Partido Socialista y Alianza Democrática en empate técnico, pero el Parlamento portugués se inclina a la derecha
La Alianza Democrática (AD) y el Partido Socialista (PS) logran 71 diputados cada uno en los comicios. El Parlamento pasa a ser conservador, al cosechar la ultraderecha de Chega el 18,2% de los votos y 42 escaños
Tras ocho años de gobierno socialista, con periodos marcadamente a la izquierda, el Parlamento portugués pasa a ser mayoritariamente de derechas tras las elecciones legislativas de ayer, con el muy relevante resultado de la ultraderecha de Chega, que cosecha en torno al 18,2% de los votos, y el hundimiento de los partidos de la izquierda radical.
Y ello a pesar de que la Alianza Democrática (AD) y el Partido Socialista (PS), las dos grandes formaciones que han protagonizado décadas de bipartidismo, lograron un empate técnico, con una diferencia del 0,04% y no más de cinco mil votos: el 28,71% y el 28,67% respectivamente. Como resultado, cada partido obtiene el mismo número de diputados, 71 para la AD y 71 para el PS. El PSD obtuvo 3 diputados más en las islas, donde no se presenta en coalición con el CDS-PP.
Con este resultado, el futuro político de Portugal es incierto. «Hoy no sabremos el ganador final», dijo Costa durante la noche electoral, refiriéndose a los votos de las circunscripciones del extranjero -aún por recontar, por lo que la que ahora es una victoria pírrica de la Alianza Democrática es vulnerable- ya que podría influir la elección de cuatro diputados restantes, suficientes para cambiar el marco político de las elecciones legislativas.
En una breve declaración, el portavoz del Partido Socialista agradeció el voto de los simpatizantes, de los partidarios y de los que confiaron en el partido. El director de campaña de Pedro Nuno Santos, João Torres, dejó la idea de que anoche, a pesar de que el Partido Socialista ha pasado a la oposición, se abre un «nuevo ciclo» de «esperanza». Estas declaraciones se basaban en la proyección de los sondeos, que daban una clara victoria a AD. Pero todo giró en el recuento hacia un empate técnico entre los dos mayores partidos de la democracia portuguesa.
«Independientemente del resultado electoral, siempre se abriría un nuevo ciclo en el PS», vaticinó Torres en el Hotel Altis, afirmando que «no hay nadie, militante o simpatizante, que no tenga un gran orgullo y una gran esperanza en el secretario general». A esto siguieron aplausos y vítores para el «PS».
André Ventura, de Chega, fue el primer líder del partido en reaccionar a los resultados. Destacó las «condiciones para crear una solución de gobierno estable en la derecha». Porque, a pesar del empate técnico entre AD y PS, el Parlamento portugués se ha derechizado nítidamente, ya que Chega ha obtenido 42 escaños.
Montenegro guarda silencio
A pesar de haber dicho varias veces durante la campaña que no gobernaría con Chega -también en su entrevista con ABC-, Luís Montenegro aún no se había pronunciado anoche, pero Ventura ya aireaba el resultado de su partido, en torno al 18,2%, para presionar a la derecha democrática, influir en la próxima Asamblea de la República, en el Ejecutivo y en los Presupuestos del Estado.
«La Alianza Democrática pedía mayoría», pero, según Ventura, «los portugueses dieron la victoria al PSD y a Chega». Fuera de la sede del partido, subrayó: «Hoy es el día que marca el fin del bipartidismo» y pidió a Luís Montenegro que empiece «a trabajar en el Gobierno esta noche».
Tras hablar a las televisiones, Ventura fue recibido por una multitud que le vitoreaba, con uno de los cánticos del partido: «No importa, no importa, lo digan bien o mal, ¡queremos a André Ventura, al frente de Portugal!».
Tras los ecos de la extrema derecha, Hugo Soares, presidente del PPD-PSD, entró en la sala de prensa del hotel Epic Sana Marquês para comentar los resultados, mientras los simpatizantes aplaudían y gritaban. «Quiero saludar a los portugueses», dijo Soares, refiriéndose a la cifra históricamente baja de abstención (en torno al 35%), que es «una victoria de todos los portugueses».
Hugo Soares había hecho un llamamiento a la tranquilidad y la serenidad ante las proyecciones, que revelaban «una gran derrota de la izquierda y una victoria de la Alianza Democrática». Sin embargo, el resultado cambiaba sustancialmente en las horas siguientes y la «gran» victoria de AD se convirtió en un empate técnico, que silenció la sede de Montenegro.
Cuando se confirmó la elección de Nuno Melo, líder del CDS-PP y número dos de la AD, como diputado hubo aplausos en la sede de la coalición preelectoral entre el PPD-PSD y el CDS-PP, la derecha democrática. Por su parte, Manuel Alegre, histórico socialista portugués, consideró la alta participación como una celebración del 50 aniversario del 25 de abril. Como «hombre de libertad que luchó contra el fascismo y la dictadura, me entristecen los resultados obtenidos por Chega».
Estas elecciones no sólo representan un empate técnico entre el Partido Socialista y la Alianza Democrática, sino también el fin de una mayoría de izquierdas en el Parlamento portugués con el radical ascenso de la extrema derecha, ya que la ultraizquierda se ha desplomado.