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Oswaldo Páez-Pumar: Siento no haberme equivocado

 

Hace ya 21 años al referirme al artículo 124 de la constitución venezolana aprobada en 1999 que consagró que las tierras que conforman el hábitat que “ancestral y tradicionalmente ocupan los pueblos y comunidades indígenas serán inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles” comentaba que  se había dado un peligroso paso para que eventualmente se propicie por los propios pueblos indígenas, por los países vecinos y aun por “países no vecinos” la independencia de esos pueblos con territorio propio lleno de riquezas, que conduciría al desmembramiento de Venezuela de una vastísima zona. No pasó por mi mente entonces mencionar a nuestras Fuerzas Armadas, pero ahí está CAVIMPEG en una suerte de ejercicio directo de la soberanía en la explotación de los recursos naturales de las tierras ancestrales, inalienables, imprescriptibles, inembargables e intransferibles”.

De esas mismas fuerzas armadas no he oído ni ¡pío! acerca del emplazamiento de plataformas en esa zona para disparar misiles rusos; y desde luego lo más aterrador no es lo ya dicho acerca de ese refrán según el cual “en el pleito de los burros no se meten los pollinos”, sino poder saber cuándo se van los rusos y cuando se llevan sus plataformas o si las nos las van a dejar cuando se vayan, lo que me lleva no a un refrán sino una fábula cuya historia completa no reproduciré, pero me es útil para preguntar ¿Cuándo se irán los rusos? Se trata de una obra del gran Job Pim que cuenta que unos monos jugaban a la “gallina ciega” y un leopardo atraído por el ruido quiso jugar con ellos y aunque los monos se alarmaron con su llegada, el leopardo juró que no atacaría, que quería tan solo jugar y fue aceptado, pero cada vez que “el leopardo gallina ciega” tocaba a un mono para descubrir quién era  un hilillo de sangre corría; y concluye la fábula: “Desde aquella ocasión esto se advierte:/los monos solo juegan con los monos/.”

Pensé que aquí terminaba el artículo sobre este tema tan penoso y cuando iba a fecharlo me percaté que el segundo párrafo se iniciaba con un error, porque las fuerzas armadas si han dicho algo y lo dijeron por la boca de su comandante en jefe, que es el usurpador, ya que se respalda la acción rusa sobre Ucrania, pero sobre todo la separación de porciones de su territorio, que es como si oyéramos una manifestación de autonomía en el Táchira o en el Zulia para unirse a la República de Colombia y pretendiera el gobierno vendernos que lo que es bueno para los ucranianos, no es bueno para los venezolanos.

Caracas, 22 de febrero de 2022

 

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