Periscopio Universitario: Navidad en Venezuela: ¿religión o tradición?
Cuando le preguntas a una persona qué es la navidad en Venezuela, usualmente obtienes como respuesta que la navidad aquí significa hallacas, pan de jamón, gaitas, aguinaldos, ponche crema y amigo secreto, entre muchísimos otros iconos decembrinos. Pero al tratar de entender la celebración surge una pregunta importante: ¿Celebramos la navidad por tradición familiar o por religiosidad?
Sin duda sería este un objeto de investigación grandioso para un trabajo de campo, con encuestas y demás parafernalia que permitan conocer la visión de un extracto de la población. Sin embargo, esto no nos ocupa en el momento actual, sino más bien darle un vistazo a lo que nos rodea y así poder llegar a una conclusión general.
A lo largo de los años, comenzando por la niñez, el venezolano aprende la importancia de hacerle la carta de navidad al niño Jesús. Dibuja y colorea imágenes de pesebres y hasta participa en nacimientos vivientes. Por otro lado experimenta la emoción de decorar un pino navideño, en la mayoría de los casos uno artificial, y ponerle galletas y leche en la noche a quien vaya a traer lo regalos a casa. Tampoco es ajeno a la figura de Santa Claus, quien inaugura el mes de diciembre en la Cota Mil en Caracas, y también encuentra la manera de estar en todos los centros comerciales al mismo tiempo, tomándose fotos con sobreprecio.
Más de una vez han dicho que Venezuela es el país de la rochela y la gente bochinchera. Declaración que podemos respaldar, precisamente, con los fenómenos del mes de diciembre: católicos, judíos, musulmanes, mormones, santeros, budistas, ateos y agnósticos se pasean con gorros de navidad en diciembre, preparan disfrutan la comida típica navideña en sus hogares, cantan (y hasta bailan) al ritmo de una gaita y se saben de principio a fin “El burrito sabanero”.
Indudablemente hay excepciones de aquellos practicantes religiosos (ajenos al cristianismo y sus ramas) que no celebran la navidad como la conocemos, los que argumentan que en diciembre hace frío y en Belén los tiempos no cuadran, y los cristianos que celebran el nacimiento de Jesús en toda su plenitud, sin dar mayor importancia a las costumbres que los rodearon durante toda su vida.
Sin embargo, este es un país de costumbres y tradiciones, donde sin importar las creencias religiosas, diciembre significa familia, magia, compartir y amor, aunque en los últimos años las familias se han visto obligadas a dividirse, y se encuentran regadas por el mundo, aunque la magia cada vez tenga tareas más difíciles, aunque el compartir se haga cada vez más duro con los puestos vacíos en las mesas y aunque el amor sea lo único más fuerte que las diferencias políticas.
Sin importar las tradiciones y religiones de cada uno de nuestros lectores, desde el Periscopio Universitario les deseamos una feliz navidad y un año nuevo lleno de alegrías. ¡Que el 2021 sea mejor para todos!