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Patricio Navia realiza el balance de la era Bachelet: “Al final los chilenos terminaron castigando esta idea de correrse más hacia la izquierda”

El cientista político sostiene que la Mandataria debilitó el modelo social de mercado que instaló la Concertación, que el bajo crecimiento económico fue su punto más negativo y que la ve postulando por tercera vez a La Moneda en 2021.

En marzo de 2014, Michelle Bachelet se instaló en La Moneda como un torbellino político  luego de arrasar en las elecciones presidenciales en que le sacó 24 puntos de ventaja a Evelyn Matthei.

La Nueva Mayoría, además, quedó con amplio predominio en el Senado y en la Cámara de Diputados, lo que les permitió aprobar las grandes reformas tributaria, educacional y laboral que había prometido Bachelet.

Este 11 de marzo, sin embargo, el panorama es más adverso para Bachelet y su coalición política luego del claro triunfo de Sebastián Piñera, quien volverá a recibir la banda presidencial de Bachelet.

El “legado” de Bachelet, entonces, se ha convertido en la muletilla que ha utilizado la Mandataria para proyectar su gestión e intentar salir airosa en el terreno de las ideas, al menos, de esta derrota electoral.

¿Será ello posible, su legado trascenderá o la impronta de Piñera perdurará?

Es el análisis que hace el cientista político y académico de las universidades de Nueva York y Diego Portales, Patricio Navia, observador experto de la política chilena.

– ¿Cuál es su balance general del gobierno de Bachelet?

-Ella llegó con expectativas de hacer grandes transformaciones y creo que realizó muchas transformaciones importantes, que no siempre fueron en la dirección de avanzar hacia el desarrollo, pero serán un legado permanente y tendrán consecuencias de largo plazo en Chile. Este gobierno fue importante. Ahora, creo que, a diferencia de los gobiernos anteriores de la Concertación, este fue un gobierno que no avanzó en la dirección de profundizar los mercados y fortalecer el modelo social de mercado, sino que lo debilitó. En ese sentido, corresponde distinguirla de los anteriores gobiernos de la Concertación. Pero, y ahí está la parte más importante, fue el gobierno menos exitoso en términos de aprobación de los gobiernos de centro-izquierda desde 1990. Por lo tanto, la única conclusión que podemos sacar es que los chilenos al final terminaron castigando esta idea de correrse más hacia la izquierda.

Navia: “Fue el gobierno menos exitoso en términos de aprobación de los gobiernos de centro-izquierda desde 1990. Por lo tanto, la única conclusión que podemos sacar es que los chilenos al final terminaron castigando esta idea de correrse más hacia la izquierda”

– ¿Cree que Bachelet inaugura una nueva era política desplazando a la Concertación, en el sentido de las reformas que deja instaladas y un Congreso mucho más a la izquierda y rupturista?

-Efectivamente, el Congreso tiene más escaños cargados hacia la izquierda pero también es un Congreso en que, por primera vez, la centro-izquierda no tiene mayoría segura en ninguna de las Cámaras. El contingente legislativo de la izquierda se corrió más a la izquierda pero no tiene mayoría. Lo que ganó de izquierdismo lo perdió en números, y con un sistema electoral nuevo que supuestamente refleja mejor la proporcionalidad y no tiene las distorsiones del binominal. Con ese sistema electoral nuevo la ex Concertación tiene como porcentaje menos escaños que los que tenía con el sistema binominal.

-Respecto de su legado político, ¿Bachelet deja la cancha rayada con las ideas y reformas que impulsó?

-Cada gobierno llega y pone la música. Esa idea de que el gobierno que se va deja la lista de la música que va a tocar el próximo gobierno es un mito. Nunca ha sido así. El gobierno llega y tiene sus propias prioridades. Esta idea de decir dejé todo listo, amarrado y bien amarrado siempre es un mito desde Franco hacia adelante. Ella misma cambió el foco de lo que había hecho Lagos y después de lo que había hecho Piñera, y Piñera cuando llegó en 2010 le cambió el foco de las cosas que habían sido importantes para Bachelet. Piñera va a llegar y pasará su reforma de pensiones, laboral y tributaria, la gratuidad de la educación tendrá el sello de cómo Piñera quiere implementarla porque Bachelet no logró pasar las leyes que necesitaba para dejar eso escrito en piedra, y aun si lo hubiera dejado en piedra los gobiernos nuevos transforman el legado de los gobiernos anteriores. Esta idea de decir que mi gobierno se sigue proyectando más allá aunque yo no esté es mentira. La mejor forma que tenía Bachelet de proyectar su gobierno era que ganara alguien de su coalición, y eso no pasó.

