Por qué se usa la expresión «pato cojo» en Estados Unidos para hablar de los Presidentes
Todos usamos o leemos la expresión «pato cojo» para referirnos a los Presidentes que, como Obama, están la última parte de su mandato y por tanto saben que no van a ser reelegidos. ¿Pero de dónde viene esa expresión?
No es hasta 1926 cuando se utiliza por primera vez la expresión «pato cojo» para referise a un Presidente, en concreto al Presidente Calvin Coolidge, al que el periódico de Wisconsin Appleton Post-Crescent le dedicó una pieza llamada «Making a lame duck of Coolidge’.
Sin embargo, curioseando por la red [si alguien tiene mejores referencias le invito a enviarlas] he encontrado que la expresión tiene su origen en los mercados financieros y que se remonta al menos al siglo XVIII.
El primer uso atribuido es en la Bolsa de Londres en 1761 para describir a «un especulador que ha adquirido unas opciones de compra a las cuales no puede hacer frente» (Carta de Horace Walpole a Sir Horace Mann). En un mercado donde hay «Bulls» (toros, que apuestan al alza) y «Bears» (osos, que apuestan a la baja), un pato cojo aparece como alguien que no puede seguir al grupo y que, por tanto cae víctima de los depredadores. «Pato cojo» es pues la expresión coloquial (slang) de alguien que no paga sus deudas (un «defaulter»). [The Dictionary of American Slang, Fourth Edition by Barbara Ann Kipfer, PhD. and Robert L. Chapman, Ph.D.Copyright (C) 2007 by HarperCollins Publishers].
Parece que la expresión salta a la política por primera vez algo después de la muerte del Presidente Lincoln, cuando el nuevo Presidente Andrew Johnson, tras una disputa con el Coronel Forney, entonces Secretario del Senado, dijo no querer discutir con «patos muertos» (dead ducks).
Posteriormente, se generalizó referirse a los miembros del Congreso que no habían sido elegidos en Noviembre pero que estaban en funciones hasta marzo del año siguiente como «patos cojos».
La anomalía de esta situación, que provocaba que un Presidente electo en Noviembre tuviera que convivir con el antiguo Congreso por unos meses, llegó a su punto álgido tras las elecciones de Noviembre de 1932, cuando el Congreso siguió reuniéndose hasta el mes de marzo con nada menos que 158 miembros (sobre 431) que no habían sido reelegidos.
Esta situación, que hipotéticamente podría llevar a un Congreso saliente a determinar la elección del próximo presidente (en caso de empate en votos electorales entre los dos candidatos el Congreso elige al Presidente entre los dos contendientes), algo que ocurrió en 1876, llevaría al Senador Norris a proponer la que pasaría a la historia como la Vigésima Enmienda a la Constitución de Estados Unidos (también conocida como «enmienda pato cojo»), que acorta los tiempos de toma de posesión del nuevo Congreso tras las elecciones de tal manera que, para la toma de posesión del Presidente el 20 de enero, todos los antiguos congresistas y senadores ya hubieran cesado (el 3 de enero).
La 20ª enmienda también prevé el procedimiento en caso de fallecimiento del Presidente antes de su toma de posesión, una situación que estuvo a punto de producirse precisamente el 15 de febrero de 1933 cuando Franklin Delano Roosevelt estuvo de ser asesinado a manos de Giuseppe Zangara, que disparó contra el Presidente, lo que le valdría morir en la silla eléctrica.