¿Podrán Biden y Europa contener el autoritarismo?
El mundo está entrando en un nuevo ejercicio de equilibrios geopolíticos. Por un lado están los regímenes autoritarios o antidemocráticos que nada tienen que ver con los que existían durante la llamada Guerra Fría, ya que estos gobiernos no están condicionados por una ideología que enfrente al capitalismo, sino por el contrario, en demostrar qué regímenes autoritarios son más eficientes en expandir su crecimiento económico y por lo tanto imponerse en un mundo que seguirá siendo globalizado.
Por eso la verdadera confrontación es entre los valores, hasta ahora predominantes en Occidente, de libertad, democracia y respeto a los DDHH vs el expansionismo económico global que representa el auge económico aparentemente indetenible de China y que no se somete a los valores occidentales.
Por el otro, está el único freno posible, aunque no sabemos si será exitoso. La alianza política y económica y estratégica entre Estados Unidos y Europa, aunque en el caso de esta última, los únicos que parecen dispuestos a seguir de manera consistente esa línea son Alemania, Francia, Inglaterra, Italia con su nuevo primer ministro, y tal vez la mayoría de los países escandinavos y Holanda y Bélgica. No se sabe cuál será la posición de algunos de las exrepúblicas que integraron la cortina de hierro.
España es una incógnita mientras siga el precario gobierno de Sánchez, que depende vitalmente de sus alianzas contra natura.
¿Rusia se terminará sometiendo a China? No es ya económicamente un contrapeso, pero su enfrentamiento actual con EEUU y Europa quizá no le deje otra opción.
Situación distinta es la de Asia, donde la mayoría de los países ven como una realidad peligrosa el expansionismo de China en los mares y su actitud intransigente con Hong Kong y Taipei. Aunque allí habrá que ver cómo se maneja el caso de Filipinas, que cada vez es más autocrática.
No habrá una nueva guerra fría, ya que no se trata de un enfrentamiento ideológico, sino más bien de quién controla más mercados y allí nuestro continente es un escenario importante en la batalla, al igual que África y el Medio Oriente.
Vienen tiempos difíciles y será una dura prueba para las democracias.