Pedro J. Chamorro: Citando al Eclesiastés 3
El gobierno dictatorial Ortega-Murillo ha recurrido a las más cruel represión, superando los más negros capítulos de América, para mantenerse en el poder
Francamente que la zaga de malas noticias desde el 19 de abril a la fecha en Nicaragua no parece tener fin. Cada día nos levantamos con la desagradable sorpresa de que han muerto tantos más jóvenes nicaragüenses desarmados a manos de armados y encapuchados.
El pasado lunes 9 amanecimos contando los 20 muertos de Carazo, la profanación del mausoleo de los Bolaños en Masaya y presenciamos las imágenes de las turbas agrediendo verbalmente a los obispos y al nuncio en la Basílica Menor de Diriamba. Luego vino la agresión física de parte de desalmados paramilitares en las que resultó herido monseñor Báez y otros obispos y sacerdotes brutalmente golpeados, así como periodistas independientes de Canal 12 y 100% Noticias. Luego vimos a las turbas orteguistas, bajo la tutela de la Policía y paramilitares, profanando y destruyendo en la iglesia Parroquial Santiago de Jinotepe, esta última, para ser tomada luego como objetivo militar y ubicar a francotiradores en el techo.
Un 30 de mayo el sol se puso mientras contábamos los muertos de la masacre del Día de la Madre y aún no habíamos terminado de contarlos, cuando el 15 de junio vimos horrorizados cómo una familia entera era quemada viva en su casa en el barrio Carlos Marx; y como “regalo” del Día del Padre, el 23 de junio un bebé de 14 meses es asesinado en los brazos de su padre de un disparo en la cabeza. También el pasado lunes supimos que el policía Faber Antonio López fue ejecutado en Diriamba por la Policía de un balazo en la cabeza, según su madre, por pedir su baja y negarse a seguir reprimiendo al pueblo.
El gobierno dictatorial Ortega-Murillo ha recurrido a las más cruel represión, superando los más negros capítulos de América, para mantenerse en el poder. Está aplazado en cualquier foro de derechos humanos y hoy será un día crucial en la OEA, porque está convocada precisamente para tratar el tema de Nicaragua. Ojalá salga la luz al final del túnel con una buena noticia.
En los últimos “operativos de limpieza”, de policías y paramilitares armados contra civiles desarmados, han salido a relucir armas típicamente utilizadas en conflictos militares: como fusiles Dragunov de alta precisión; cohetes antitanques RPG-7, ametralladoras PKM; fusiles M-16 y por supuesto, los familiares fusiles de asalto AK-47. Algunas de estas armas de guerra, como los cohetes RPG-7 y las PKM son de uso exclusivo del Ejército de Nicaragua.
En su discurso del sábado durante el “repliegue a la Rotonda Hugo Chávez”, Ortega quemó sus naves al negarse a acordar elecciones anticipadas para salir de esta crisis, “hay un tiempo para cada cosa”, dijo, citando al Eclesiastés 3, y yo le digo también con el Eclesiastés 3 en la mano, que tiene razón: hay un tiempo para gobernar y un tiempo para renunciar, y de paso, ahorrarle más sangre a Nicaragua.
Ortega cambió rápidamente y como quiso las reglas para permanecer en el poder, de igual manera puede hacerlo para retirarse, antes de que sea muy tarde.