Panamá vota este domingo bajo la sombra del expresidente Martinelli, condenado y prófugo
Lidera las encuestas José Raúl Mulino, elegido por el exmandatario para sustituirle al estar inhabilitado
Tres millones de panameños están llamados a las urnas durante estas elecciones generales 2024 para elegir al próximo presidente y vicepresidente de la República, en una contienda que contará, según el Tribunal Electoral (TE), con una participación del 80% del padrón. Se trata del séptimo sufragio en el país centroamericano desde la invasión estadounidense que derrocó la dictadura de Manuel Antonio Noriega, en 1989.
Lo que está en juego, además del binomio presidencial, es la elección de 20 diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen), así como 71 diputados a la Asamblea Nacional, 81 alcaldes, 701 representantes del corregimiento y 11 concejales, todos con sus suplentes. Es decir, este domingo 5 de mayo, Panamá se juega todo.
A la sombra de Martinelli
Pero la carrera está enfocada en el mandato presidencial. Tras el gobierno de centroizquierda de Laurentino Cortizo, que suma pocos triunfos y muchas crisis, los panameños se han inclinado por un viejo conocido de derechas, que ha hecho de la campaña electoral un auténtico frenesí. Se trata del expresidente Ricardo Martinelli, que gobernó el país de 2009-2014 y cuyo retorno a la esfera política fue aclamado por los panameños que lo posicionaban en la cima de las encuestas, hasta que un asunto jurídico truncó sus aspiraciones.
A principios de febrero, en plena contienda electoral, la Justicia panameña confirmó una sentencia a 10 años y 6 meses de prisión por blanqueo de capitales dictada en julio de 2023 contra el exmandatario. Martinelli se convirtió así en el primer expresidente de Panamá en ser condenado a cárcel por ese delito y sobre él cayó la inhabilitación para correr por un cargo público, tras haber sido condenado por cargos de corrupción y blanqueo de capitales. Martinelli corrió a refugiarse a la embajada de Nicaragua, en Panamá, para evitar la cárcel. El asilo político que concedió el país provocó también una crisis diplomática centroamericana. Pero las carrera electoral continuaba. La campaña de Martinelli, que lideraba las encuestas en ese momento, definió a José Raúl Mulino como el nuevo presidenciable. Mulino era el antiguo compañero de fórmula del expresidente. El reemplazo fue autorizado por el Tribunal Electoral.
Mulino, según el último estudio de opinión realizado por la firma Gallup Panamá, por encargo del grupo editorial Epasa y publicada en Panamá América el 23 de abril, lidera la contienda, con cerca del 30% de intención de voto. Los apoyos que suma no son, sin embargo, mérito de Mulino, sino más bien los rezagos que dejó la candidatura de Martinelli. Mulino corre con la unión partidista de derechas Realizando Metas (RM) y Alianza.
En la disputa, acompañan a Mulino el expresidente Martín Torrijos (2004-2009), quien aspira a la reelección por el Partido Popular (centroderecha); Rómulo Roux, por la alianza de los centroderechistas Cambio Democrático (CD, centroderecha) y Partido Panameñista (PPa); Ricardo Lombana, por el Movimiento Otro Camino (MOCA, izquierda); José Gabriel Carrizo, actual vicepresidente del país (PRD, centroizquierda); y los candidatos de libre postulación Melitón Arrocha, Maribel Gordón y Zulay Rodríguez.
A pocos días para las elecciones generales, Mulino saca una ventaja de más de 10 puntos a sus principales contendientes, técnicamente empatados en segunda posición. Se trata de los candidatos Torrijos, del Partido Popular, con un 17.4% y Ricardo Lombana, del Movimiento Otro Camino, con un 17.4%. En el tercer lugar aparece Rónulo Roux, de Cambio Democrático (CD) y Partido Panameñista, con un 13.3% y en cuarto, el candidato del oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD) y actual vicepresidente, José Gabriel Carrizo, con un 7.7%. Los últimos puestos los ocupan los candidatos de libre postulación —o sea, sin un partido político que los respalde—, Zulay Rodríguez, 5.5%, Melitón Arrocha, 2.6% y Maribel Gordón, con 2.5%.
La campaña de Martinelli, que lideraba las encuestas en ese momento, definió a José Raúl Mulino como el nuevo presidenciable
Los retos del gobierno
El nuevo Gobierno de Panamá deberá enfrentar varias crisis que el impopular gobierno de Cortizo no pude hacer frente. La principal es una con efectos no solo nacionales, sino a nivel mundial. La crisis hídrica del canal interoceánico de Panamá, será la prioridad y la ciudadanía espera el lanzamiento de proyectos para ampliar su cuenca hidrográfica y potenciar el uso racional del agua entre los panameños. Se aboga por la ampliación de la cuenca del canal y por darle nuevos roles a la vía acuática, pero la gran apuesta está en un acuerdo nacional para el uso racional y el acceso universal al agua potable y el saneamiento.
Además del Canal, entre las mayores polémicas han estado la crisis migratoria en el Darién y la mina Cobre Panamá, un proyecto que desencadenó masivas protestas ambientalistas en 2023 y que fue objeto de acaloradas discusiones durante los debates presidenciales. En noviembre de 2023, el gobierno cedió ante la presión y, acatando la decisión de la Corte Suprema del país de declarar como inconstitucional la actividad de la empresa en su territorio, decidió cerrar la minera. Pero las operaciones de la minera equivalían entre un 3% y un 4% del PIB del país, hecho que será un impacto importante para la economía nacional.
Por su parte, el Tapón del Darién es conocido como la ruta migratoria más letal de las Américas y comprende una densa selva al sur de Panamá que conecta con el territorio colombiano. Además de las vicisitudes de la selva en sí, el territorio carece de supervisión estatal y es controlado por mafias y el narcotráfico. Actualmente, por la crisis que viven países como Haití y Venezuela, el flujo de migrantes supera todos los registros en Panamá. En 2023 pasaron por este sitio más de 360.000 personas. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denuncia el aumento de redes criminales que trafican con seres humanos en la zona.