PP y Vox, hacia la mayoría
Feijóo cometería un error si da por hecho que tiene los comicios ganados, porque según el sondeo de GAD3 tendría que afrontar una compleja negociación con Vox
El sondeo que hoy publica ABC, realizado por GAD3 para las próximas elecciones generales, concede una holgada mayoría absoluta de entre 183 y 188 escaños a la suma del Partido Popular y Vox en una hipotética investidura respaldada por ambos. La inercia de los resultados de las recientes municipales y autonómicas, con el triunfo del PP en grandes capitales de provincia y autonomías, consolida el ascenso de Núñez Feijóo, a quien no sólo se atribuye más valoración que a ningún otro líder en el sondeo, sino que es visto como nuevo presidente del Gobierno por la mayoría de los votantes de todos los partidos. El PP lograría entre 150 y 153 escaños, más de 60 de los que actualmente tiene en el Congreso. Evidentemente, se beneficia de la desaparición de Ciudadanos, pero también de un acusado desgaste de Vox, que con entre 33 y 35 escaños pierde diez desde la oleada de GAD3 del pasado marzo, y se dejaría por el camino en julio una veintena respecto a los 53 que tiene ahora. En la izquierda, el panorama resulta desolador: no hay ningún partido que gane escaños, y tampoco posibilidad de que bajo ninguna combinación alternativa la izquierda logre repetir la alianza de legislatura tejida por Pedro Sánchez. El PSOE tendría entre 101 y 104 escaños, como mínimo una quincena menos que hoy; el conglomerado de Sumar obtendría de 27 a 29, seis u ocho menos que ahora Podemos, lo que demuestra que no habrá ningún trasvase de votos entre ambos, sino una notable falta de movilización; ERC pasaría de 13 a 9, lo que confirmaría el bajón experimentado en la noche del 28M; y ni siquiera Bildu sumaría más de los 5 escaños que conserva hoy. Por tanto, la encuesta constata un cambio de ciclo radical, incluso con un estancamiento a la baja del independentismo, lo cual es una buena noticia. Y constataría, desde luego, el final del sanchismo, al menos en lo que afecta a la gobernabilidad. Sobre lo que pudiera ocurrir en el PSOE en el supuesto de ser derrotado, por el momento sólo cabe especular, pero difícilmente podría sustraerse a un profundo proceso de autocrítica y renovación interna en busca de un nuevo liderazgo.
Más allá de los datos de la encuesta, hay numerosos indicios políticos que apuntan a que el derrotismo se ha instalado en el PSOE de la misma forma que la euforia silenciosa lo ha hecho en el PP. Núñez Feijóo cometería un error si da por hecho de modo imprudente que tiene los comicios ganados de antemano, porque con esta combinación de resultados tendría que afrontar una compleja negociación con Vox. Pero, en efecto, es innegable que el PSOE de Sánchez ofrece síntomas de agotamiento. La elaboración de las listas proporciona señales claras de su intento de salvar a sus más fieles asegurándoles puestos de salida, incluso para miembros del Gobierno que fueron destituidos en su día. Tal como publicó ABC el pasado sábado, más parece querer premiar a sus colaboradores directos que configurar un grupo parlamentario renovado y con posibilidades reales de alcanzar una nueva investidura. Este sondeo reafirma la tesis de que, independientemente de que Pedro Sánchez pudiera remontar con sorpresivos golpes de efecto durante la campaña, e incluso repetir los 120 escaños actuales, es el resto de la izquierda la que se desploma, impidiendo cualquier posible suma. Con sus listas, el PSOE da la imagen de haberse instalado en un ‘sálvese quien pueda’ preventivo, que además está generando malestar interno en algunas federaciones socialistas como Madrid, Aragón o Andalucía.