Pedro Sánchez, de reclamo a lastre
Un fracaso en las elecciones andaluzas, tras el de Madrid del año pasado, certificaría su imparable desgaste político
Tras fulminar a Susana Díaz, hoy prejubilada en el Senado, e imponer a su candidato a la Junta de Andalucía, Pedro Sánchez ha intensificado su presencia en una campaña electoral en la que, paradójicamente, es percibido ya como un lastre para los intereses de su propio partido. Sánchez es consciente de todo lo que se juega en Andalucía, donde un nuevo fracaso, tras el de Madrid del año pasado, certificaría su imparable desgaste político. Ya lo perciben así los propios votantes socialistas: apenas un 44 por ciento, menos de la mitad, de los tradicionales electores del PSOE consideran positiva la intervención de Sánchez en una precampaña en la que Espadas, su candidato, tampoco cuenta con la simpatía de la mayoría de los votantes socialistas.
La encuesta de GAD3 que hoy publica ABC representa, más que un sondeo, un claro indicio del sentido inverso que por sus propios méritos, que son muchos, comienza a mostrar el ‘efecto Sánchez’, de momento en Andalucía.
