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Oscar Peña: Fin del diferendo Cuba-Estados Unidos

41217c00-lgskdSoy de los que vieron con agrado que el presidente de Estados Unidos hiciera los anuncios de diciembre del 2014. Existía una larga confusión regional, mundial y en el propio pueblo cubano que los problemas del país eran por culpa de Estados Unidos. Ese día comenzó a borrarse ese pensamiento de la pizarra nacional y se escribió en la mente de todos: Cuba no tiene enemigos externos.

Ahora la visita del presidente en activo de Estados Unidos a la isla es la estampilla de garantía de esa verdad. Gana Estados Unidos en prestigio y autoridad moral. Si nos imaginamos ante un campo de voleibol o tenis observaríamos que el presidente de Estados Unidos tomara en sus manos la pelota de la confusión y la va a llevar personalmente al otro lado de la red (Cuba), ponerla allí y aconsejar: “jueguen limpio entre cubanos”. Al poner fin al diferendo internacional resalta que el que sigue pendiente –el nacional– está en manos de los cubanos.

Como parte normal de las luchas partidistas y la democracia en Estados Unidos donde se busca con lupa y exceso donde descalificar las acciones del otro partido, se está esgrimiendo por adversarios el simple argumento que la visita del presidente de Estados Unidos a Cuba legitima a ese gobierno. Algo parecido a esas personas que se niegan a admitir al padrastro o a la madrastra. La realidad muchas veces es abrumadora y no perfecta, pero no se puede falsear. Cuba es el país del mundo que más visitas presidenciales ha recibido. Solo faltaba la de Estados Unidos.

Siempre nos ha sido difícil a los cubanos admitir que los sucesos de Cuba han sido por culpa de nosotros y no de extranjeros. Es una coincidencia nacional: lo mismo las autoridades de Cuba que sus críticos le echan la culpa a Estados Unidos. Como en el cuento clásico, siempre queremos “botar el sofá” y pasar las facturas a otros. Hemos tenido en todas las épocas altas dosis de irresponsabilidad y una mentalidad de dependencia. Este paso que ha dado Estados Unidos debe ser el inicio de la cura nacional y convencernos que tenemos que arreglar la casa con bondad entre nacionales sin mirar el pasado.

Observo perspectivas inquietantes. No es correcto ni aconsejable tener entre cubanos exceso de esperanzas en la visita del presidente Barack Obama a Cuba. ¿Es positiva? Sí. Por todo lo antes expresado. Además sus palabras serán un curso de libertad para los cubanos, pero al apagarse las luces de la visita, todo quedará igual. Ese afán de autoridades de Cuba y opositores por sentarse con extranjeros, tienen que tenerla para sentarse entre ellos. Tenemos que ser éticos. No es el presidente de Estados Unidos quien tiene que resolver los derechos de los cubanos. Esa responsabilidad es entre todos los cubanos.

En el gobierno de Cuba, en la sociedad civil y en los adversarios tenemos que dejar de taparnos los ojos y aprender a vivir con cultura política y admitir la diferencia. Acabar de reconocer que Cuba ha tenido pérdidas y aciertos, pero que es penoso que los cubanos solo se sientan libres fuera de Cuba. ¿Entonces? No es un congreso del PCC lo que hace falta, sino un congreso de todos los segmentos de la sociedad cubana. Un Encuentro Nacional. Saber que existe una palabra, un concepto que se llama pactos nacionales entre partes, acuerdos de convivencia. Entre todos los cubanos está la clave.

OSCAR PEÑA: Activista cubano. Graduado en Ciencias Políticas y Periodismo.

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