El ministro de Economía y Planificación, Alejandro Gil, achacó al embargo y la pandemia de Covid-19 la reducción del poder adquisitivo de los cubanos, al rendir cuentas sobre su gestión durante los últimos cinco años ante el Consejo de Ministros.

Según lo citó el medio estatal Cubadebate, el titular cubano de Economía y Planificación afirmó que en el mencionado periodo el país estuvo «sometido a los efectos del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el Gobierno de los Estados Unidos y de la grave crisis que trajo consigo la pandemia de Covid-19».

Gil sostuvo que «esos fenómenos han producido un deterioro sustancial del poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores y pensionados y de las condiciones de vida de la población», sin hacer la menor alusión a la implementación de la Tarea Ordenamiento en la que el ministerio encabezado por él tuvo una implicación directa. 

El economista cubano Pedro Monreal corrigió al ministro Gil en un hilo de Twitter que acompañó de un gráfico basado en datos de la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).

«Es un desatino que el Ministerio de Economía y Planificación (MEP) adjudique únicamente a ‘fenómenos’ externos (‘bloqueo’ y pandemia) el deterioro del poder adquisitivo de salarios y pensiones cuando eso se debió en muy alto grado al fracaso del ‘ordenamiento'», escribió Monreal.

«El Ministerio de Economía y Planificación (MEP) tuvo responsabilidad directa en el diseño e implementación del ‘ordenamiento’, el cual ha representado una‘compresión’ brutal de la remuneración de trabajadores, causando un empobrecimiento masivo en Cuba ¿Alguna autocrítica?», cuestionó el economista al ministro.

El gráfico que mostró Pedro Monreal en su hilo de Twitter refleja que, pese al incremento salarial que trajo la Tarea Ordenamiento, implementada en enero de 2021, en ese mismo año la remuneración de los cubanos se desplomó en casi el 40% con respecto a 2020. 

El gráfico compara la remuneración de los cubanos desde 2003 y muestra que en 2021 cayó muy por debajo de los años anteriores. En 2022, lejos de dar signos de recuperación, continuó descendiendo.

«La aguda reducción relativa de la remuneración de trabajadores (salarios y contribución a la seguridad social) refleja una pifia no corregida de decisiones que retrasan la dinámica de salarios/ pensiones que son incapaces de ‘alcanzar’ el aumento de los precios de consumo», señaló Monreal.

Para el economista «una modificación tan grande de proporciones en la composición del PIB pudiera reflejar decisiones equivocadas». Sin embargo, lo que considera preocupante es «que el MEP no las corrija porque parece que la ‘compresión’ salarial es un instrumento de política macroeconómica donde mantiene algún control».

Esas preocupaciones no parecen existir para el ministro Gil, quien, tras echar mano a los chivos expiatorios favoritos del régimen cubano —el embargo y pandemia— celebró su propia gestión asegurando que ha cumplido «importantes tareas de alto impacto».

A las «tradicionales tareas del proceso de elaboración del Plan Anual de la Economía y dirigir su conducción y la asignación de recursos materiales y financieros que corresponde rectorar a ese organismo», el ministro Gil agregó «la elaboración y conducción del Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta el 2030 (PNDES) y la actualización de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para el periodo 2021-2026; la elaboración y conducción de la Estrategia Económico-Social y las medidas para el impulso de la economía; la atención a la empresa estatal y a los nuevos actores económicos; así como la descentralización de competencias a los municipios».

De acuerdo a lo recogido por Cubadebate, el ministro no explicó cuál ha sido el impacto positivo de esas «importantes tareas», que dijo haber cumplido, en la vida de los cubanos.