Navia: “Esa idea de que el gobierno que se va deja la lista de la música que va a tocar el próximo gobierno es un mito. Nunca ha sido así. El gobierno llega y tiene sus propias prioridades. Esta idea de decir dejé todo listo, amarrado y bien amarrado siempre es un mito desde Franco hacia adelante”

-Las dos veces que ha sido Presidenta le entregó el gobierno a la derecha. ¿Cómo lo analiza?

-Es una parte importante de su legado. Es la única persona que ha sido electa presidenta democráticamente dos veces, pero también tiene el registro de entregarle el poder dos veces a un líder de derecha electo democráticamente. Piñera no existiría como Presidente si no fuera porque Bachelet fue incapaz de construir un legado que se pudiera proyectar en alguien más allá de su propia coalición. Es un fracaso para Bachelet y para la izquierda. A partir del 11 de marzo habrá un montón de gente que quedará desempleada, y la izquierda será una voz minoritaria en la sociedad, en el Congreso y en La Moneda.

– ¿Qué es lo positivo y negativo del legado de Bachelet?

-Hay elementos positivos que tienen que ver con la expansión de ciertos derechos liberales, como la unión civil -que la comenzó Piñera pero que al final se aprobó con ella-, el aborto en sus tres causales, que es una cuestión polémica pero nos hace avanzar hacia un debate en que discutamos cómo prevenir abortos legales en vez de si van a ser legales. Creo que hay un foco, una preocupación en la ampliación de derechos sociales. Esas cosas son importantes y creo que quedan medianamente establecidas. Respecto de lo negativo del legado, este fue el gobierno con menos crecimiento económico pese a que las condiciones externas no eran desfavorables. Podría haber habido más crecimiento. No tuvimos crecimiento, hubo aumento del desempleo y se instaló la idea de que la solución a los problemas económicos es del Estado y no de la economía en sí. El poco énfasis en la economía me parece uno de los legados negativos importantes de este gobierno.

Navia: “Respecto de lo negativo del legado, este fue el gobierno con menos crecimiento económico pese a que las condiciones externas no eran desfavorables”

-¿La formalización por estafa del hijo de la Presidenta puede afectar su legado nacional e internacional?

-Creo que la imagen nacional de Bachelet ya fue afectada por el caso Dávalos. Veo que no hay nada que pueda hacer Dávalos que redima su imagen pública. Desde los hijos de Augusto Pinochet Iriarte que no tenemos un hijo de Presidente tan negativamente evaluado en Chile, y eso quedará instalado. Dávalos será tema de los humoristas, los chistes y de la discusión nacional sobre la corrupción, independiente de lo que haga. Aún si se convierte en cura, se dedica el resto de su vida a trabajar por el bienestar de los pobres, va a quedar como el hijo corrupto de Bachelet. Y para Bachelet, en el mundo internacional creo que esto no tiene tanto efecto porque no hay un caso de corrupción de ella. Creo que el impacto de este caso tiene más efecto dentro de Chile que fuera.

Navia: “Creo que la imagen nacional de Bachelet ya fue afectada por el caso Dávalos. Veo que no hay nada que pueda hacer Dávalos que redima su imagen pública”

– ¿Ve a Bachelet en una tercera postulación?

-Creo que sí. Ella es la mejor carrera que tiene la centro-izquierda ahora y, aunque diga que no va a ir, en los últimos días se están dando cuenta de que necesitan un líder y ella está más que dispuesta a convertirse en ese líder, en particular del PS, que no tiene a nadie. Creo que la apuesta de Bachelet es que Piñera va a cometer los mismos errores que cometió en su primer gobierno, y que el 2021 la gente estará a gritos pidiendo que vuelva Bachelet, así como la gente pidió a gritos que volviera Bachelet en 2013.

Navia: “Creo que la apuesta de Bachelet es que Piñera va a cometer los mismos errores que cometió en su primer gobierno, y que el 2021 la gente estará a gritos pidiendo que vuelva Bachelet, así como la gente pidió a gritos que volviera Bachelet en 2013”

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