacer probablemente al 10 o 15%, teniendo en cuenta que su historial crediticio es similar al de Bonnie y Clyde
En definitiva, los fondos buitres, al reducir los riesgos de terceros, dan liquidez y reducen los costos de transacción, lo que los convierte en parte importante y útil de la arquitectura financiera internacional. No son delincuentes, como el castrismo ha pretendido presentarlos.
Pero de este affair podemos sacar tres conclusiones:
Primero, si los fondos buitres merodean Cuba, es porque esta es un cadáver en descomposición, cuyo olor a fracaso atrae a estos especialistas en digerir carroña.
Segundo, se evidencia lo mal pagador inveterado que es el castrismo, pues parte de la deuda en litigio viene de los años 80 —¡de los 80!—, cuando la URSS enviaba dinero por tubo a su base militar caribeña, pero el compañero Fidel andaba en su guerrita de no pagar deuda externa.
Tercero, lo irresponsable del castrismo metiéndonos en estos dramas legales, que a corto plazo dan un respiro a las arcas, pues retrasan el pago, pero a largo plazo empeoran la situación, pues recurrir a todas estas maniobras —el régimen llegó a decir que el deudor era el banco Nacional de Cuba, no Cuba, como si fueran cosas distintas— hace más difícil que pueda financiarse en el futuro.
Pero el camino legal se le está acabando al régimen de La Habana, pues ya el más alto tribunal al que podía recurrir declaró que la deuda es legítima, que no hay nada turbio en que CRF I quiera cobrarla y, por tanto, es hora del «pay, baby, pay«.
Si CRF I se pone a jugar al duro, van a peligrar las inversiones internacionales de GAESA y los chanchullos que, mediante hijos, nietos y otros testaferros, tiene el castrismo diseminado por todo el globo, incluyendo Estados Unidos y Europa. No parece que al régimen le convenga que se destapen sus tentáculos internacionales; entonces, ¿para pagar sacarán algunos milloncitos de las cuentas personales de Raúl, Ramirito o ciertos generales y panzones del PCC?
Buitre no come buitre, CRF I lo que quiere es dinero, no confrontación política, así que para cobrar su legítima deuda no dudará en llegar a un acuerdo —del que jamás conoceremos el contenido— con el Gobierno buitre de Cuba, que para pagar, por supuesto, estrujará más este cuerpo moribundo, putrefacto, que somos nosotros, masa humana gobernada como ganado bovino, que así se volverá más pobre sin siquiera saber por qué… lo mismo de siempre.