Padecerá Sheinbaum la resaca de AMLO
El arte de gobernar es muy delicado, y Claudia Sheinbaum deberá ser muy sagaz a la hora de enfrentar las secuelas de su carismático antecesor. Por ejemplo, a falta de un plan de reforma fiscal, iniciará su sexenio con recortes al gasto público. Ya lo avisó en su reunión con el Consejo Coordinador Empresarial, al mencionar que en su primer año reducirá el déficit fiscal a 3.5% del PIB en 2025, frente al 5.4% actual. El ajuste afectará la inversión pública, los subsidios, y pondrá en riesgo sus propias promesas de campaña, como pensiones y becas. Esto, en un entorno en el que la deuda pública para 2025 será de 51.0% del PIB: el mayor en 25 años.
Además, Sheinbaum heredará un sistema judicial ineficaz en el que la reforma propuesta por AMLO no solucionará la impunidad ni mejorará la eficiencia de las fiscalías. Simplemente, dicha reforma no toca esos aspectos, sino que busca designar por voto popular a jueces y magistrados. En cambio, eso sí compromete la independencia judicial y daña el equilibrio de poderes.
Las decisiones del gobierno actual, desde el estilo y discurso de las mañaneras, hasta decisiones de enorme calado, como delegar proyectos al ejército u hostilizar a los mercados, tendrán efectos inesperados que Sheinbaum deberá manejar. ¿Podrá con el paquete?