Oswaldo Álvarez Paz / Desde el puente: Ser parte de la solución y no del problema
Hace bastantes años, en algún país latinoamericano, el cansancio de la gente era tan grande que se hizo popular una improvisada consigna: “Abajo el gobierno, abajo la oposición, abajo los militares, abajo los ricos, fuera los extranjeros, etc…que se vayan todos”. La situación venezolana no es similar pero camina en esa dirección. Ese tipo de cansancio genera desesperanza con relación al futuro inmediato del país. Obliga a que cada quien se ocupe solamente de lo suyo para poder sobrevivir en medio de tantas circunstancias negativas, alejándose progresivamente de quienes ejercen la dirección política del régimen y también de quienes lo hacen en una oposición rara que, a veces, da la impresión de luchar más contra sí misma que contra ese régimen.
La dirección de la oposición democrática es fundamental para lograr el radical cambio que el país necesita. Tiene que unirse por encima y dejando al margen las diferencias políticas, ideológicas y aspiracionales que en este momento sólo favorecen a un adversario cada día en peores condiciones debido a su manifiesta incapacidad, a corruptelas sin antecedentes y a confrontaciones internas bastante graves.
Somos verdaderos demócratas. En democracia todos pueden convivir. La Unidad será siempre dinámica y diferenciada, pero unida en unos cuantos principios fundamentales y, en el caso actual, en lograr el objetivo compartido relativo al cambio.
Cambiando un poco el tema, me impresionó profundamente la muerte del General Raúl Isaías Baduel. Aún no están claras las circunstancias en que se produjo, pero lo cierto es que los presos, especialmente los políticos y los militares están bajo la responsabilidad directa de quienes tienen el poder y la obligación de garantizarles seguridad, sanidad y vida. Son varios los fallecidos en los últimos años, pero lo de Baduel ha prendido muchas alarmas en el mundo entero.
Todos sabemos cuál fue la relación inicial que tuvo con Hugo Chávez, pero también sabemos el momento y las razones que motivaron la separación y el enfrentamiento claro y definitivo que existió entre ellos. Tanto en la campaña electoral de 1998 como en los primeros años de gestión chavista, no sólo Baduel, también muchos compatriotas, partidos, movimientos políticos y personalidades independientes hoy de oposición, lo apoyaron e incluso ocuparon altas posiciones gubernamentales. Sería infantil pretender pasarles factura a estas alturas. Pero, sí sería interesante que Maduro y las cabezas del régimen den un explicación detallada y verdadera sobre el odio, el acoso, los allanamientos, la persecución, la prisión y los enjuiciamientos en contra de Baduel y su familia. Por supuesto también sobre las circunstancias de su muerte en un calabozo del Helicoide aparentemente en brazos de uno de sus hijos, también prisionero. Mi respeto a toda su familia.
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