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Panorama electoral

A pocos días de finalizar esta campaña electoral para elegir candidatos a cargos de elección popular del nivel territorial, vale la pena resaltar los obstáculos que surgieron en el transcurso del debate y la importancia de rediseñar una reforma política de mayor alcance. Por ejemplo, el Consejo Nacional Electoral conjuntamente con el gobierno pueden reglamentar en mejor forma el otorgamiento transparente de los avales y hacer obligatorio los estatutos de los partidos políticos, para evitar que cantidad de candidatos cuestionados e investigados penal y disciplinariamente, se lancen a obtener esos cargos cuando después pueden venir declaración de nulidad electoral, afectando el patrimonio público y la democracia local. Aquí es donde nace la corrupción, pues no hay persona más peligrosa que un candidato endeudado, que no se ha dejado pillar por su cuero resbaladizo aceitado por su astucia, pues seguramente que ya en su nuevo cargo le caerá al presupuesto.

Es urgente también reformar el Código Electoral cuyo contenido no se ajusta a las actuales circunstancias políticas, así como la implementación del voto electrónico. Con este mecanismo habrá menos dinero para la compra de votos. De igual manera hacer más estricto el régimen de inhabilidades de familiares en cargos de poder político abriéndole el camino a los suyos. Cómo  así que un tío en una alcaldía no es un obstáculo para que su sobrino pueda ser candidato en el mismo municipio?

El actual calendario electoral no permite adelantar ninguna campaña seria, especialmente de cultura ciudadana y política, para conquistar en forma libre y transparente el voto del elector. El poco tiempo fijado por la ley y las mafias de los avales hacen que no exista ninguna estrategia de conquista del elector a través del producto que está en venta (programa de gobierno) sino que le abre el camino a la compra venta del voto. Sólo se necesita una mochila llena de dinero, un equipo de colaboradores, instalar una tienda, conseguir el aval, una publicidad sin sentido, para llegar a un cargo público.

Para ser alcalde, concejal, diputado, gobernador, no se requiere ningún requisito académico previo, sólo ser ciudadano colombiano en ejercicio. Reír y saludar a todo el mundo. No tener ni idea de administración pública.

Hay que resaltar también que para este debate electoral no hubo los ríos de dinero, como sucedió en épocas anteriores (mermelada oficial), donde  los congresistas y los candidatos a gobernación, tenían la tula para financiar las campañas de alcaldes, diputados y concejales.

Sin embargo, existen algunos candidatos tercos que aunque las encuestas no los favorecen, ellos siguen su lucha de llegar al poder así sea utilizando cualquier mecanismo, hipotecando los cargos y el presupuesto público en favor de prestamistas, contratistas apostadores y hasta paga-diarios. Veo muchos suicidios de candidatos, algunos de los cuales ya cogieron rumbo al río Magdalena, vía Bocas de Ceniza.

cuellofrancisco@gmail.com

 

 

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