Oswaldo Páez-Pumar: Disparatera Delcy
Aunque pudiera decir que me ha dejado asombrado la declaración de Delcy Rodríguez y quería hacer crítica de lo expresado por ella, no me ha sido posible hacerlo; sería mentir, no me ha dejado asombrado, sino estupefacto, lo que quiere decir “atónito”; y siendo más explícito, “pasmado”.
La disparatera nos dice que Guyana al pretender deslegitimar el referendo que se propone convocar el gobierno del usurpador Maduro (aclaro que lo “del usurpador” es frase mía, no vaya a ser que el usurpador se indisponga con ella) del cual ella forma parte, incurre, de algún modo que para mí es extraño, en violación de la Constitución.
Joven, que has ingresado al primer año de derecho, en cualquier facultad de derecho en cualquier país del mundo, responde a mi pregunta, porque habiendo pasado 59 años desde que me gradué de abogado y 47 desde la última vez que ejercí la docencia en la facultad de derecho de la UCV, en los cursos de doctorado, siempre tuve la idea de que la violación de la constitución de un país sólo era posible atribuírsela a quienes son nacionales de ese país.
Ahora, ante lo dicho por Delcy Rodríguez, dime si es posible que un ruso incurra en violación de la constitución americana, o al revés, que un americano incurra en violación de la constitución rusa, porque esas figuras, que en mis estudios de derecho -y me gradué “Cum Laude»- no serían posibles, por una razón de una sencillez tal, que hasta alumnos de primaria la entenderían. Pero si acaso son posibles, para hacer más clara mi inquietud, formulo esta proposición, que tal si en la Constitución Rusa se prohíbe a los americanos tomar armas contra ella, o al revés en la Americana se le prohíbe a los rusos. En ese nivel de incongruencia la frase de Delcy Rodríguez perturba mi mente, porque al menos a mí, no sé si a ustedes mis lectores también, lo expresado por Delcy Rodríguez, conduce a que la constitución de Guyana pueda incorporar un artículo que considere traición a la patria el reclamo de cualquier centímetro cuadrado de su territorio, cualquiera que sea la nacionalidad del reclamante; y vamos a tener un lío con nuestra reclamación Esequiba, que se nos convertiría en “reclamación esquiva”.
Esta cosa, y así lo digo porque no es sino cosa, no es argumento, no es razón, no es idea, porque se nos devuelve en contra con la misma fuerza con que la asumimos o la lanzamos. Eso de que los guyaneses estén violando nuestra constitución es tan insensato como decir que un venezolano, que no cree en Dios, o si cree, no cree que el Dios es Alá, viola las normas del Corán si come cochino.
La convocatoria de un referéndum que está el gobierno del usurpador Maduro explorando a ver si lo puede impulsar, no es otra cosa que un intento de escape a la responsabilidad que tienen en el abandono de la reclamación, que se origina en la “tutela” que Castro ejerció sobre Chávez y luego no en la tutela sino en la “patria potestad” que ejerció sobre el usurpador Maduro, porque si acaso mis lectores no lo saben, o si lo supieron lo olvidaron, Castro fue el único gobernante de un país de habla castellana en nuestra América que le negó su respaldo al Acuerdo de Ginebra.
Finalmente, la convocatoria de un referendo sobre esa materia no es sino un intento de escapar de la responsabilidad que le corresponde al gobierno, más bien a las personas que lo han ejercido y lo siguen ejerciendo, cuando el próximo 2 de febrero de 2024 cumplirán 25 años en el ejercicio del poder, sin haber prestado la más mínima atención a esa contención con el vecino.
Caracas, 31 de Octubre de 2023